Internacional:
Sahara
-Presos políticos siguen sufriendo malos tratos, aislamiento y negligencia médica
Los 19 presos políticos saharauis del grupo Gdeim Izik continúan siendo víctimas de abusos, malos tratos, torturas y negligencia médica intencionada por parte de las autoridades marroquíes.
Las represalias están empeorando cada día. La Sra. Mangin, esposa del Sr. Asfari, fue expulsado nuevamente después de haber visitado solo una vez al esposo después de 2 años de prohibición de entrar a Marruecos y una huelga de hambre de 30 días. Esta vez, la Sra. Mangin no tuvo la oportunidad de estar acompañada por el CNDH (Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos) a quien obviamente pidió ayuda antes de ir.
Marruecos ha ignorado hasta ahora las decisiones de las Naciones Unidas y ha firmado acuerdos y tratados. En el caso de Naama Asfari, a pesar de una carta del Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas (CAT) pidiendo el fin de cualquier represalia contra Naama, la CNDH demostró su falta de poder, a pesar de la propia ley marroquí que, en teoría, debe aplicar el OPCAT (Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura).
La visita de la CNDH a cuatro presos del Grupo Gdeim Izik encarceldos en la prisión de Tiflet 2, bajo la supervisión de la DGPAR, no ha cambiado nada. Permanecen en aislamiento prolongado. El Bachir Khadda y Mohamed Haddi por 661 días, Abdallah Abbahah por 429 días y Mohamed Bourial por más de 300 días.
El hecho de que todos sufran problemas de salud derivados de la tortura física extrema desde su detención en 2010 exacerba la situación. La ausencia de cualquier apoyo médico es otra forma de maltrato extremo.
Abdeljalil Laaroussi, detenido en la prisión de El Arjat, sufre el mismo tratamiento con aislamiento prolongado y estado de salud crítico.
Los restantes presos, ubicados en las cárceles de Kenitra, Bouzakarn y Ait Melloul, también sufren enfermedades crónicas y problemas físicos debido a la tortura. Las autoridades marroquíes se niegan a otorgarles el tratamiento adecuado.
Varios de estos prisioneros realizaron huelgas de hambre con duraciones de 72 horas a 43 días sin ninguna mejora en las condiciones y sin ningún tipo de denuncia del supuesto mecanismo nacional de prevención de la tortura, la CNDH, que demuestra su connivencia absoluta con el régimen de Alauita.
Las familias siguen siendo objeto de asedios, vigilancia, amenazas, malos tratos y, en el caso de uno de los hijos menores de Mohamed Bani, detenciones y palizas.
El hecho de que los prisioneros se mantengan a una distancia de entre 600 y 1,300 km de sus familias, encarcelados en el Reino de Marruecos, en lugar de estar en el Sahara Occidental ocupado, representa no solo una violación del derecho internacional sino también otra forma de evitar los contactos regulares con el exterior.
Dos años pasarán el próximo 19 de julio, después del último juicio de este grupo que tiene sentencias que van desde los 20 años hasta la cadena perpetua.
A pesar de las apelaciones de las ONG internacionales, estos hombres aún esperan el resultado de su apelación ante el Tribunal Supremo de Marruecos.
-Violencia contra la mujer en el Sáhara ocupado
Las mujeres saharauis sufren la tortura, la cárcel y la violencia del régimen marroquí ante el silencio de la comunidad internacional
La
violencia contra la mujer saharaui en los territorios bajo ocupación
marroquí, es una de las violaciones de los derechos humanos más
reiterada y que cada vez afecta a un mayor número de personas. Miles
de mujeres saharauis en el Sáhara Occidental son víctimas de
violencia por parte de las fuerzas marroquíes por razón de su
pensamiento político.
Los datos arrojan una realidad
preocupante, las diferentes organizaciones saharauis y asociaciones
que trabajan sobre el terrerno indican que en lo que va de esto año,
más de cien mujeres saharauis de diferentes edades han sido
encarceladas, torturadas y/o sufren algún tipo de violencia.
Pero
la violencia contra la mujer en el Sáhara ocupado está cargada de
cifras ocultas. Según una encuesta de Violencia contra la Mujer
Saharaui en El Aaiún, el 10% de las mujeres de las diferentes edades
que viven en los Territorios Saharauis han sufrido violencia física
ejercida por policías y agentes en los últimos 20 años.
Si
se extrapola el porcentaje a la población femenina estaríamos
hablando de más de la mitad de mujeres que viven bajo la ocupación.
Sólo en lo que va del 2019, más de 150 mujeres han sufrido
violencia física por participar en las manifestaciones y las
protestas pacíficas.
Las autoridades de ocupación
marroquíes se amparan en la necesidad de que las mujeres víctimas
pongan denuncia para intervenir, pero éstas consideran que si
interponen denuncias serán perseguidas y reprimidas. A lo largo de
estos años, Human Rights Watch y Amnistia Internacional han
denunciado la persistencia de múltiples obstáculos para la
protección de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental.
–https://www.ecsaharaui.com/2019/07/violencia-contra-la-mujer-en-el-sahara.html?m=1