Memoria histórica necesaria:
-Los aviadores que se negaron en León a bombardear a los mineros en Asturias en la Revolución del Octubre del 34
Un documental recuerda a Antonio Nieves Ferreiro, ‘Narote’, uno de los que se negaron a lanzar bombas contra los revolucionarios de 1934 desde el aeródromo militar de La Virgen del Camino. Otro de ellos fue el primo de Franco, Ricardo De la Puente Bahamonde. Mientras el primero tuvo que esconderse de los falangistas durante la Guerra Civil para salvar la vida, el segundo fue fusilado durante los primeros días del conflicto por la camarilla de su primo.
-Más de 29.000 casos de represión en Navarra
La Universidad Pública de Navarra ha elaborado el Fondo Documental de la Memoria Histórica en Navarra, una herramienta pública de consulta que ofrece una base de datos nominal de los represaliados del franquismo.
-Los fascistas bombardearon Almería 53 veces
Durante la guerra civil los fascistas bombardearon Almería en 53 ocasiones. El libro “Almería bajo las bombas” recoge por primera vez el terror que causaron entre la población
-Luisa Carnés (1905-1964)
La escritora Luisa Carnés dedicó gran parte de su producción literaria y periodística a las mujeres trabajadoras.
Nació en el centro de Madrid en 1905, en el seno de una familia trabajadora. A los once años dejó el colegio y empezó a trabajar en un taller de sombrerería, Como ella misma declaró en una entrevista publicada en 1930, el amor a los libros mal se compaginaba con las estrecheces económicas: la joven Luisa leía, sobre todo folletones publicados en los periódicos y novelas baratas. Sin embargo, por este camino se fue acercando a autores importantes, en especial a los novelistas rusos -Tolstoi y Dostoievski- cuya influencia se percibe en sus primeras obras. Su primer cuento parece que data de 1923. Después de haber pasado un tiempo trabajando en una pastelería, en 1928 consiguió un empleo como oficinista en la Compañía Iberoamericana de Publicaciones (CIAP), importante empresa editorial. En 1930 comenzó a colaborar como periodista en Estampa, periódico semanal de gran éxito en el que destacaban sus entrevistas y reportajes. En 1934 publicó Tea Rooms, Mujeres obreras novela en la que, relatando la vida de unas camareras en un salón de té, reelabora indudablemente sus experiencias personales a la luz de una aguda conciencia de las dificultades que condicionan la vida de las mujeres obreras, desfavorecidas en sus posibilidades de emancipación con respecto a las que pertenecen a clases acomodadas.
A partir de este mismo año la escritora se dedicó a la actividad periodística como redactora de Estampa. En 1935 se afilió al Partido Comunista y fue también miembro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. Al estallar la Guerra Nacional Revolucionaria, siguió escribiendo para Estampa y Ahora (diario del mismo grupo editorial) pero colaboró también con la prensa del PCE; publicó en Mundo Obrero y más adelante en Altavoz del Frente, principal órgano de propaganda del Partido Comunista. Cuando la redacción de Mundo Obrero se trasladó a Valencia, Luisa la siguió hasta esta ciudad donde este periódico cesó sus publicaciones dando vida, con el mismo equipo de redactores, a Frente Rojo. Este diario contaba en su redacción con la presencia de tres mujeres, Luisa Carnés, Celia Nistal y la chilena Delia de la Fuente Smith. Uno de los primeros trabajos de Luisa Carnés en este diario estuvo dedicado a la celebración en Valencia, del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, a la que seguirían otros artículos en los que las mujeres eran las protagonistas, como los publicados también en Frente Rojo, «Las mujeres de nuestra guerra… pueden ocupar cualquier puesto de trabajo». Artículos que resaltan la actividad laboral de las mujeres, así corno su esfuerzo de superación y de que tuvieran de un mayor protagonismo en la actividad política, social y cultural.
En 1937, Luisa Carnés se trasladó a Barcelona y finalmente en enero de 1939 cruzó la frontera francesa. Fue internada en un campo de refugiados; tras su liberación consiguió salir de Francia y exiliarse a México. En este país continuó su labor periodística y literaria, pero también desarrolló una importante labor en las organizaciones de mujeres; fue directora de la revista Mujeres Españolas, boletín que publicaba la organización de las Mujeres Españolas en México.
Murió el 12 de marzo de 1964 en un accidente de tráfico cuando volvía de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Ella había sido una de las artífices de la celebración de este día en el Estado español durante la República y luego continuaría esta labor en México.
Desde hace unos años su obra ha sido rescatada del olvido y está siendo editada en el Estado español. Novelas como Team Room. Mujeres obreras, El eslabón perdido, Trece Relatos o De Barcelona a la Bretaña francesa, donde describe la entrada del Ejército fascista en Barcelona y la evacuación hasta la frontera francesa, La segunda parte que tiene por título Hora del Odio, narra la vida de las prisioneras en el centro de internamiento de Le Pouligen, Su última obra publicada trata sobre Rosalía de Castro.
Del libro: “Las mujeres han estado, están y estarán en todas las luchas”. 2019. Gallo Rojo.