La solidaridad, arma imprescindible entre los pueblos
Agenda
El Estatuto de Autonomía del País Vasco
La burguesía vasca representada por el PNV, a diferencia de Catalunya o Galicia, no participó en el Pacto de San Sebastián, pero una vez proclamada la II República aprovecharon la nueva situación y centraron sus esfuerzosen la consecución del Estatuto de Autonomía.
Formaron una comisión que se encargó de la redacción del proyecto.
Pero la tramitación del Estatuto sufrió diversos contratiempos.
Al principio fueron las medidas contra las congregaciones religiosas las que provocaron la reacción antirrepublicana de los nacionalistas, y más tarde la lentitud del Gobierno para la discusión del Estatuto.
A pesar de todas estas vicisitudes, el proyecto siguió adelante. Primero se presentó en los Ayuntamientos y fue aprobado masivamente, excepto en Nafarroa, por lo que su aplicación quedó reducida a Bizkaia, Araba y Gipuzkoa.
El referéndum de ratificación se celebró el 5 de noviembre de 1933, con una participación del 84% de las personas censadas. En diciembre fue presentado a las Cortes para su aprobación.
La subida al poder de la CEDA, significó la eliminación de las conquistas alcanzadas durante la primera etapa de la II República; una de las primeras medidas antidemocráticas que tomó el nuevo Gobierno fue la paralización de la tramitación del Estatuto de Autonomía vasco y gallego y la suspensión del Estatuto catalán.
Fue ya en plena guerra civil cuando, el 1 de octubre de 1936, se aprobó el Estatuto del País Vasco y se formó el primer Gobierno autónomo.
Este Estatuto solo llegó a aplicarse en Bizkaia y en una pequeña franja de Gipuzkoa, pues el resto del territorio ya había sido tomado por las tropas fascistas.
Su vida fue efímera, pues al cabo de un año, una vez que todo el País Vasco cayó bajo el control del Ejército fascista, el Estatuto fue derogado.