Guerra sucia:
Opinión:
«Estos días están saliendo a escena varios asuntos de guerra sucia del Estado que están siendo camuflados, ridiculizados, antagonizados, para dar la espalda a unos temas gravísimos. Hasta los tertulianos de las apestosas teles, riéndose de las teorías ‘conspiranoicas’, tratan de ocultar dos casos que les explota en las caras una y otra vez:
*Hasta dónde es capaz el poder de personajes siniestros para hacernos creer que dos mangantes cometieron un múltiple crimen sexual, realmente impune.
Hay muchos datos, documentos y libros que lo que sí dejan claro es una afirmación: las niñas asesinadas no pudieron serlo solamente por la acción de dos personas. Y las acusaciones ya editadas que culpan a altos personajes, relaciones (años antes en la misma zona fueron asesinados depravadamente otros 3 niños -dos niñas y 1 niño-), chapuza de investigación y juicio, abren más preguntas que firmezas. Así que menos risitas y si no queréis ser culpables igual que los asesinos, dedicad vuestros grandes medios a investigar tan terrible denuncia, hipócritas!.
*Día tras día, relatos de torturas realizados por policías españoles ‘demócratas’, condecorados e impunes. Siempre son casos aislados, siempre son garbanzos negros escasísimos, pero como contestó un entrevistado “es el caso aislado de tortura, narcotráfico o violencia policial número un millón”. A»
-Crimen de las niñas de Alcàsser
Por Pablo Hasel:
Justo el día que anuncian que se encuentran más restos humanos en la fosa donde aparecieron las niñas de Alcàsser, muere Juan Ignacio Blanco, el investigador que junto al padre de Míriam más hizo por denunciar la insultante farsa oficial y buscar la verdad. Tenía cáncer terminal, así que no creo que lo hayan matado, sino que sacaron la noticia de los restos humanos para eclipsar la de su muerte y fingir que se investiga el caso ahora que se ha levantado otra vez la polémica.
Y no que no lo hayan matado porque no sean capaces, tanto él como el padre de Míriam estaban amenazados de muerte por investigar y señalar a poderosos. El periodista Antonio Herrero fue amenazado y poco después asesinado por dar nombres de peces gordos. A Juan Ignacio Blanco lo condenaron a 2 años de prisión y una elevada multa, por señalar a quienes tapaban las pruebas evidentes de la participación de varias personas. Fue calumniado por ello, igual que el padre de Míriam, para desacreditarlos. Los nombres de 5 peces gordos que dan en TV, son por algo. Nadie se juega prisión y una multa que arruina por dar unos nombres así porque sí. Decían que esos nombres se los habían dado en el ministerio de Interior como investigados, pero que luego no fueron a por ellos.
Juan Ignacio Blanco siempre sostuvo que le habían dado una cinta snuff donde aparecía lo que les hicieron a las niñas y que no la sacaba para seguir vivo. Creo que nunca la tuvo, pero que los peces gordos pudieran pensar que la tenía (suelen grabarse) lo salvó. Lo más injusto que se ha dicho sobre él, es que lo hacía por dinero. Precisamente la condena por señalar el montaje oficial, lo arruinó. Además de vivir amenazado y pasar de trabajar en un conocido programa de TV a ser censurado en los grandes medios. Hay quienes, sobre todo desde medios del poder, intentan ridiculizar la versión de que fueron poderosos como «conspiranoica» aunque sea evidente.
Así difunden la teoría elitista de que sólo hay degenerados pobres y que los ricos no hacen estas cosas. Cuando no sólo las hacen más porque su poder los degenera aún más, es que además son más peligrosos porque tienen más medios para hacerlas e incluso taparlas. Esto no son películas, existen la pedofília, el tráfico de niñas, las películas snuff, etc.
Juan Ignacio Blanco calificó el caso Alcàsser como un crimen de Estado por haber sido tapado por este. Pues si se supiera lo que hacen sus peces gordos, se armaría una muy gorda. Es un hecho objetivo que fue valiente por hacerlo y desgraciadamente estos no sobran.
-Torturas:
“Antonio González Pacheco me ató a un radiador y me golpeó durante horas en la planta de los pies”
Cuenta Roser Rius en una querella presentada en los juzgados de Madrid junto a cuatro militantes antifascistas