Presos políticos de Sáhara
El preso político saharaui El Wafi Wakari necesita atención médica urgente y protección para su vida
El preso saharaui de 28 años de edad, el Sr. OUAKARI ELOIFI (también pronunciado El Wafi Wakari), que fue trasladado el 4 de julio a la cárcel de Ait Melloul, necesita atención médica urgente y protección de su vida.
Después de su traslado, Eloifi fue puesto en una celda con presos marroquíes de delito común violentos, lo que plantea serias preocupaciones para su integridad física, ya que es absolutamente incapaz de defenderse debido a su condición de salud.
En la misma prisión están otros tres estudiantes saharauis: Ali Shargui, Hamza Rami y Ahmed Abba Ali del mismo grupo, conocido por Grupo Compañeros de El Uali, que fueron transferidos el mismo día, pero están en bloques de celdas diferentes y sobre los cuales no existen informaciones actuales.
Las familias piden a la ONU y a la UE que se dirijan a las autoridades marroquíes la petición de unirse a todos los presos políticos sahararauis actualmente detenidos en Ait Melloul.
Eloifi fue detenido en enero de 2016 y, desde su arresto, fue sometido a maltrato grave, palizas, ingestión insuficiente de alimentos, sufrimiento psicológico y físico.
De 29 de marzo a 29 de abril de 2016, hizo una huelga de hambre, durante la cual su salud empeoró rápidamente. Aunque se afirme en la Ley Penitenciaria Marroquí que los huelguistas de hambre deberían tener seguimiento médico, no fue así.
Cuando terminó la huelga de hambre, Eloifi comenzó a tener problemas digestivos y el médico de la prisión de Oudaya, Marrakesh, prescribió SULFAPRIM FORT. Su salud no mejoró con esta medicación, al contrario, empeoró significativamente, pero no fue enviado a un especialista.
Después de varias quejas presentadas por Eloifi, el Director Regional de Prisiones ordenó su traslado al hospital, donde realizó exámenes de sangre y rayos X y después de los resultados los médicos prescribieron LIXIFOR.
Con esta nueva medicación, empeoró aún más. Después de un año y medio de sufrimiento y muchas quejas, fue nuevamente enviado al hospital y los médicos dijeron que sufría de envenenamiento, pero una vez más no fue tratado.
Además de los problemas digestivos, fue diagnosticado con un problema en un testículo y fue informado de que necesitaba una cirugía urgente, pero la cirugía no ocurrió y no tuvo seguimiento médico.
En la actualidad, sufre de:
Problemas digestivos, Vómitos continuos, Fiebre Crónica
El director de la prisión de Oudaya, Abdul Rahim Karari, rechazó cambiar la dieta de Wakari sugerida por el médico. En Ait Melloul, la comida es aún peor para su salud.
También tiene deficiencia auditiva grave y dolor desde las palizas a que fue sometido después de su detención. Según su testimonio, es casi sordo del oído izquierdo.
También se queja de dolor severo en un testículo (que de acuerdo con los síntomas puede ser una torsión testicular), pero tiene que ser resuelta mediante cirugía urgente, como se le explicó en el hospital.
Debido a todos estos problemas de salud, redujo el consumo de alimentos a un mínimo en Oudaya, comiendo sólo pan seco por la mañana y arroz con zanahoria al almuerzo, Eloifi dice que sufre un constante e insoportable dolor, pero en Ait Melloul la comida que recibe es aún menos apropiada. Él pesa ahora alrededor de 45 kg, pero sigue perdiendo peso.
En el tribunal de apelación de Marrakesh este año Eloifi denunció a los jueces y al procurador general en presencia de los Observadores Internacionales que necesita atención médica urgente, pero ninguna mejora de su situación puede ser observada, ya que sigue siendo víctima de negligencia médica.
Desgraciadamente, la negligencia médica de los prisioneros políticos saharauis es sistemática y todas las quejas y recursos presentados a las autoridades marroquíes no tienen efecto ni respuesta. Desde el año pasado, el CNDH (Counseil National droit d’homme de Maroc) es el canal “oficial” para el “acompañamiento” de la tortura y de los malos tratos, pero el CNDH no responde a ninguna queja de los presos políticos saharauis, ni da seguimiento a los casos, las únicas circunstancias en que aparecen en las cárceles son cuando son enviados como “mensajeros” del gobierno pidiendo a los prisioneros parar las huelgas de hambre.
Eloifi, como todos los presos políticos saharauis, no recibe copias de los extractos de sus exámenes médicos, resultados de rayos x u otra información por escrito del equipo médico del hospital y de la prisión o del director de la prisión.