Arrepentirse o morir
¿Cómo pueden hablar de paz teniendo a los presos políticos enfermos como rehenes?
“No puedo llegar a entender cómo la gente solidaria no se puede extender más (más carteles, más denuncias, más concentraciones…) leyendo las situaciones -de verdadero secuestro político y sanitario- en que tienen a las y los cerca de 26 presos políticos gravemente enfermos.
Con situaciones ya anunciadas y denunciadas, pero irremediables estando secuestrada en prisión, como la muerte en 2014 de Isabel Aparicio Sánchez, comunista española, en 2015 y 2017 se consiguieron solidaridades ejemplares y suficientes para lograr que hoy en día, primero Arantza Díaz Villar y hace poco Oier Gómez Mielgo, puedan afrontar sus terribles enfermedades en condiciones aceptables.
Pero ahí siguen las campañas, que no terminan de cuajar (sería un insulto decir “de arrancar”, pues lo hecho hasta ahora ha sido mucho), de los casos más urgentes a nivel de todo el Estado:
El de Manuel Arango Riego, donde tras cada carta o información que se recibe de dentro muestra su más que peligroso deterioro en las diversas enfermedades graves que arrastra desde hace años y que se vienen agravando cada poco….
El de Aitzol Gogorza, con gravísimos problemas de salud mental, y que aún estando diagnosticado, le retienen en prisión, tal vez esperando una autolesión definitiva, un arrebato incontrolable…
El de Ibon Iparragirre, además sufriendo episodios continuos de guerra sucia y varias agresiones…
El de Manuel Pérez Martínez, casi ciego aún de ser operado, con otras varias afecciones, además condenado a morir en prisión por causas que no cometió…
Y así hasta 26.
¿Nos seguís hablando de paz, o de vuestra paz interesada? Será vital que en este verano salgamos a las calles, en fiestas populares, del barrio, del pueblo, para hacer visible una reivindicación urgente y vital: «Presos políticos enfermos, libertad inmediata. Amnistía total»
Colaboración.