Memoria Histórica imprescindible
-Extractos de los discursos radiofónicos de Queipo de Llano en 1936.
–“Estamos decididos a aplicar la ley con firmeza inexorable: ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id preparando sepulturas! Yo os autorizo a matar como a un perro a cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros; que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda responsabilidad”.
-“¿Qué haré? Pues imponer un durísimo castigo para callar a esos idiotas congéneres de Azaña. Por ello faculto a todos los ciudadanos a que, cuando se tropiecen a uno de esos sujetos, lo callen de un tiro. O me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré”.
-“Nuestros valientes legionarios y Regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen”
-“Ya conocerán mi sistema: Por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello: les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volveré a matar”.
-El plan de Franco con la Gestapo para acabar con los republicanos
La colaboración entre los servicios secretos fascistas españoles y la máquina de exterminio nazi trabajó durante años y en excelente coordinación.
«Llevábamos un triángulo azul con la S que indicaba nuestra nacionalidad y que significaba que éramos apátridas», porque «los alemanes, en el momento en que el Gobierno franquista español no quiso saber nada, nos consideraron apátridas»
Tras la derrota nazi, 750 de ellos vinieron a vivir a España, impunes, intocables.