Desde Argentina:
«Saludamos, evocamos y homenajeamos la heroica victoria de Leningrado»
Se cumple un nuevo aniversario del levantamiento del sitio en Leningrado, acaecido durante los ataques nazi-fascistas de la Segunda Guerra Mundial.
Vale señalar la firme y ferviente resistencia del pueblo trabajador ruso y de la solidaridad activa de destacamentos internacionalistas que, unidos, lograron derrotar semejante invasión imperialista y torcer el rumbo de esa cruenta guerra.
Los ataques asestados desde aviones y embarcaciones enviadas por el comando de Hitler y sus colaboradores no pudieron doblegar la férrea determinación del glorioso Ejército Rojo, quien les devolvió el golpe con rudeza de acero, destruyendo por completo la carga con que los nazi-fascistas planeaban ocupar toda la Unión Soviética.
El enorme costo humano que significó resistir un asedio criminal sobre las fuerzas armadas y las poblaciones civiles durante ese y tantos otros combates, no pudo echar por tierra la clara voluntad del proletariado soviético y mundial, lo cual permitió planificar y desplegar toda una contraofensiva político-militar que, no sólo recuperó los territorios invadidos sino que, más aún, facilitó liberar otras extensiones anexadas por los imperialistas hitleristas, hasta acorralarlos y tumbarlos en el territorio alemán y en toda Europa, haciéndoles pagar el máximo genocidio de la historia de la Humanidad.
En Leningrado, en Stalingrado y en todos los frentes en que fue necesario confrontar al enemigo opresor imperial, nuevamente,»se hizo carne» el ideal forjado del ideario trabajador, socialista y comunista, con plena convicción, nutrida del legado revolucionario que surgió, victoriosamente, desde los albores de la mismísima Revolución Socialista de 1917 en adelante, alumbrando al futuro con gloria y con esplendor verdaderamente humanista, unificador y emancipador.
¡Honor y gloria al pueblo trabajador soviético y mundial!
¡Trabajadores de todo el mundo: uníos!
¡Viva el proletariado, viva la revolución!
SECCIÓN DE POESÍAS Y CANTOS REVOLUCIONARIOS:
«La resistencia obrera siempre triunfa»
La resistencia obrera siempre triunfa,
a veces el costo es elevado
y el sacrificio es mortal,
pero nuestra resistencia,
nuestra resistencia obrera,
siempre, siempre triunfa.
se distingue el sentido de la existencia humana.
se constituye la riqueza creativa
que, injustamente, suele ser usurpada
por quienes oprimen al trabajador.
hasta niveles crueles e insospechados,
para fagocitar a pueblos enteros
y vomitarlos en miseria y brutalidades varias.
suele despertarse esa conciencia íntima
despierta a otros hermanos de labores,
de esfuerzos y de anhelos libres.
Y en el trabajo, desde el trabajo,
y desde la búsqueda misma de trabajo,
aún desde el trabajo más humilde,
desde esa resistencia contra el odio,
el más ardiente deseo y la más justa necesidad
de, izar al viento, libertad y unión.
Marianella Zárate Benítez
«Celebración de las victorias socialistas y comunistas»
se abrió paso, desde las germánicas tierras,
confeccionando las demandas del proletario
sin ser comprendido ni acompañado
Lenin, en tierras rusas, retomó esa posta,
ese enlace entre los productores de riqueza
que, bajo un orden oligárquico,
padecían los horrores de la miseria,
del hambre y de la pobreza más bestiales,
hasta triunfar con la abundancia digna
al gobernarse en soberana unión.
de esa revolución que abrigaron los valientes,
los combativos, los más decididos,
los enervados puños y las callosas manos
que se abrían paso, junto a ellos, al futuro.
Esa abundancia, esa solidaridad,
esa justiciera unión de pueblos
consagró la dignidad proletaria
como un legado mundial y universal,
al pulso emancipador que, aún hoy, nos guía,
mostrándonos que, aún, es posible
cultivar nuevas victorias proletarias,
nuevas victorias revolucionarias,
nuevas victorias socialistas y comunistas.
«Uniendo una conciencia laboriosa»
Temblor de pasos entre decepciones
que clavan piedras en camino andante,
furor de un temple que cultiva uniones
en páramos de alienación infame…
Tumultos en que nadie escucha a nadie
y algunos sólo buscan dominar;
conflictos en que nadie ayuda a nadie
y varios trepan sobre tal ruindad.
Así se agrede al pulso que trabaja,
cuando un oportunismo repulsivo
es «juez y parte», ensucia las palabras
y ataca a la honradez de un pueblo digno.
Miseria en los bolsillos y en las almas,
miseria material y espiritual;
miseria, demagogia, esencias falsas,
miseria en la brutal inequidad.
Tal desculturalización nos traga,
en su «agujero negro» de opresión;
va al lúgubre dolor que nada calma,
va al ruin antaño de la perdición.
Designios de un poder que erige sombras
cerraron los caminos de la paz.
Tan sólo una conciencia laboriosa,
abriendo el rumbo, a todos, librará.
¡Un gran abrazo proletario para todos los revolucionarios del mundo, desde Argentina!