Pluma Pincel Palabra. 1931-1939. Al servicio de la Cultura Popular
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Arrasaron la Cultura Popular
Asesinados o condenados a morir de hambre. Muertos por tortura o en el exilio. Fusilados o menospreciados. Caídos en combate. TODOS ellos eliminados de la historia artística de España a base de golpes, tuberculosis, hambruna y tiro en la sien.
Eran investigadores, arquitectos, fotógrafos, artistas plásticos, intelectuales, difusores del cine obrero, escultores, escritores… Todos ellos republicanos españoles, vascos, catalanes, gallegos o canarios, progresistas, constructores de utopías y libertades. Muy pocos de ellos superaron la masacre que significó el golpe de Estado fascista de 1936.
Para los fascistas todos eran unos rojos, homosexuales y masones asesinos, y bajo la bandera del con nosotros o contra nosotros, los asesinaron, de cuerpo o de obra. En ninguna otra guerra a lo largo del ancho mundo murieron más artistas antifascistas que en la española. Esta fue la primera eliminación; cuarenta años más tarde, con la llamada “transición”, con la excepción de algún que otro traidor, sufrieron una segunda eliminación. Siguieron y siguen desaparecidos de los libros de texto, de las historias del arte y de cualquier otro reconocimiento.
En el caso de aquellas figuras muy representativas como Lorca, Miguel Hernández o Antonio Machado que no pudieron condenar al baúl del olvido, fueron despojadas tanto de su obra como de sus vidas toda connotación antifascista y de su compromiso con la causa popular. Hoy han transcurrido otros cuarenta años y seguimos sufriendo las consecuencias de este arrasamiento, seguimos instalados en el pensamiento único, en la consigna de con nosotros o contra nosotros, se sigue persiguiendo con saña y aniquilando todo lo que huela a cultura popular y revolucionaria.