La solidaridad, arma imprescindible entre los pueblos
Agenda
–Gezurtientzat
José Maria Lopetegui – diciembre 1936
Ordu biak laurden gutxietan
azaruaren zazpian
pinpi ta panpa kañonazuak
Irun’en ta Ondarrabian.
Zer ote ziran ainbeste soñu
altxatu giñan abiyan
obetoxiago entzuteko
itsas ertzera joan giñan.
Bi andrek leyotikan
parrez beriala
Madrid artu zalako
soñuak zirala.
Oik uste zuten zala
(Madrid’en sartzia
kanpantorrera joan ta
ezkillak jotzia)
Nik buruari dardar egin ta
au esan nuen aurrena
gezurra zala soñu auekin
itxura egiten zutena.
Bizkai aldetik gure anaiak
mugitzen asi zirala
aien aurkako jendia bildu
ori zala bear zuena.
Nik esanda bezela
urrengo goizian
Irun ta Ondarrabitik
zenbat joan ziran.
Oik uste zuten zala (…)
Atabalakin tanborra juaz
gizon bat deika atera
irakurririk erria’ri deitzen
alkate jaunan papera.
Seietan musika soñuakin
guazen guztiok dantzara
Mondragoi ere guria da ta
gizona zer ari zera! …/
Orain erdi gordian
zokuan or daudez
erdiak erotu ta
nora joanik ta
nora joanik ez.
Oik uste zuten zala (…)
Erri guztia engañatutzen
gezurren modu txarrian
orrelakorik ez da egiten
gizon zintzuen aurrian.
Zuek zauztela denen nagusi
Españiako lurrian
ez daukazute ezkillak jorik
Madri’ko kanpantorrian.
Arritzen naiz gauz ori
burura etortzia
eta oinbesteraño
gizona erotzia.
Oik uste zuten zala (…)
*A los embusteros
A las dos menos cuarto / del siete de noviembre/ se oían ruido de cañones / en Irun y Hondarribia./ ¿Qué será tanto alboroto? / Nos levantamos enseguida,/ para oír mejor,/ nos fuimos a la orilla del mar./
Dos mujeres desde la ventana / empezaron a reir / diciendo que los cañonazos eran / porque habían tomado Madrid./ Creían que para tomar Madrid / bastaba con subirse a los campanarios / y repicar las campanas./
En seguida pensé / para mis adentros / que era mentira / toda aquella farsa./ Nuestros hermanos de Bizkaia / habían empezado a moverse, movilizando a la gente como era preciso./
Como yo pensaba / a la mañana siguiente enviaron tropas / desde Irun y Hondarribia. / Creían que para tomar Madrid…
Apareció un tipo voceando / y haciendo sonar el tamboril / al tiempo que leía / el papel del señor alcalde:/ “Vayamos todos a las seis / a bailar a la plaza,/ que Mondragón ya es nuestro”. /
¡Pero qué dices, hombre! / Ahora ahí, están medio escondidos,/ ahí están, en un rincón / la mitad enloquecidos,/ sin saber a donde ir./ Creían que para tomar Madrid…
Engañar a todo el pueblo / con burdas mentiras…/ no se hace tal cosa / entre la gente honrada./ Decís que sois los amos / en la tierra de España,/ pero no tenéis quien repique las campanas / en los campanarios de Madrid./
Me extraña que a alguien / pueda ocurrírsele eso, / que pueda un hombre / llegar a tamaño desvarío./ Creían que para tomar Madrid…
-La muerte de Durruti
Luis Pérez Infante -1937
I – MADRID EN PELIGRO
En los frentes de Aragón
se libraba gran batalla
cuando llegó la noticia
de que a Madrid se acercaban
cinco ejércitos rebeldes
con las más modernas armas.
(…)
Buenaventura Durruti,
que en Aragón peleaba,
cuando supo estas noticias
así habló a su gente brava:
-¡Compañeros! Hay que ir
a la capital de España,
donde el fascismo pretende
clavar su sangrienta zarpa.
(…)
Vayamos, pues, a Castilla,
vamos pronto, camaradas,
que se para todo el cuerpo
cuando el corazón se para,
y ya sabéis que Madrid
es el corazón de España.
II – DURRUTI EN MADRID
Buenaventura Durruti,
pelo en pecho, dura barba,
con sus hombres más valientes
va por tierras castellanas.
Sus ojos llevan el mar
hasta las llanuras pardas
–abrazo para Castilla
de Cataluña, su hermana–.
Los vientos de la meseta
soplan gentiles. Abrasan
de ardor que nació en la nieve
y que afiló la distancia
los pechos de sí encendidos
de las tropas catalanas.
Empujado por el viento
y empujado por sus ansias
llegó Durruti a Madrid
con el clarear de un alba. (…)
-Ha muerto mi hermano Durruti
Antonio Agraz – noviembre 1938
¡Ha muerto Buenaventura!
Por la mañana acabó.
Peleaba como bueno,
y como bueno cayó. (…)
Vino a defender Madrid,
y Madrid se lo tragó,
para vergüenza de huidos
y ejemplario de valor.
Ciudad Universitaria,
que el buen pueblo levantó
para mostrar a sus hijos
fuentes de estudio y amor (…)
Valle-Inclán – Villanueva de Arosa 1866-1936
«Soy tachado de rebelde… No quise dejar el telar por ir a la guerra y levanté un motín en la fábrica. Me denunció el patrón, cumplí condena, recorrí el mundo buscando trabajo… Conozco la suerte que me espera: Cuatro tiros por intento de fuga. Bueno. Si no es más que eso”.