Impunidad absoluta
Un coronel de la Guardia Civil condenado por torturas presume de lucha antiterrorista
El coronel Sánchez Corbí fue condenado por torturas a Kepa Urra en 1997 por la Audiencia de Vizcaya y fue indultado por el Gobierno de José María Aznar en 1999. También asegura que irán visitando «puerta a puerta» a todos aquellos que durante el 1-0 protagonizaron incidentes violentos.
El coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí, actual jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), ha concedido una entrevista a la revista Interviú en la que repasa su trayectoria en la lucha contra ETA. A lo largo del artículo, Sánchez Corbí analiza los años de plomo, los GAL, los tiempos de Galindo o el cambio de estrategia en la lucha antiterrorista, que pasa de buscar a los comandos a centrarse en la búsqueda y detención de los jefes.
Sin embargo, en la entrevista no aparece por ningún lado un dato a tener en cuenta para contextualizar el personaje. Manuel Sánchez Corbí fue condenado el 7 de noviembre de 1997 por la Audiencia de Vizcaya a cuatro años de prisión y seis de inhabilitación por torturar a Kepa Urra en un descampado, antes de trasladarle detenido al cuartel de La Salve, en Bilbao. La minuciosa descripción de sus lesiones ocupaba dos folios de la sentencia.
El Supremo redujo posteriormente la condena a un año de prisión aunque mantuvo la inhabilitación por seis años. Sin embargo, en 1999, el Consejo de Ministros del primer Gobierno de José María Aznar, con Margarita Mariscal de Gante como ministra de Justicia, decidió su indulto y el de los otros dos agentes que fueron condenados con Sánchez Corbí.
El coronel de la Guardia Civil Sánchez Corbí también señala en la entrevista con Interviú que «todos los que en Cataluña escracharon, tiraron piedras, tiraron sillas… están siendo llamados por la justicia». De hecho, Sanchez Corbí presume de que gracias a los vídeos que se colgaron en las redes ahora la Guardia Civil puede «puerta por puerta». Lo hace de la siguiente manera:
«Ahora en Cataluña, todo el que ha cometido ilegalidades, que el 1 de octubre parecía que valía todo, no vale todo, ¿eh? Ahora, con todos esos vídeos que esta gente colgaron muy ufanos, estamos yendo puerta por puerta: ‘Buenos días, ¿usted es el del vídeo en el que tira piedras al guardia civil?’. ‘Hombre, es que yo…’ ‘No, no, usted es el del vídeo que tira piedras al guardia, (da un golpe en la mesa), venga pacá’. La gente se lo pensará.»