Cartas desde prisión
Lucio García Blanco
Topas, 7-1-2018
Hace un mes que trajeron a este módulo a un preso político gallego, con el que ya estuve en el dos, y nos viene bien para poder charlar de política, así como de las buenas cosas que tienen por aquella tierra, como el marisco, los vinos, etc, jeje.
Respecto a tu pregunta sobre la llamada vía Forcadell y el Procés en general, ni que decir tiene que está en un momento político complejo, teniendo en cuenta que si bien se han celebrado las elecciones y han ganado claramente los llamados partidos independentistas, aun no sabemos si se decidirán a formar un gobierno propio u optarán por ir a otras nuevas elecciones. Pero ese gobierno catalán sólo podría gobernar con el apoyo de las CUP, que ya han anunciado que no se apeará de la vía unilateral de construcción de la República Catalana. En pocos días veremos qué camino toman.
La postura que adoptaron Forcadell y otros dirigentes institucionales asumiendo la aplicación del artículo 155 de la Constitución y aceptando no salirse del marco constitucional, con la única intención de poder conseguir su inmediata salida de prisión, me parece una cuestión absolutamente indecente y vergonzante. Algo impropio de un demócrata y antifascista consecuente; pero nada extraño en políticos burgueses que han estado colaborando con el régimen fascista hasta hace poco tiempo. De ahí que ante la represión del 1-O comentasen que había vuelto el fascismo a Catalunya, y que tampoco se percatasen del regreso a los orígenes que inició el Estado en la etapa de Aznar y que también ha desarrollado recientemente para tratar de atajar sus graves crisis política, territorial y económica.
No obstante, yo creo que una cosa es que esos partidos burgueses puedan tener las citadas inconsecuencias y debilidades, así como otros muchos vaivenes, y otra bastante distinta que a estas alturas de la lucha del Procés estén dispuestos a claudicar ante el Estado, o puedan hacerlo. No hay que perder de vista que en estos momentos la burguesía catalana ya se ha podido percatar bien de los duros planes represivos y de liquidación de las autonomías, etc, que pretende imponerles ese Estado. Y, por otra parte, el propio pueblo viene cogiendo en sus manos el Procés y desarrollando sus propias organizaciones de carácter independiente, al margen de los partidos políticos institucionales, lo que va a permitir hacer frente a las debilidades de la burguesía. Aunque no tengo mucha información, los Comités de Defensa de la República creo que pueden ser una buena base para hacer frente al Estado e ir desarrollando la vía unilateral de construcción de la República. También está siendo útil el papel de denuncia política que viene haciendo Puigdemont y otros cargos institucionales desde Bruselas, amparados por la legalidad belga y fuera del alcance de la represión española. Claro que lo más importante ha sido el propio referéndum del 1-O, las dos huelgas generales, las manifestaciones y protestas de todo tipo, etc. A un pueblo que lucha así no van a poder pararlo ni engañarlo.
Otro factor importante a tener en cuenta es que el Procés ya ha generado la crisis de Estado más grave que han tenido desde el inicio de la Reforma, lo que está provocando un grave descrédito y todo tipo de problemas en el conjunto de los partidos políticos y de las instituciones. Y todo ello viene poniendo en evidencia la naturaleza fascista del régimen y contribuyendo a desarrollar la conciencia política de la clase obrera y las masas populares del conjunto del Estado.
En cuanto al ámbito internacional, el panorama está bien caliente y eso poco a poco puede ir favoreciendo el Procés. Es evidente que el bloque liderado por Rusia y China, que viene haciendo de contrapeso del imperialismo yanqui y español, está muy pendiente del asunto, y el propio Putin ya les echó en cara que aquí se reprima y no se permita llevar a cabo el referéndum de autodeterminación, mientras que en Kosovo impusieron su independencia a través de una guerra que costó muchos muertos.
Eso que subrayas en tu carta sobre que “En Euskal Herria la cosa va más lentita” también queda bien reflejado en el último sociómetro que se ha hecho allí y que he leído hace unos días, lo que en verdad no me ha sorprendido. Entre otras cosas señala que al 67% de los encuestados no les interesa la política, aunque baja al 29% respecto al Procés catalán; y sólo votaría por la independencia vasca un 23%. Y cabe recordar que hace unos años era la zona más combativa y politizada del conjunto del Estado, por la influencia del movimiento abertzale, aunque también por la lucha obrera y su tradición histórica allí.
Pero me ha cabreado bastante que en el comentario que hacen sobre esa encuesta tengan la desvergüenza de señalar que el propio Otegi ya “venía alertando de esa despolitización”. La realidad es que ha sido él liderando el cambio de táctica y estrategia política que se ha impuesto en los últimos años en el movimiento abertzale quien más ha contribuido a esa despolitización. Ha sido la renuncia a su anterior programa de lucha por una verdadera ruptura democrática para arrancar al fascismo las libertades elementales, el derecho a la autodeterminación y la amnistía, lo que en verdad ha desembocado en la actual situación de confusión y apatía por la política.
Por lo tanto, no es de extrañar que se haya dado un estancamiento o retroceso de la lucha política y social y que se tarde cierto tiempo en aclarar las cosas y retomar la lucha. A mí no me cabe la menor duda de que eso va a llegar, porque además ya hay gente como el movimiento proamnistía y contra la represión, nuevos y viejos militantes, el movimiento de resistencia… que vienen luchando por ello en la justa dirección.
Y sobre Colombia qué añadir, las cosas siguen igual.
Bueno, este año apenas he podido enviar alguna tarjeta de año nuevo porque no dejan que las familias nos puedan meter lo necesario para elaborarlas, ni tampoco nos lo traen por demandadero. Así que trasmite a todos los amigos y solidarios de esa tierra mis mejores deseos para el 2018.
Un fuerte abrazo. ¡Hai qu’ armala!
Lucio