Memoria Histórica imprescindible
La represión fascista en Canarias e Isabel Hernández Marichal
El 3 de junio se cumplían los 35 años del fallecimiento de Isabel Hernández Marichal, nacida en Hermigua, en el norte de La Gomera. El paisaje era precioso pero los recursos económicos de la familia escasos, así que el padre se fue a buscarlos a Cuba, mientras Isabel, su madre y sus dos hermanos pequeños, José y Rosa, se trasladaron a Tenerife.
Una Isabel de 12 años deja la escuela para empezar a trabajar en la industria del tabaco. Si eres mujer y te toca trabajar no hay mucha oferta: tabaquera, costurera o criada. Trabajar de tabaquera tenía sus ventajas, salías de casa, establecías relaciones con otras mujeres y constatabas que por el mismo trabajo cobrabas la mitad que un hombre. Esa realidad la lleva a afiliarse a la CNT al cumplir los 16 años. Y en el Sindicato de Tabaqueros de Ambos Sexos vuelve a tener acceso a lo libros y a las ideas.
Isabel empieza a convertirse en una presencia habitual en las huelgas del sector, destacando por tomar la palabra en diversos mítines, algo que también parecía reservado a la testosterona. Las mujeres del tabaco acuden a ella para exponer su situación e Isabel no tiene grandes secretos que desvelarles: hombres y mujeres son iguales y la igualdad se trabaja en la lucha diaria. Las autoridades toman nota y la encarcelan en numerosas ocasiones igual que a un hombre, que no hay mitad de condena por cuestiones de género.
En septiembre de 1934 los que están en huelga son los agricultores de La Orotava. El Sindicato de Tabaqueros de Ambos Sexos de la CNT muestra su solidaridad con un acto sencillo. Familias de las tabaqueras acogen varios meses en sus casas a hijos de las familias campesinas en huelga. Cosas de la unidad. Además, una Revolución sin algo de ternura es poca cosa.
La intervención de Isabel ilumina la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife en el mitin del 1º de Mayo de 1936. No volverá a intervenir en un mitin del 1º de mayo hasta 1978, muerto el dictador y la salud muy maltrecha.
El 18 de julio de 1936 no hay muchos sitios en los que esconderse en Canarias. El grupo con el que se mueve Isabel cae al completo e Isabel consigue escabullirse y pasar a Las Palmas. De los 64 compañeros anarquistas detenidos y juzgados, 19 serán fusilados el 23 de enero de 1937. A Isabel la condenan en ausencia a 12 años por delito de rebelión. Por rebelión ante la injusticia, es de suponer.
En Las Palmas tomará la identidad de su hermana Rosa y pasará cinco años escondida en una habitación de una pensión que llevan unos compañeros de la CNT. En 1941 empieza a salir y consigue trabajar de nuevo en una tabaquera. En esa época acabará uniéndose con Blas Pérez Sicilia, militante de la CNT de Las Palmas, con quien tendrá dos hijas, Josefa y Nieves.
En 1951 la indultan de su pena carcelaria. No la indultan de pobre en un país hecho a la miseria y Blas debe emigrar a Venezuela. Isabel fue saliendo adelante con sus dos hijas, inculcándoles el gusto por la lectura y el saber, su manera de abrir las ventanas y airear cuartos repletos de silencio.
Muerto el homicida de El Pardo, Isabel volvió a la actividad con la CNT y dio todo su apoyo a la Coordinadora Feminista, participando con su aplomo de mujer libre en los actos del 8 de marzo de 1979. Le quedaba poco tiempo y la enfermedad fue cruel con ella, infectada por esos ácaros del polvo del olvido que nos borran de los días. Escribir esos días, ponerles nombre, por ejemplo, Isabel, darles aire y luz, es tarea nuestra. O eso o nos come la mierda.
(Toni Alvaro, en las redes)