La solidaridad, arma imprescindible entre los pueblos
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Las huelgas de Gasteiz: auge y radicalización de la clase obrera
Otro gran ejemplo de gran solidaridad a nivel estatal fue el que se desarrolló en torno a las huelgas de Gasteiz en 1976.
Los obreros, reunidos en asamblea en la iglesia de San Francisco, habían sido primero gaseados y luego, cuando salían de la iglesia fueron ametrallados. El balance fue de cinco obreros asesinados: Pedro María Martínez Ocio, trabajador de Forjas Alavesas, de 27 años; Francisco Aznar Clemente, obrero panadero y estudiante, de 17 años; Romualdo Barroso Chaparro, de Agrator, de 19 años; José Castillo, de Basa, trabajador de una sociedad del Grupo Arregui, de 32 años. Dos meses después moriría Bienvenido Pereda, trabajador de Grupos Diferenciales, con 30 años.
La respuesta no se hizo esperar. La clase obrera del País Vasco se levantó como un solo hombre: huelgas de solidaridad en Bizkaia en las que participaron 150.000 obreros; 150.000 más en Gipuzkoa y en Nafarroa, duros enfrentamientos con la policía. En el resto del Estado, en fábricas, universidades y centros de trabajo se realizaron paros y se salió a la calle al grito de “Vosotros fascistas sois los terroristas”. Ante esa oleada de solidaridad, el régimen respondió, en boca del Ministro de Interior, con un chulesco “La calle es mía”.
En las movilizaciones de días posteriores, en protesta por la masacre de Gasteiz, la policía mataba en Basauri a Vicente Antón Ferrero, de 18 años. El día 5, en Tarragona y en una manifestación tras la masacre de la capital alavesa moría, cuando le perseguía la policía, el obrero Juan Gabriel Rodrigo Knafo, de 19 años. El 14 de marzo, en una protesta por las muertes de Gasteiz ante la Embajada española de Roma, la policía italiana disparó fuego real contra los congregados matando a un viandante, Mario Marotta e hiriendo gravemente a otros dos.
En la manifestación del 3 de Marzo en Gasteiz, en el 42 aniversario del asesinato de los 5 trabajadores, la manifestación estuvo encabezada por una pancarta de homenaje y recuerdo a todos los asesinados:
“Ni olvido, ni perdón. Justicia y reparación. Recuperación de la memoria histórica”.