Pluma Pincel Palabra. 1931-1939. Al servicio de la Cultura Popular
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Castelao
Alfonso Daniel Rodríguez Castelao nació en Rianxo (A Coruña) en 1886. Pasó su infancia en Argentina, de donde regresó para estudiar medicina en Santiago de Compostela, aunque nunca ejerció como médico, sino como profesor de dibujo en un instituto de Pontevedra.
Militante nacionalista gallego, fue diputado en las Cortes constituyentes de 1931 en representación de la Organización Republicana Gallega Autónoma. Fue expulsado de Galicia por el gobierno de Lerroux en 1934. Al formarse el Frente Popular de cara a las elecciones de febrero de 1936, Castelao influyó decisivamente para que el Partido Galeguista se integrara en él, intuyendo que sólo la unión con las fuerzas de izquierda lograría la aprobación del Estatuto, del que fue el principal artífice. De nuevo fue elegido diputado.
Castelao era un patriota gallego, un demócrata entregado por completo a la recuperación de la identidad nacional gallega. Aunque su obra literaria, escrita casi toda en gallego -era miembro de la Academia de la Lengua gallega desde 1926- es bastante extensa y en la que destaca su ensayo Sempre en Galicia, han sido sus magníficos dibujos los que han pasado a la posteridad.
Tras el golpe del 18 de julio de 1936, Castelao se dedicó a recorrer la zona republicana, divulgando las ideas democráticas. En Barcelona impulsó la revista Nova Galicia. Boletín quincenal de los escritores gallegos antifascistas.
Viajó a la URSS con una delegación española para “compartir con la nación amiga” la celebración del 1º de Mayo de 1938.
En el Museo de Arte Occidental de Moscú se había organizado una exposición con las estampas que componen “Galiza mártir”, “Atila en Galicia” y “Milicianos”, exposición que le llenó de orgullo al comprobar que allí era un dibujante muy admirado. El viaje le dejó una profunda huella. “De la URSS no se regresa jamás”, le confesaba a un amigo.
A su vuelta a Barcelona realizó diversas declaraciones muy elogiosas hacia la URSS, lo que no sentó muy bien entre algunos de sus correligionarios, que llegaron a calificarle de “piltrafa política”.
Por esas mismas fechas, cayó en sus manos la obra de Stalin La cuestión nacional, que había sido traducida al catalán. Al parecer su lectura le impactó.
Tras la derrota de las fuerzas populares, Castelao regresó a la Argentina de su niñez. Murió en Buenos Aires, en 1950.