1931-1939. Pluma pincel palabra. Al servicio de la cultura popular
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Federico García Lorca
Tal vez sea difícil encontrar una personalidad tan polémica e investigada en el campo de las letras como la de Federico García Lorca. Sigue sin cesar el oleaje que se abate sobre su recuerdo. Es un muerto vivo. No descansa su memoria. El pueblo aún no le ha vengado con sus verdades. Federico es un poeta robado y asesinado.
Y ocultado y adaptado. Pero su vida y su obra pasa por encima de sus manipuladores para hacer luz allá donde hicieron tinieblas, para ello hemos rescatado unas frases en las que nos habla de sus concepciones sobre el arte y de su compromiso:
«Yo creo que el ser de Granada me inclina a la comprensión simpática de los perseguidos. Del gitano, del negro, del judío…, del morisco que todos llevamos dentro.» (La Gaceta Literaria, enero 1931).
«En este mundo yo siempre soy y seré partidario de los pobres. Yo siempre seré partidario de los que no tienen nada y hasta la tranquilidad de la nada se les niega.» (El Sol, diciembre 1934).
«…el impulso de uno sería gritar todos los días al despertar en un mundo lleno de injusticias y miserias de todo orden: ¡Protesto! ¡Protesto! ¡Protesto!» (La Voz, febrero 1935).
«El mundo está detenido ante el hambre que asola a los pueblos. Mientras haya desequilibrio económico, el mundo no piensa» (La Voz, abril 1936).
«En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo.» (El Sol, mayo 1936, declaraciones a Bagaría).
«Yo soy español integral, y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la frontera política.» (El Sol, junio 1936).
Federico García Lorca fue asesinado por los fascistas en Fuentegrande, el 19 de agosto de 1936. El “certificado de defunción” dice que murió como consecuencia de “HECHOS DE GUERRA”.