Cartas desde prisión
Israel Clemente López
Algeciras, 5 de agosto de 2017
(…) Por aquí sigo bien y con la rutina habitual. Ahora estudiando algo para los exámenes de septiembre, leyendo bastante y carteándome con moderación obligada.
Sigo bastante pendiente de la evolución del polvorín de Oriente Medio, con especial atención a la guerra de Siria. Allí se vienen dando desarrollos importantes.
Todo el tema de los kurdos en Siria e Irak se lleva viendo venir desde hace tiempo. Va a traer mucha cola su subordinación allí a los imperialistas yanquis. Le comentaba hace un tiempo a un colega mis temores a ese respecto. Puede ser, le decía, que el PKK que conocimos en los 90 se haya “ido”, para dar paso a otras fuerzas generadas por el cataclismo provocado por los yanquis en Siria e Irak. A ello ha contribuido la escalada bélica en el propio Kurdistán turco y la sangría que provoca. Más de 3.500 muertos tan solo en 2016, y eso según datos muy conservadores.
La sangría tiene, forzosamente, consecuencias orgánicas y políticas, a lo que se unen las tensiones entre la guerrilla y el aparato político “legal”, de frente amplio, hasta el golpe fallido del pasado año.
Si a eso le sumamos los manejos políticos de los sátrapas kurdoiraquíes de los clanes Talabani y Barzani y la influencia que irradia su “Estado” bajo protección norteamericana… El “cóctel” de todos estos ingredientes explica, en parte, que hayan puesto su bandera en Siria a las órdenes de los imperialistas yanquis. Las consecuencias pueden ser desastrosas para el conjunto de la Siria agredida, e incluso para ellos mismos. La ofensiva en Hasaka hace unos meses contra las tropas sirias fue el preludio que anunciaba cuál iba a ser la línea de actuación de las YPG, ahora reconvertidas en FSD (Fuerzas de Siria Democráticas) bajo mando estadounidense.
Llevaba ya un tiempo muy mosqueado por la cobertura mediática otorgada por los medios a los combates episódicos de los kurdos en Siria contra los yihadistas. Cobertura más que generosa y amplificada aplicada a enfrentamientos que califico de “episódicos” dentro del marco general de la larga y devastadora guerra en Siria, ya que éstos han sido marginales y nada decisivos para el curso de la misma. Cuando la CNN trasformó a Kobane en un mito ya estaba en marcha la jugada de los imperialistas yanquis para lograr la subordinación total de las YPG a su estrategia. Efectivamente, los “progres” de medio mundo se sumaron a la campaña, junto con muchas personas de buena fe guiadas por sentimientos internacionalistas. Cosa distinta eran los medios “progres” occidentales.
Aquí tan sólo tengo la oportunidad de leer GARA. Pues lo del periódico vasco roza a veces el delirio en esa línea editorial destinada a exaltar el aporte kurdo en la lucha contra los yihadistas y ocultar que, en realidad, éste no ha sido más que marginal, rozando lo insignificante, cuando no lo connivente o “neutral” para con las milicias salafistas e islamistas que martirizan y devastan Siria. En Alepo se vio bien claro. Kobane fue la excepción a esto.
Pero en Siria ha habido decenas de “Kobanes” sin ninguna cobertura mediática occidental en estos seis años de guerra, donde los cortacabezas han sido derrotados, contenidos y expulsados por la lucha sacrificada, generosa y heroica del Ejército Sirio y sus milicias aliadas, destacadamente Hezbollah, los refugiados palestinos y antiimperialistas y comunistas de todo Oriente Medio.
He llegado a leer, negro sobre blanco, en dicho periódico, que los kurdos son los únicos que luchan en Siria contra el Estado Islámico (¡mentira mayúscula!), que el presidente sirio Al-Assad ha permitido, maquiavélicamente, que el EI se fortalezca para debilitar a la “oposición moderada” y a los kurdos… así como otras múltiples mentiras en la misma línea. ¿De qué me extraño cuando su “analista” sigue empeñado en llamar a los cortacabezas mediavalistas “revolucionarios” y “rebeldes”?.
No recuerdo en todos estos años, hasta donde me alcanza la memoria, una campaña masiva de desinformación más infame y nauseabunda que la puesta en práctica por la prensa occidental con motivo de la agresión imperialista coaligada contra Siria.
En relación con todo esto, hace unos meses tuve ocasión de leer un análisis de James Petras que en su momento me sorprendió por la virulencia de su denuncia. Data de 2005. A Petras suelo leerle con atención en temas de internacional. Venía a decir que los kurdos eran un pilar fundamental en la estrategia yanqui y sionista en todo Oriente Medio y que iban a cumplir el papel de fuerza de choque del imperialismo contra las masas árabes. Me llamó la atención por lo taxativo y por su ausencia de referencias positivas al PKK.
En todo caso, los desarrollos recientes (y vergonzosos) en Siria por parte de las ahora rebautizadas FSD, bajo mando directo yanqui, no pueden borrar de un plumazo la lucha de décadas del pueblo kurdo en la Turquía fascista por su liberación nacional. Esta lucha contra el fascismo turco sigue siendo justa y legítima, por más realineamientos que se produzcan en la geopolítica de Oriente Medio. Es algo que no debemos de olvidar si no queremos perder perspectiva.
Recientemente me escribió un preso griego de Lucha Revolucionaria en respuesta a una carta mía. Os va la traducción.
¡Por el comunismo! ¡Venceremos!