Muro de solidaridad y denuncias:
-Ante la prisión de Lleida por la libertad de Martí y de los presos políticos.
«Lluitem cada día per l’amnistia total, pels nostres drets i llibertats que mai es respectaran sota un Estat capitalista i menys en un Estat feixista com aquest”.
-Concentración semanal por la amnistía. Bilbo. Alde Zaharra.
-Concentración en Donostia, por la amnistía.
-Concentración en Elgoibar, por la amnistía.
-Pancarta de Resisteix Lleida por la amnistía total
“No hi hauria disturbis, si tinguéssim vides dignes. Llibertat detingudes, Amnistia Total”.
Cartas de lectorxs:
-Mi resumen de las últimas semanas en 4 imágenes:
*Foto de policías sonriendo y posando con mujer que porta bandera fascista. 27 de octubre 2019. Catalunya.
*Foto de policías golpeando brutalmente a manifestantes.
*Enfrentamiento contra la policía, en la pared pintada: Esto es lucha de clase.
*Mural por la amnistía.
Y una reflexión:
Nos presentan a la policía como necesaria, ocultándonos su procedencia del fascismo intacto del 75. Mirad la ideología de la policía en sus sindicatos de extrema deerecha. Leed sobre la brutal represión policial, las bandas parapoliciales…
Nos bombardean con actuaciones ‘proporcionales’ (pero los tuertos los ponen los manifestantes).
Muchas de las y los hartos, que les han puesto a palos morados cuando de una forma pacífica reivindicaban los derechos nacionales de Catalunya, han aprendido en este proceso más que con cien acciones folclóricas. Porque les han pegado a ellas, a sus padres o a su abuela. Y algunos han visto que la lucha ‘pacifista’ no ha rozado nada de la agresividad del Estado y sus policías. Y han respondido. Se llama auto-defensa.
Decenas de colectivos han incorporado en primera fila la reivindicación de la amnistía para todos los presos políticos. No solo en Catalunya, si no en otros varias localidades del Estado, como Madrid, que lleva trabajando en ello desde hace 2 años uniendo fuerzas y voluntades anti-represivas.
Hasta ahí mi visión.
Ahora mi crítica: Pues bien, no hace falta ser un lince para ver que los participantes en los enfrentamientos, en las barricadas, en los disturbios en media Catalunya, numéricamente han sido miles de jóvenes. No hace falta ser muy listo, para saber que siempre ha habido infiltrados en este tipo de autodefensa contra la policía. En Euskal Herria y Madrid pueden dar muchos datos sobre ello. No hace falta ser historiador para saber que forma parte de su estrategia de tensión que algunos de sus infiltrados provoquen altercados. De hecho, una presa política lo está ahora mismo por denunciar a un policía infiltrado.
Pero claro, la televisión, y estas semanas los media y las redes, no dejan de dulcificar y blanquear el verdadero problema del surgimiento de la auto-defensa como medio de lucha. Para ello, muchos ‘pacifistas’ tildan por igual a la policía que está reprimiendo salvajemente, con los jóvenes y encapuchados que se les enfrentan. Señalan a los encapuchados en las manifestaciones como ‘provocadores’ (pero nunca lo harían con los miles de jóvenes vascos que en los enfrentamientos se encapuchaban tras decenas y decenas de detenciones, señalamientos, guerra sucia anterior). Anulan o insultan directamente los motivos de estos miles de jóvenes que han decidido luchar contra el Estado y su policía de esta manera. Empiezan así, para declarar que hay que separarles de las masas ‘pacíficas’. ¿No os suena?. Mientras, a alguno de estos jóvenes detenidos en saltos, cómo los van a llamar ¿“presos NO políticos”?. Todo ello, para criminalizar a los luchadores y no dedicar ese tiempo al verdadero culpable de la brutal violencia que vive Catalunya, Madrid, Vigo, Euskal Herria… estos días: El Estado terrorista intacto desde 1939, tanto política, militar, económica, judicial o religiosamente. Y que cada vez tendrá más y variados presos políticos.