Álvaro, joven cántabro con la Ley Mordaza encima, por querella criminal de una asociación fascista.

Foto. Álvaro hablando en una manifestación.

Criminalización:

Nueva víctima de la Ley Mordaza en Santander: Álvaro G. P.

Una lee cosas, se solidariza, piensa que este país nuestro es una corrala de locos, pero solo cuando el desatino llama a la puerta cercana se percata de la realidad. Nos hemos cansado de repetir que la Ley Mordaza era un resabio del fascismo más recalcitrante. Hemos escrito y twiteado en contra de la persecución a twiteros, raperos o actores que, con mejor o peor suerte, disentían de la verdad impuesta.

Ayer, recibo una llamada de una querida amiga; apurada me cuenta que su hijo, al que conozco desde chico, ha recibido una citación del Juzgado por una Querella Criminal por delito de injurias tipificado en el artículo 208, interpuesta por la Asociación Alfonso I… ¿Qué ha podido hacer Álvarito contra esos caniches del fascio?

Antes de seguir, les explico quienes son los caniches del fascio (ojito, que me estoy jugando querella, porque quizá les moleste lo de caniches…) La Asociación Alfonso I es un ente cultural (dicen ellos). Entre las lindezas que encontramos en su web están las sucesivas conferencias de Pío Moa, la solidaridad con los desfavorecidos “españoles” conferencias y charlas sobre José Antonio, la Falange, homenajes a la División Azul, al Capitán Palacios, amigos y hermanados con Europa 2000. Les adjunto enlaces al final del artículo para verificar lo que cuento, aunque me apena que gracias a este artículo los caniches del fascio tengan más resonancia de la que dan los cuatro gatos que integran su fantasmagórica asociación. Sea por la causa.

Estos caniches, denuncian a Álvaro, porque en su Instagram se solidarizó con la protesta que su grupo político protagonizó ante la conferencia que pretendían dar en el hotel Bahía de Santander. Les adjetivo como ideología fascista, racista y xenófoba… Se enfadan y denuncian, por vía penal, el pantallazo de Álvaro, el juez tramita la denuncia y es posible que procesen a nuestro chico y sea uno más de los que tenga que salir corriendo o entrar en una cárcel. Álvaro es estudiante de Filosofía, su ilusión es la docencia, entra dentro de sus posibilidades hacer una oposición. Con antecedentes penales su futuro queda truncado de la peor forma.

Conforme me contaba su madre y amiga estos sucesos me sumí en una mezcla de perplejidad y cabreo monumental. Claro que sabemos que esto ocurre, y que hay chicos encarcelados o exiliados por pamemas como las de Álvaro, pero esta realidad se abría ante mis ojos con la suficiente cercanía como para espantarme.

Y me digo: el mundo al revés. Unos tipos que difunden ideas fascistas…porque señores de Alfonso I, la Falange era un partido fascista y esto no es insulto es adjetivo calificativo. Si ustedes lo consideran insulto, lo tienen fácil, cambien de ideología. Si ustedes dicen ayudar “solo” a españoles, excluyendo a seres humanos de otros países, consideran que no debemos admitir refugiados, que son lo peor, que gastan nuestro dinero en fiestas (revisen la web, por favor, verán que me quedo corta) eso es xenofobia. Si ustedes lo consideran insulto, cambien de ideología. Es lógico que les avergüence que un chico luchador y animoso ponga en solfa sus tendencias. Es lógico. Reitero, si les avergüenza lo que son: cambien de ideología.

El sábado veía la televisión mientras cacharreaba por mi cocina teniendo el dudoso gusto de escuchar como el amable señor Bono adjetivaba al Honorable Torra como nazi, xenófobo, racista y demás lindezas. Yo no sé si lo es, ni tan siquiera sé si un tipo que ha sido ministro y presidente del Parlamento Español debiera hacer esas declaraciones insultantes hacia el representante de Catalunya, o si es prudente ser tan bocachancla justo antes de que su (nuestro) presidente se reuniera con el Honorable Torra. Lo ignoro, pero lo hizo en programa de máxima audiencia. Que nuestro Álvarito llame racista a quien lo es, xenófobo a quien lo es, se convierte en denunciable, delito penal y posiblemente una pesadilla que tengan que afrontar durante meses o años él y su familia es, a todas luces, intolerable.

El problema está en que esa Ley Mordaza sigue vigente, que no se ha derogado y pende sobre nuestras cabezas como soga o puñal, constriñendo el sacrosanto derecho a la libertad de expresión. Que esa Ley se ha convertido en proclama de canallas para amordazarnos, porque a ellos no les toca el pelo.

Por último decir que tengo la sensación, compartida con mi amiga y mi querido niño Alvarito, que el mundo anda al revés.

Los malos nos denuncian, los malos en este país tienen la llave de nuestro futuro. Y va a ser que no. Que no les vamos a dejar.

Mi solidaridad y la de los integrantes de @LaPajareraMgzn con Álvaro. Les pido, lectores/as, que propaguen este hastag para vergüenza de unos legisladores que mantienen la mordaza sobre nuestra boca.

http://www.lapajareramagazine.com/nueva-victima-de-la-ley-mordaza-alvaro-garcia-palacios

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