Memoria histórica, muy actual:
-¿Dónde está el cambio?
La reposición de los nombres franquistas a las calles. Los textos de Miguel Hernández tachados. Cientos de fosas sin exhumar. Las condenas a los luchadores antifascistas sin anular. Los torturadores como Billy El Niño campan a sus anchas. Los asesinos como Martín Villa también.
–https://noviolencia62.blogspot.com/2020/02/el-show-del-general-queipo-de-llano.html
–Borraréis, pero jamás haréis que olvidemos
Poemas imprescindibles de Miguel Hernández
-JORNALEROS
Jornaleros que habéis cobrado en plomo sufrimientos, trabajos y dineros. cuerpos de sometido y alto lomo: jornaleros. Españoles que España habéis ganado labrándola entre lluvias y entre soles. Rabadanes del hambre y del arado: españoles. Esta España que, nunca satisfecha de malograr la flor de la cizaña, de una cosecha pasa a otra cosecha: esta España.
-LAS MANOS
Dos especies de manos se enfrentan en la vida, brotan del corazón, irrumpen por los brazos, saltan, y desembocan sobre la luz herida a golpes, a zarpazos. La mano es la herramienta del alma, su mensaje, y el cuerpo tiene en ella su rama combatiente. Alzad, moved las manos en un gran oleaje, hombres de mi simiente.
-CANCIONERO Y ROMANCERO DE AUSENCIAS
Por las calles voy dejando algo que voy recogiendo: pedazos de vida mía venidos desde muy lejos. Voy alado a la agonía arrastrándome me veo en el umbral, en el fundo latente de nacimiento.
-LLAMO A LA JUVENTUD
Sangre que no se desborda, juventud que no se atreve, ni es sangre, ni es juventud, ni relucen, ni florecen. Cuerpos que nacen vencidos, vencidos y grises mueren: vienen con la edad de un siglo, y son viejos cuando vienen.
-SENTADO SOBRE LOS MUERTOS
Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses, beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón y el alma que lo mantiene. Que mi voz suba a los montes y baje a la tierra y truene, eso pide mi garganta desde ahora y desde siempre.
-TRISTES GUERRAS
Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes. Tristes armas si no son las palabras. Tristes, tristes. Tristes hombres si no mueren de amores. Tristes, tristes.
-CANCIÓN ÚLTIMA
Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto adonde fue llevada con su desierta mesa, con su ruinosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su intensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza.
-ESCRIBÍ EN EL ARENAL
Escribí en el arenal los tres nombres de la vida: vida, muerte, amor. Una ráfaga de mar, tantas claras veces ida, vino y los borró.
-EL RAYO QUE NO CESA
¿No cesará este rayo que me habita el corazón de exasperadas fieras y de fraguas coléricas y herreras donde el metal más fresco se marchita? ¿No cesará esta terca estalactita de cultivar sus duras cabelleras como espadas y rígidas hogueras hacia mi corazón que muge y grita?
-VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN
Si me muero, que me muera con la cabeza muy alta. Muerto y veinte veces muerto, la boca contra la grama, tendré apretados los dientes y decidida la barba. Cantando espero a la muerte, que hay ruiseñores que cantan encima de los fusiles y en medio de las batallas.