Argentina:
Poesías y canciones OBRERAS Y REVOLUCIONARIAS
-«Amigo obrero, hermano socialista»
Ahora,
ahora, ya soy una mujer;
necesito, más aún,
tu amistad, tu bondad, tu solidaridad,
al proseguir mis horas
de simple, pero justa, trabajadora.
Ahora,
que yo también lucho,
junto a mis compañeros,
junto a mis amigos del pueblo,
junto a mis hermanos de clase trabajadora,
necesito contar con tu abrazo,
con tus sabios consejos
y con lúcida y decidida compañía.
Ahora mismo te necesito,
amigo obrero, hermano socialista,
ferviente proletario de los pueblos,
para que mis hijos, tus hijos
y los hijos de nuestros hermanos,
de nuestros amigos, de nuestros vecinos
y, también, de quienes, aún, no conocemos
ni, quizás, jamás conozcamos,
puedan vivir, con mayor justicia y libertad,
que vos y yo,
que nosotros y tantos, tantos otros más,
apenas, hemos podido discernir, soñar y anhelar.
Analía Páez Gutiérrez.
…
-«El burgués posmodernista»
El burgués posmodernista
ha sabido adaptarse
a la ruina imperialista,
sin que nadie lo desplante.
El burgués ha infiltrado
movimientos populares,
ha invertido en sus tiranos
y en sus redes clientelares.
El burgués posmodernista
ha sabido disfrazarse
de «simpático» elitista;
mientras: hay hambre en las calles.
El burgués ha delineado
las políticas actuales
en que, aún el pobre honrado,
cree ir «rumbo a liberarse».
El burgués posmodernista
ha logrado, al fin, venderse
como un «rico populista»
y quedar como «agradable».
El burgués actual te explota,
te persigue y te masacra,
mas los pobres no lo notan:
muchos pobres lo idolatran.
Mas, aunque el burgués se ría
y lo niegue, sabe bien
que, hoy, mañana, o algún día…,
… alguien… lo podrá vencer
Juan Rafael Panario
-«Soneto de mi infancia obrera»
Está lloviendo, fuera de esta sala,
besando las ventanas de esta noche
primaveral de evocaciones vanas,
aquel recuerdo de otros sinsabores.
Fugaz ventisca trae, apasionada,
muy melancólica pero fulgente,
a esta juventud que arde en mi alma.
las mil memorias de mi infancia alegre.
El agua tímida se hizo diluvio,
la luna, luego, izó su plenilunio
y, a modo de metáfora, mi azar,
en lágrimas, halló lejanas claves:
mi infancia obrera, mi niñez de hambre,
¡me llama a la Revolución Social!
Analía Páez Gutiérrez
—
-«Entre la ruindad y el lujo»
Entre el fanatismo de unos
y la indiferencia de otros,
entre la ruindad y el lujo,
se nos burla un poderoso.
Demagogia, hipocresía,
sin moral ni convicciones;
sobran los oportunistas,
falta gente que razone….
Arribistas que se venden,
que se alquilan y que roban;
trepan, tejen y destejen,
explotando a las personas…
Trepan mucho tantas mafias,
tantos falsos y matones;
y el obrero, el que trabaja,
sufre hambre y privaciones.
En tal crisis, tambalean
las corporaciones que usan
a quien crea las riquezas
y le pagan con penurias.
Tanta destrucción le sirve
al rufián más desalmado:
al que estafa a los Humildes,
al Mercado y al Estado.
Tanta trampa, que se extiende
en las sendas que hoy surcamos,
colma al pueblo de indigentes
y enriquece al más ricacho.
Ya no sirve más rendirse
por tres míseras migajas;
es urgente, hoy, instruirse
y empuñar nuestra esperanza.
Ya no sirve doblegarse
ante tanta inequidad…
¡Es urgente organizarse,
por justicia, unión y pan!
Fernando Adrián Zapata
-«Historias de mi abuelo socialista»
Mi abuelo, aquel pobre anciano que enviudó,
entre guerras y dictaduras de variados signos,
quien recorrió países de ignota identidad
y de legendarios cultos,
me ha susurrado historias al sinfin.
Historias de asambleas y de huelgas,
de unidades proletarias
que desplegaban fuerzas,
entre avanzadas, retiradas y contrataques,
contra enemigos crueles y todopoderosos.
Historias de miseria y de masacres,
historias de combates casi infinitos,
casi sin armas, casi sin comida
y casi sin ayuda,
para tumbar a odiosos opresores.
Historias que, muy paradójicamente,
se vuelven como chispazos
de lumbre en las tinieblas,
como atisbos de lo por venir.
Soy también una pobre obrera
y recién, muy recientemente,
con mis dolores y mis esperanzas,
pude comprender sus historias.
Tan solo muy, muy recientemente,
pude descifrar sus ideas y sus palabras,
al ir a huelgas y a asambleas,
a manifestaciones, a comicios
y a donde fue preciso sumar mi presencia,
tal como lo hizo él, mi abuelo socialista,
en pos de liberar y de unir
los triunfos de nuestra clase trabajadora.
Analía Páez Gutiérrez
…
¡Trabajadores de todo el mundo: uníos! ¡Viva la revolución obrera, campesina e intelectual! ¡Viva la clase trabajadora, viva el socialismo, viva el comunismo!
Grupo Cultural «Letras al porvenir», Argentina, enero de 2019