España 2018. Memoria de criminales, muy actual
Historia de un nazi alemán y su fortín de Alicante
El exlegionario alemán Joachim Fiebelkorn, uno de los neonazis más temidos de la segunda mitad del siglo XX, investigado por una masacre en Italia y odiado en Bolivia por su papel como colaborador de la dictadura junto al capitán de la Gestapo Klaus Barbie, tiene un fortín en Alicante donde es arropado por guardias civiles, militares y camaradas legionarios.
En la localidad alicantina de Rojales hay una finca que emula a un castillo fortificado, con sus torretas, almenas, innumerables cámaras de seguridad y dos águilas imperiales custodiando un portón sobre el que se clava una gran bandera de España. En su interior hay un patio en el que un sacerdote celebra misa flanqueado por dos ametralladoras de gran calibre, un Cristo y una imponente Cruz de Hierro alemana. Se trata de un oficio veraniego por el apóstol Santiago, y son más de una docena los miembros de las fuerzas armadas cantando himnos patrióticos en un encuentro que exalta el lema de la Reconquista, “Santiago y cierra España”. La convocatoria ha sido lanzada por la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de la Vega Baja, asociación que celebra aquí actos de corte nacionalista en los que se ve a generales del Ejército y comandantes de la Guardia Civil degustando una paella bajo el retrato de Millán Astray o Francisco Franco. Nada de todo esto sería posible sin la generosidad de su anfitrión, el histórico neonazi alemán Joachim Fiebelkorn. Es el dueño de la finca.
A la pregunta contesta: “Siempre admiré a Franco. Desde niño”, y de ahí salta a sus 19 años sin mediar palabra. “A la Legión española me apunté porque en un viaje por el Sáhara español nos los encontramos de pronto, y así de fácil. Yo y Kopplin nos alistamos”. Herbert Kopplin es un personaje como Fiebelkorn. Fue miembro de las Waffen SS en el frente ruso durante el final de la Segunda Guerra Mundial, extremo que Joachim recuerda con orgullo de hermano menor. “¿Ya sabes que Kopplin fue de las SS, verdad?”.
Tras años de mercenario fascista y narcotraficante, el 8 de noviembre de 1983, el propio ABC publicaba: “Un exlegionario alemán que organizó transportes de cocaína en Bolivia en complicidad con las autoridades bolivianas y que posteriormente se convirtió en colaborador de los servicios de Lucha Antinarcóticos de Alemania federal comparece estos días ante un Tribunal de Fráncfort. Se trata de Joachim Fiebelkorn, de 36 años, a quien se le acusa de haber dirigido en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra un grupo paramilitar dedicado a la recogida y transporte de esa droga. […] Contra Fiebelkorn existe orden de busca y captura de las autoridades italianas por su supuesta participación en el atentado de Bolonia que causó la muerte a 85 personas en agosto de 1980. La Justicia alemana denegó la extradición”. Al tribunal italiano le faltaron pruebas para condenar a Fiebelkorn, quien sí conoció la cárcel en Alemania por sus otras actuaciones delictivas. “Me pasé años en prisión”.
Ahora se dedica a organizar fiestas y actos con fascistas, militares y guardias civiles, plenamente impune por sus actos fascistas, viviendo en territorio español.
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