Movimiento obrero. Su brutal situación:
-9.307 familias desahuciadas en 47 días, 198 familias a la calle cada día con un gobierno de “izquierda”.
En España el estado de bienestar es para los bancos y los parásitos ricos que se ríen desde sus mansiones.
–Ayuntamientos fraudulentos, con falsos becarios
Dos Ayuntamientos de Castilla-La Mancha del PSOE contrataron fraudulentamente a 74 falsos becarios, según confirma la Inspección de Trabajo
La I.T. ha confirmado la utilización fraudulenta de falsos becarios durante el pasado verano por parte de los ayuntamientos de Villacañas y Madridejos, en Toledo.
-Red Eléctrica: Beatriz Corredor tendrá un sueldo de 546.000 euros
El ex-consejero delegado, Juan Francisco Lasala, recibió una liquidación de 1,67 millones.
Beatriz Corredor, Secretaria de Ordenación del Territorios y Política de Vivienda del PSOE, ex-ministra de vivienda, ex-Secretaria de Estado de Vivienda… recibirá un sueldo de 399.170 euros anuales en pagos mensuales por su cargo de presidenta no ejecutiva. Además, percibirá 130.742 euros anuales por su pertenencia al consejo, como el resto de los vocales. A eso se añadirá una dieta de asistencia de 1.500 euros por cada una de las 11 sesiones ordinarias previstas para el consejo de administración, lo que hará otros 16.500 euros anuales.
-¿Es complejo ser comunista?
El pasado 15 de enero la Ministra de Trabajo sorprendía a propios y extraños en el programa “Al Rojo Vivo”. Ferreras, hábilmente, le preguntaba: “¿Usted sigue siendo comunista?” Yolanda Díaz respondía: “Ser comunista es algo muy complejo, Antonio. Es algo muy complejo… Yo soy una mujer del siglo XXI y de izquierdas, y comprometida con los más débiles…”. Sus nerviosas declaraciones no dejaron indiferentes ni a propios ni a extraños. Se enmarcan en una estrategia comunicativa acordada en el seno del Gobierno, en la que la participación de dos militantes del PCE en el Consejo de Ministros se convierte en algo inofensivo y casi pintoresco.
Son
del PCE, pero no son comunistas. Ese es el mensaje que tanto Alberto
Garzón como Yolanda Díaz han trasladado estos días en sus
declaraciones. No es de extrañar, por tanto, su insistencia en
reivindicar al PCE de la Transición. Reivindican a aquel PCE que
dejó de ser el Partido Comunista de España, que renunció al
socialismo-comunismo e incluso a la realización de reformas
estructurales profundas en lo social y en lo económico. Aquel
partido que finalmente, el 15 de abril de 1977, aceptó públicamente
la bandera oficial y la monarquía. Un PCE “respetable y
responsable”, que firmaría los Pactos de la Moncloa y que, poco
después, daría su apoyo incondicional a la Constitución de 1978,
con todos sus cerrojos.
Sí, un PCE “respetable y responsable”
que hoy se exhibe de nuevo. Pero, ¿respetable, para quién? Ninguna
de las estructuras del sistema socioeconómico está en cuestión. Y
no porque la correlación de fuerzas no permita a día de hoy
perseguir ciertos objetivos, sino porque, como hace la Ministra de
Trabajo con su afiliación política, se ha renunciado a cualquier
cambio profundo. La identificación con el comunismo molesta. Es una
mácula en la solapa. Algo del pasado, algo complejo, algo a no
exhibir, a ocultar o a matizar. Por eso, frente al comunismo del
siglo XX, es más cómodo situarse en la izquierda del siglo XXI, esa
que no cuestiona el sistema y que, como mucho, se conforma con su
reforma cosmética. Y, si la cosa aprieta, la salida fácil:
comunismo reducido a compromiso con los más débiles, comunismo
reducido a compromiso con la democracia capitalista y con eso que,
hasta no hace mucho, algunos denominaban el Régimen del 78.
En los próximos meses, el nuevo Gobierno capitalista y sus ministros “del siglo XXI, de izquierdas”, dosificarán el anuncio de algunas reformas con las que tratarán de exhibir su “compromiso con los más débiles”. Lo harán por fascículos, poco a poco. En vez de entregar una paguita de 100 euros, van a querer darnos cinco euros al mes. Con ello, piensan apaciguar a la bestia y, al mismo tiempo, generar la sensación de que el Gobierno cumple. Y, claro, cumplirá. Cumplirá con la modernización del capitalismo español y con las instituciones interestatales de las que España forma parte (FMI, OCDE, UE, OTAN…). ¡Vaya si cumplirá!
No es complejo ser comunista. Lo complejo es decirse comunista y gestionar la explotación capitalista. Lo complejo, para algunos, es entender que la barbarie no se humaniza.
–http://www.nuevo-rumbo.es/2020/02/17/es-complejo-ser-comunista/