Manuel Arango Riego S.O.S.
A continuación unos extractos sobre la situación sanitaria de Manuel Arango:
«Me han surgido algunas nuevas dolencias añadidas a las viejas que continúo arrastrando, esto por una parte; por otra, están las condiciones sanitarias, las asistencias al hospital y el hábitat carcelario, todo lo cual es peor, en general, que en la anterior prisión de Zuera donde estuve, que ya es decir.
En esta ocasión, me centraré en el ámbito de las condiciones y no en el del historial de la salud porque ya es conocido. No obstante, sobre la salud, en cuanto a problemas nuevos, estoy con un tratamiento contra el avance de la arterioesclerosis y también tengo un proceso lento de angina de pecho.
Sobre las condiciones expondré un problema grave que también he tenido en otras prisiones, se trata de los traslados al hospital. En esta ocasión, me ocurrió hace unos escasos meses durante un traslado al hospital de Ciudad Real donde me tenían que realizar unas pruebas de pecho.
A pesar de mis resistencias, me trasladaron al hospital en un autobús típico de las conducciones entre prisiones. Debido a las inapropiadas condiciones y a mis problemas de columna vertebral, no podía moverme ni bajar del autobús; fue la Guardia Civil la que me bajó y me puso en una silla de ruedas para moverme por el hospital, donde estuve 4 horas; cuando acabé, como no había condiciones para tenerme en el autobús, estuve otras dos horas en un calabozo de los judiciales de Ciudad Real.
En resumen, la cuestión fue que entré andando en el autobús en la prisión de Herrera y acabé en silla de ruedas y en los calabozos de Ciudad Real. Después de regresar a prisión estuve un tiempo con muletas y con dolores”.
-Fragmento de la queja presentada por Manuel Arango al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria en la que denuncia las condiciones en que fue trasladado al hospital y que provocó que durante un tiempo tuviera que utilizar muletas y que sufriera dolores continuos, por este motivo comunica al Juzgado Central que:
«A la vista de todo lo expuesto me niego rotundamente a todo traslado al hospital, como no sea en ambulancia o similar”. (sic)
Ante situaciones como ésta y la que sufren otras decenas de presos políticos enfermos una vez más animamos a todas las organizaciones que realmente se consideran revolucionarias y antifascistas a mostrar su solidaridad a través de escritos, charlas, cartas, pintadas, comunicados, cualquier medio informativo que sirva para romper el aislamiento a que están sometidos.
Que ninguna lucha, manifestación… se realice sin tener presente la situación de estos presos.
Es necesario redoblar la solidaridad con todos los presos enfermos y, en especial, con aquellos mayores de 60 años y los gravemente enfermos. Hay que denunciar y dar a conocer su estado y romper su aislamiento. Todas las iniciativas son importantes. Charlas informativas, pintadas, carteles, cartas de apoyo, etc. La situación de los presos políticos es un asunto que compete a toda la clase obrera, ya que ellos han entregado lo mejor de su vida por defender los derechos y libertades de todos los trabajadores, de todo el pueblo. Por eso debemos llevar sus reivindicaciones a todos los colectivos y asociaciones.
Que el grito por la Amnistía y la Libertad de los presos políticos enfermos esté presente en todas las luchas obreras y populares.
¡Libertad presos enfermos!
¡No a las cadenas perpetuas encubiertas!
¡Por la Amnistía!