Cartas desde prisión:
Lucio García Blanco
Topas, 25-2-2019
Bueno, este año se ha adelantado la primavera, y si por Asturies llevan una buena temporada que no bajan de 20 grados, por aquí, no andamos muy lejos, y es de agradecer.
Contesto a la tuya del 6 de enero, en la que me comentas algo de filosofía y me envías bastante información de los chalecos amarillos franceses, que también me han empezado a mandar a otros colegas. Y lo importante es que continúan saliendo a la calle todos los sábados, y se han consolidado como el movimiento más asentado y combativo de Europa.
Aquí, la situación política viene marcada por el voto en contra de los presupuestos generales del Estado que expresaron los partidos políticos catalanes -Esquerra Republicana y los de Puigdemont- el pasado día 11; y que ha obligado a Sánchez a tener que convocar elecciones generales para el 28 de abril. En un momento en que se ponía en marcha el proceso judicial contra los políticos y se desarrollaban las movilizaciones de protesta del pueblo catalán, a la burguesía no le quedaba otra salida que la de retirar el apoyo a Sánchez por negarse a dialogar en torno al legítimo derecho de los catalanes a la autodeterminación. Pero es bien evidente que en ese terreno los galosos tienen la misma posición que el tripartito facha.La nueva farsa electoral llega en un momento de agudización de la crisis política del Estado, por los escándalos de corrupción que salpican de lleno al PP y el PSOE, así como por la salida a la luz de las grabaciones del comisario Villarejo, que reflejan la podredumbre de las
cloacas instituciones y las peleas entre los distintos sectores de la oligarquía financiera que controlan el Estado. Por otra parte, es ineludible reseñar la importante y amplia abstención del 41,35% del electorado que se dio en las pasadas elecciones andaluzas. Lo que nos puede servir de referencia para tratar de profundizar la deslegitimación y el aislamiento del régimen impulsando una buena campaña de boicot activo a la próxima farsa electoral del 28 de abril. Campaña que denuncie la continuidad del régimen del 39, y que reclame una verdadera ruptura que abra la puerta a las libertades y derechos democráticos y una verdadera amnistía. Entre otras cosas.
El proceso judicial contra los presos políticos catalanes es una estupenda ventana para desenmascarar a nivel mundial el carácter de excepción del Tribunal Supremo y de la legalidad judicial, en buena parte heredada del franquismo. Como hemos podido comprobar por la negación de Bélgica y Alemania a extraditar a Puigdemont, y que en Europa no existe el delito de Rebelión por el que se está juzgando a buena parte de los encausados, y el de sedición aquí está más penado que en el resto de los países. Pero con el desarrollo de la pantomima viene quedando claro que los acusados no cometieron ningún delito. A pesar de que el Tribunal viene guardando mucho las formas, ha quedado en evidencia que estamos ante una criminalización de las ideas políticas y que se trata de algo habitual en nuestro país. Así que la resonancia y el desprestigio para el Estado que tendrá este juicio, tanto en el ámbito del movimiento democrático y popular de nuestro país como a nivel europeo y mundial, creo que será muy grande e importante.
Claro que asimismo es preciso subrayar que esa transcendencia, en su mayor parte, se debe a la gran resistencia que viene desarrollando a través del Procés el pueblo catalán; y sobre todo a la lucha que están impulsando desde el inicio de la farsa judicial. Baste mencionar en ese sentido la gran movilización que se dio por toda Cataluña el día que trasladaron a los presos políticos a Madrid, la manifestación del 16F que según la policía reunió a 200.000 personas, y la huelga general del 21-F. Esta última, si bien no tuvo incidencia en las grandes fábricas si tuvo bastante en el sector público, la enseñanza… y durante todo el día se movilizaron más de un millón de personas por todo el territorio catalán. Pero en este ámbito es necesario resaltar el destacado papel que vienen desempeñando los comités de Defensa de la República (CDR), gracias, sobre todo, a sus métodos de organización independiente fuera del control institucional y su legalidad, así como a su lucha radical y consecuente. De esta manera y de forma paulatina, podrán ir apartando a la burguesía (de la que no nos podemos fiar) de su liderazgo actual para llevar las negociaciones con el Estado, hasta poder ejercerlo ellos mismos; lo que asegurará el fortalecimiento y el futuro del Procés. Mas el avance de los CDR también será positivo para poder alcanzar la unidad entre el Procés y el movimiento por la amnistía y la ruptura democrática que se viene dando en el conjunto del Estado; un paso fundamental para poder hacer retroceder al régimen.
Otra cuestión a tener muy en cuenta es que la convulsa situación internacional, de guerra comercial y económica entre el imperialismo encabezado por EE.UU., con Rusia y China que lideran el conjunto de países BRICS, puede tener bastante trascendencia en las justas aspiraciones del pueblo catalán. No hay más que ver lo que viene ocurriendo en Venezuela que es aliado de estos últimos. Una división del Estado español al ser aliado de los yanquis supondría una extraordinaria baza para ser bloque emergente, que además ya viene impulsando un nuevo tipo de relaciones económicas y financieras igualitarias y justas con los países en vías de desarrollo, para desplazar a las impuestas por los norteamericanos. Por ello, no habría que descartar que pudiesen apoyar de forma activa el derecho a la autodeterminación del pueblos catalán; y de hecho el propio Putin ya que comentó un tiempo atrás que ¿Por qué puede ejercer ese derecho Kosovo y no Cataluña? Bueno, ya veremos como se desarrollan las cosas.
Sobre el intento de golpe de Estado en Venezuela, por parte de la burguesía venezolana y el imperialismo yanqui, con la ayuda de Colombia y Brasil y la disculpa de meter una supuesta ayuda humanitaria, todo indica que ha fracasado después de los enfrentamiento y la quema de varios camiones ayer, por parte del ejército venezolano en la frontera con Colombia.
Pero ni que decir tiene que lo van a seguir intentando.
La cuestión es que Rusia y China están ayudando al pueblo venezolano con importantes créditos económicos y asesores financieros para tratar de estabilizar su economía. Y en el ámbito militar Venezuela ha comprado importantes sistemas de armas a Rusia como misiles S-300, cazas Sufijo, helicópteros de combate, lanzacohetes etc; al tiempo que aviones y barcos de combate rusos vienen haciendo escala en aeropuertos y puertos venezolanos. Se trata por lo tanto de una alianza estratégica.
Asimismo es preciso remarcar que el bolivarismo, partiendo de la nacionalización de las rentas petroleras, se ha esforzado bastante por mejorar la vida de los trabajadores y el pueblo. Se han incorporado al régimen de pensiones, más de tres millones de personas; se ha implantado la atención médica gratuita y parte de las medicinas; se ha acabado con el analfabetismo y la educación superior tiene un coste mínimo; se han repartido un millón de viviendas y están subsidiados muchos alimentos y el combustible, etc. Sin embargo, la oligarquía y la burguesía de allí están imponiendo una guerra económica de boicot y especulación, así como de desinversión y acaparamiento de mercancías, que viene creando muchos problemas y un desabastecimiento general. Provocando una devaluación de la moneda compran allí muy barato y venden caro en Colombia. Y EE.UU. viene utilizando una combinación de interferencias estructurales para socavar la economía venezolana. Mas, si la reacción burguesa ha conseguido llevar las cosas al actual extremo, en buena medida se debe a errores y la condescendencia que ha venido teniendo con ella Maduro, en vez de impulsar con más firmeza la construcción del socialismo que predica.
Lucio