Opinión:
Sendoa Jurado, afectado por la operación contra ex presxs.
«VOSOTROS SOIS LOS TERRORISTAS
El pasado jueves la Audiencia Nacional española emprendió una operación contra las cuentas corrientes y los bienes de decenas de ex presos y ex presas políticas. Secuestró dinero, vehículos e inmuebles y dio un gran paso para destrozar la vida de muchas personas (de las que figuran en esta operación y de las que figurarán en las del futuro).
En la medida en la que vivimos inmersos en el sistema capitalista, la propiedad privada y los derechos se transforman en lo mismo, o dicho de otro modo, tienes una cantidad de derechos proporcional a los bienes que tienes, ni uno más. Siendo así, podemos decir sin lugar a duda que estamos ante una nueva vulneración de los derechos más básicos (derecho a comida y a techo) por parte del Estado fascista español. Una vulneración más dentro de una larga lista.
Es de destacar que en la lista de ex presxs aparezcan varixs de la Vía Nanclares, demostrando que entrar en el juego establecido por quien te oprime no otorga ninguna garantía. Si les das la oportunidad te tratarán como a un clinex: usar y tirar.
Pero sobre todo no podemos olvidar que este ha sido un ataque político, como todos los que ese tribunal de excepción lleva a cabo contra militantes. El pago de la responsabilidad civil es la prueba del algodón de la “reinserción”, la prueba definitiva, la que dice que aceptas la condena, la señal inequívoca de que te has dado cuenta de que eres un terrorista. No es cierto que internamente sientas eso pero si pagas el Estado lo venderá como verdad para obtener rédito político de ello.
Y la pregunta es inevitable: ¿por qué ahora la operación para hacer pagar la denominada responsabilidad civil? La respuesta la obtendremos al echar un vistazo a la historia, ya que ha sido habitual que quienes ganan una guerra roben los bienes de los perdedores, la humillación absoluta. No buscan castigarnos a cada unx de nosotrxs, sino a todo un proyecto político. El Estado se siente ganador y muchxs entre nosotrxs están cabizbajxs. Entonces, si Franco se llevó el botín de guerra, ¿por qué no van a hacer lo mismo sus hijos e hijas políticas después de ganar otra guerra?
Otra cosa que en este contexto no podemos pasar por alto es que algunxs presxs ya han comenzado a hacer el camino jurídico. La apuesta por las salidas individuales ha traído consigo que algunxs empiecen a pagar la responsabilidad civil que les impusieron en la condena, y por lo tanto cambiar la altura del listón también para el resto. Han levantado la liebre. No existen salidas individuales en nada que tenga que ver con la cárcel, porque aunque la decisión la tome unx solx, esta afectará a todxs lxs demás.
Si yo solicito el segundo grado a ti te aplicarán el primero. Si yo acepto el control telemático para salir a la calle estando sano, al preso enfermo le presionarán aún más para que acepte esa misma medida. Si yo pago la responsabilidad civil por propia voluntad, a ti te amenazarán con quitarte lo que tengas para que pagues la responsabilidad civil aunque no quieras. Esa es la lógica, porque cada vez que yo acepto una medida represiva estoy reconociendo su efectividad. Y no es posible hacer lo que hacen algunxs, por un lado animar a lxs presxs a que paguen la responsabilidad civil y por otro criticar esta operación de la Audiencia Nacional, porque es una postura esquizofrénica.
El Ministerio del Interior español dijo que esta operación buscaba “crear contradicciones en la izquierda abertzale”, y claro que las ha creado entre muchxs. Aunque nos consideramos socialistas nos han tocado la propiedad privada, además de manera magistral, porque las hipotecas ahogan a la gente, y por ahí es por donde nos golpean desde hace tiempo. Se han dado cuenta de que lo que la cárcel no “corrige”, lo corrigen las multas y los embargos.
Nos han jodido porque queremos dejar propiedades privadas en herencia a nuestxs hijxs y no nos dejan, porque hemos olvidado que el mejor legado que podemos dejarles son los valores revolucionarios y un futuro políticamente más rico. Nos han jodido porque no sabemos vivir como reivindicamos. Nos han jodido porque estamos presos en la telaraña de las normas éticas e ideológicas del capitalismo, que tiene unos barrotes más fuertes que los de las cárceles.
Es hora de que empecemos a poner en duda nuestro modelo de vida, porque mientras siga siendo a la medida de lo que nos impone el capitalismo no podremos llevar a cabo esa revolución con la que soñamos, y ya es hora de organizar verdaderas redes de solidaridad alrededor de quienes sufren consecuencias económicas por luchar, para que la frase de que “todxs debemos dar algo para que unxs pocxs no lo den todo”, además de bonita, sea real.
De todas formas, entre todas las cosas malas, la represión tiene algo bueno: nos recuerda cuál ha sido nuestro recorrido y nos devuelve a la base de nuestros principios. Deja al descubierto el tamaño de la apuesta que hicimos y abre las puertas a la solidaridad. Todxs lxs que entendimos la cárcel como un espacio de militancia debemos ver esta operación como una posibilidad para la lucha.
Para terminar y como he dicho antes, lo más importante es no olvidar que este es un ataque político y que, por lo tanto, la respuesta también deberá ser obligatoriamente política. No voy a juzgar ni voy a decir a nadie lo que tiene que hacer, porque entiendo que esta operación ha dejado situaciones realmente graves. De todas formas quiero recordar que la postura que tomemos para responder tendrá consecuencias sobre el futuro de otrxs. Por eso tengo claro que no voy a pagar por mi voluntad ni un solo euro de la condena impuesta. Es verdad que como tengo poco, poco me podrán quitar, pero de ninguna manera voy aceptar que hacer frente al fascismo sea terrorismo. También en este caso la lucha es el camino.»