Muro de solidaridad:
-Poesía de lector@s:
A SANGRE FRÍA
A sangre fría.
Así mata el capitalismo.
En Palestina, en Siria, en España,
en todas partes…
Asesina a niños, jóvenes, mayores…
A personas de todas las edades
por el sólo delito de estar vivos,
de querer sentirse vivos,
de luchar por la vida…
Porque el capitalismo
nos quiere muertos en vida.
Zombis trabajando,
zombis consumiendo,
zombis «divirtiéndonos»,
zombis, zombis, zombis…
Y no puede tolerar
que abramos siquiera
un tímido ojo,
que levantemos un puño cerrado,
que alcemos una bandera
de dignidad y resistencia…
María Jesús Romero
17 mayo 2018
-“Visitando a un preso político, y pasando por Córdoba, fotos de dos maravillas de esculturas históricas de Pepe Balmón. Verdadero arte popular”.
*Balmón. “Utopía..?”. Julio 1979.
*Balmón. “A Marinaleda”. Julio 1983.
-“Los desalojos diarios de casas okupadas, de bloques okupados de jóvenes activos que le han dado vida a los barrios.
Lavandería popular, comedores populares, vida en zonas que están siendo comidas por la especulación y la gerentrificación, actos populares… ese ha sido el resultado de que en muchas ciudades los okupas hayan pasado a la agenda represiva de todas las policías de España. Nacional en algunas localidades, municipales en otras, autonómicas en decenas de casos, G.C… pero resulta que en algunas localidades el atosigue es diario.
Me cuentan que en Vitoria había y hay varios edificios okupados que son de propiedad final municipal, y que ésta ha tenido vacíos durante tanto tiempo -con la agenda de espera que hay- dichas casas, que grupos de jóvenes organizados las okuparon. A algunas les cortaron la luz, el agua… Las amenazas de desalojo se han cumplido y otras están en espera. El barrio entero okupa de Errekaleor resiste aún de los múltiples acosos que sufre…
Salgamos… a tu pueblo. Y las okupaciones a nivel familiar, personal o NO reivindicada. ¿Es que acaso la gente no tiene derecho a vivir en una casita?. Si, como en el caso de Vitoria, todas ellas estaban vacías, o dedicadas a la degradación voluntaria, o de carácter municipal que no se estaba empleando desde hace tiempo… ¿qué delito se supone que se está realizando?
A mí antes (por prejuicios) era de los que en cierta manera me parecía aquello de “joder, ya, y más como está el tema de la vivienda, pero al dueño le dejarán acojonao”. Ahora soy de los que piensa que a nadie le okupan la primera vivienda ni la segunda si no es para especular; y quien decida, como los ayuntamientos, los Bancos o especuladores mafiosos del mundo de la vivienda, tener bolsas de casas ¡vacías! aún de la enorme necesidad de alquiler social. Precisamente en una de las ciudades españolas donde el alquiler privado está por las nubes, pensado a conciencia, claro. Y se puede hablar de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Sevilla, Vitoria, la totalmente degradada costa levantina, mil otras localidades, o, seguro, en tu ciudad.
Que la gente ponga el grito en el cielo porque un o una obrera como tú o como yo; un joven, una joven, una pareja, que se quieran emancipar tengan que enfrentarse, a alquileres de 750, 840, 900, 1000, 1070… euros. ¿No pasa en tu localidad que hay peña de tola vida viviendo junta, para afrontar entre 4, 5… un alquiler privado?. Eso pienso yo ahora, que algunos mejormente organizados, hagan como los chavales y chavalas de esos ejemplos de Resistencia ante la negación de una vida digna a la juventud, a millones de obreros con la soga al cuello con su mísero sueldo…
Quien crea que son unos melenudos o hipis, en muchos barrios de muchas localidades, los OKUPAS con mayúsculas, son los primeros en mostrar respeto con el vecindario, darle vida al barrio, mostrar solidaridad con colectivos populares… O ser los vecinos más discretos del mundo si deciden no hacerlo público.
*Foto de uno de los edificios okupados amenazados de desalojo. La letra hace referencia a una canción del grupo Potato. C.”
-Antonio Machado. Tan claro. Tan eterno:
«En efecto, soy viejo y enfermo, aunque usted por su mucha bondad no quiera creerlo: viejo, porque paso de los sesenta, que son muchos años para un español; enfermo, porque las vísceras más importantes de mi organismo se han puesto de acuerdo para no cumplir exactamente su función. Pienso, sin embargo, que hay algo en mí todavía poco solidario de mi ruina fisiológica, y que parece implicar salud y juventud de espíritu, si no es ello también otro signo de senilidad, de regreso a la feliz creencia en la dualidad de sustancias.
De todos modos, mi querido Vigodsky, me tiene usted del lado de la España joven y sana, de todo corazón al lado del pueblo, de todo corazón también enfrente de esas fuerzas negras –¡y tan negras!– a que usted alude en su carta.
En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos –nuestros barinas– invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud».
Carta a David Vigodsky, 20 febrero de 1937.