Memoria histórica imprescindible
— La MATANZA de enfermeras y trabajadores REPUBLICANOS del hospital de VALDEDIÓS, Asturies. Al menos 12 mujeres y 5 hombres, ellas VIOLADAS, Todos ASESINADOS por tropas franquistas en 1937 —
El comandante Emilio Molina que mandaba a los soldados navarros de la 6ª Brigada Navarra carlista, ordenó liquidar a bayonetazos a 70 prisioneros republicanos en Caravidales el 19 de octubre de 1937. La tarde del 22 de octubre, estos asesinos encontraron al personal del Hospital Psiquiátrico ovetense de La Cadellada evacuados en el monasterio de Valdediós (Asturias): Enfermos, médicos, enfermeras, mantenedores, cocineros y limpiadoras, todos, o casi, afiliados a sindicatos y colaboradores del Socorro Rojo.
Al caer la noche, los militares se descontrolaron, forzaron a las mujeres del Hospital a cocinar una macabra cena, a bailar contra su voluntad, sus instintos se desmandaron en orgía de alcohol y abusos sexuales. Tras golpear y violar a las mujeres, los franquistas las condujeron, y a varios hombres, a rastras hasta un bosquecillo de castaños. El cura castrense, lejos de paralizar la matanza, bendijo la barbarie y ofreció confesión a las víctimas que, obligadas a cavar varias fosas, fueron fusiladas y reventados sus cráneos a balazos por sus verdugos. Una niña de 15 años y 14 enfermeras fueron violadas y asesinadas, así como 4 celadores del hospital. Antonio Lorenzo, hijo de la enfermera Conchita Moslares, asegura: ”…se llevarían sobre 33 personas, las obligaron a excavar fosas, acostarse en el fondo, y así los mataron. Después de eso los perros andaban desenterrando restos humanos y alguien los enterró mejor”.
La Sociedad Cientifica Aranzadi, los voluntarios que con ella colaboraron y los memorialistas asturianos de Todos los Nombres Asturias lograron exhumar 17 cuerpos en el año 2003. Hay 14 con el cráneo fracturado por disparos en la proximidad del oído, lesiones calificadas de violencia homicida. Son 12 mujeres y 5 hombres, 8 de ellos pertenecen con total certeza a las enfermeras Rosa Flórez y Oliva Fernández; a los enfermeros Urbano Menéndez, Emilio Montoto y Antonio Piedrafita muerto éste último de un tiro en la espalda mientras intentaba la fuga; a las limpiadoras Claudia Alonso y Soledad Arias y a la ayudante de cocina Luz Álvarez Flórez.
Aquel día desaparecieron para siempre otras 13 personas, las cuales deben estar en otra fosa aún por localizar. Eran las enfermeras Julita Menéndez, María Teresa Martínez, Marian Solís y Pilar Quirós; los enfermeros David Cueva, Antonio González, Manuel Vallina, Antolín González y Casimiro García; la limpiadora Soledad Méndez; la lavandera Felicidad Álvarez; la planchadora y costurera Consuelo Iglesias; y la cocinera Francisca Vázquez. Es probable que los restos de otros trabajadores del hospital de los que a partir de entonces no se volvió a tener noticia, estén entre los que se hallen cuando pueda encontrarse la 2ª fosa, de paradero ignoto.
*En muy pocos escritos se pone el nombre de dos familiares que estuvieron allí, se trata de dos hermanas Eusebia y Claudia Alonso, ésta última fue víctima de tan salvaje atrocidad. Ellas estaban allí ayudando. Me gustaría que fueran recordadas. Gracias.