Luchas, derrotas, victorias… Antifascistas
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El Socorro Rojo Internacional
El SRI se fundó en 1922, como una organización antifascista centrada en el apoyo a los detenidos y presos políticos y en la extensión de la solidaridad.
Ante la represión creciente contra la clase obrera y el movimiento comunista la Internacional se planteó como una necesidad creciente la creación de una organización de carácter internacional que fuera capaz de responder a la represión en todos los países del mundo. En este primer periodo se fueron creando secciones en varios países, pero su gran crecimiento se produciría frente al ascenso del fascismo, primero en Italia, al que seguirían Alemania, Yugoslavia, Rumanía, Bulgaria, Portugal…
En noviembre de 1932 se celebró el Congreso Mundial en Moscú, sus objetivos quedaron recogidos en la presentación del mismo: «desarrollar la solidaridad internacional a favor de las víctimas del terror blanco y del fascismo, luchar contra la justicia burguesa de clase y contra la opresión nacional y jurídica sobre todas las víctimas de la represión burguesa, así como sobre sus familias».
En este Congreso participaron 68 Secciones que representaban a un total de 11.530.175 afiliados.
Las campañas que se realizaron fueron numerosas, como la defensa de Sacco y Vanzetti, las campañas por la liberación de Thaelman, Ana Pauker, Prestes, la denuncia de la intervención imperialista en Nicaragua, Abisinia o China, el apoyo a la liberación de Cuba y El Salvador o la campaña por la liberación del comunista cubano Juan Antonio Mella. El apoyo a los represaliados de la insurrección de Viena, a los de Asturias y a los resistentes alemanes encarcelados en campos de concentración; pero tal vez, la mayor campaña fue la que el SRI desplegó en apoyo a la República española. No hubo un rincón del mundo donde no se creara un comité de apoyo, donde no se recogieran aportaciones para mandar alimentos, ropa y medicinas que aliviaran los sacrificios de los pueblos del Estado español y que les dieran fuerza para seguir resistiendo. En el apoyo internacional a la República Popular siempre se ha puesto el acento en los voluntarios de las Brigadas Internacionales llegados desde todos los rincones del mundo. Habría que añadir la labor, principalmente de obreros y sobre todo de las mujeres trabajadoras que, desde sus países llevaron a cabo estas campañas de solidaridad y sin las que difícilmente se habría podido resistir durante tres años.
El SRI, desde su creación, se caracterizó por la incorporación masiva de mujeres en sus filas. En su comité ejecutivo figuraban tres mujeres, Elena Stasova, Clara Zetkin y Tina Modotti, pero también fue masiva en todos los niveles de la organización y en todos los ámbitos de su actividad. Hay que tener en cuenta que en países como la Italia fascista, la Alemania nazi y en el Estado español la militancia en el SRI suponía la detención, tortura e internamiento en campos de concentración y hasta la ejecución.