Pluma Pincel Palabra. 1931-1939. Al servicio de la Cultura Popular
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El Cine
El cine tuvo una gran importancia durante la guerra, no solo la proyección de películas en cines, frentes, colegios, hospitales, sino también se rodaron numerosas películas y documentales para dar a conocer al mundo la lucha de los pueblos del Estado español contra el fascismo.
Películas que en su mayoría, hoy ochenta años más tarde, siguen “perdidas”, escondidas o desaparecidas. Una de las más conocidas y fundamentales, tanto por su contenido como por sus imágenes es la película “Morir en Madrid”. En contra de lo que el título pudiera sugerir, no es un trabajo monográfico sobre la larga contienda en la capital sino una lección de historia, donde se presentan, sin grandes pretensiones, las realidades de la participación del pueblo en la lucha de resistencia contra el fascismo en Europa; donde la Iglesia se pone de parte de los usurpadores de una república elegida democráticamente el 16 de febrero de 1936; o donde los grandes capitalistas, la Banca y los terratenientes, aportan los medios económicos para traer al lado nacionalista tropas mercenarias, moros, italianos, alemanes y cuantos colaboradores del fascismo había.
El pueblo de Madrid da una lección de unión y solidaridad en la lucha que mantiene firme y resuelto, aunque sus gobernantes les abandonen. Solo con la traición del coronel Casado, en 1939, pudieron entrar en Madrid las tropas de Franco tras vaticinar, en 1936, que su toma sería un paseo militar.
La heroicidad del pueblo de Madrid quedó plasmada en las secuencias magistralmente documentadas.
Pero también hay que mencionar la gran labor cinematográfica que realizaron los partidos políticos y organizaciones solidarias. Semana tras semana realizaban noticiarios que mostraban a España y a Europa como se luchaba y se sufría en los frentes y en la retaguardia. Como ellos señalaban “Junto a las huellas, cubiertas de sangre y humo del fascismo, junto a los restos de criaturas empotradas en las paredes o pulverizadas entre escombros, junto a los gritos de dolor, de indignación y de rabia de un pueblo martirizado y traicionado, verán los que vean estos noticiarios la expresión serena, dura y potente de nuestros soldados. Estas cintas muestran cómo los facciosos han destruido hogares y monumentos, centros benéficos y centros de cultura, mercados públicos y vidas inocentes; pero también cómo lejos de desmoralizarse, este Madrid ametrallado organiza con creciente energía la defensa, para luego iniciar el ataque victorioso”.