Los imprescindibles
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Amílcar Cabral
Fundamentos y objetivos de la liberación nacional en relación con la estructura social -extracto-
«a deficiencia ideológica, por no decir la falta total de ideología, en el seno de los movimientos de liberación nacional –debida a la ignorancia de la realidad histórica que estos movimientos pretenden transformar– constituye una de las mayores, sino la mayor debilidad de nuestra lucha contra el imperialismo. (…)
“Con la intención de contribuir, aunque modestamente, a este debate, presentamos aquí nuestra opinión sobre los fundamentos y objetivos de la liberación nacional en relación con la estructura social. (…)
“A quienes vean en ella un carácter teórico tenemos que recordarles que toda práctica engendra una teoría. Y que si es verdad que una revolución puede fracasar, aunque esté sostenida por teorías perfectamente concebidas, todavía nadie ha realizado una revolución victoriosa sin teoría revolucionaria.
“…en nuestras condiciones históricas actuales –liquidación del imperialismo que se vale de todos los medios para perpetuar su dominación sobre nuestros pueblos, y la consolidación del socialismo en una parte considerable del globo– sólo hay dos vías posibles para una nación independiente: volver a la dominación imperialista (neocolonialismo, capitalismo, capitalismo de Estado) o adoptar la vía socialista. Esta operación de la que depende la compensación de los esfuerzos y de los sacrificios de las masas populares en el transcurso de la lucha, es influida notablemente por la forma de lucha y por el grado de conciencia revolucionaria de los que la dirigen. Los hechos nos dispensan de probar que el instrumento esencial de la dominación imperialista es la violencia. Si aceptamos el principio de que la lucha de liberación es una revolución y que aquella no termina en el momento en que se iza la bandera y se toca el himno nacional, veremos que no hay ni puede haber liberación nacional sin el uso de la violencia liberadora por parte de las fuerzas nacionalistas, para responder a la violencia criminal de los agentes del imperialismo.
Nadie duda que sean cuales fueren sus características locales, la dominación imperialista implica un estado de violencia permanente contra las fuerzas nacionalistas. No hay pueblo sobre la tierra que habiendo sido sometido al yugo imperialista (colonialista o neocolonialista) haya conquistado su independencia (nominal o efectiva) sin víctimas. Lo que importa es determinar cuales son las formas de violencia que deben ser utilizadas por las fuerzas de liberación nacional, para responder, no solo a la violencia del imperialismo, sino también para garantizar, a través de la lucha, la victoria final de su causa: la verdadera independencia nacional”.
