Muro de solidaridad y denuncias:
¿INDULTO O AMNISTÍA?
-Una cuestión de principios
MOVIMIENTO ANTIRREPRESIVO DE MADRID
Desde el primer momento nuestro colectivo se ha mostrado firme en el compromiso de luchar por la amnistía total de los presos políticos. No obstante, la decisión última la tiene cada represaliado o represaliada y, por lo tanto, cuenta con nuestro respeto. Dicho esto ¿por qué defendemos la amnistía total?
El indulto es la medida de gracia otorgada al preso que supone la anulación o el perdón de la pena, pero mantiene el delito. Además, para la obtención del indulto el preso debe reconocer el delito, mostrar arrepentimiento y la voluntad de cumplir con la responsabilidad civil, todo ello recogido en un informe técnico de la prisión y de las diferentes instancias judiciales y penitenciarias. Por último, el indulto es un acto administrativo que concede el Rey a propuesta del Consejo de Ministros y del Ministro de Justicia.
La amnistía representa todo lo contrario, supone la anulación de la pena y del delito. A diferencia del indulto, la amnistía no requiere de ningún tipo de reconocimiento ni arrepentimiento alguno; y no se trata de un acto administrativo sino de una ley o un decreto que es firmado por el gobierno de turno.
Con esta simple comparativa se puede entender el por qué rechazamos los indultos y por qué luchamos por la amnistía.
Para un preso político, el indulto supone el reconociendo de que su lucha ha sido un error, que ha constituido un delito, motivo por el cual pide perdón y de paso condena a todos los luchadores que emprendan esa misma lucha. Por lo tanto, el indulto es una humillación asumida por el represaliado de forma voluntaria para alcanzar la libertad lo antes posible, renuncia a la lucha y supone una criminalización y una condena para futuros luchadores. Es una solución individual a un problema que es colectivo, en el que el preso sale en libertad pero las causas que le llevaron a prisión permanecen.
Durante la Transición política, la práctica totalidad de las organizaciones políticas, sindicales y sociales sostuvieron una lucha encarnizada por, entre otras muchas reivindicaciones, liberar a los miles de presos políticos que había por entonces en las cárceles del Estado. Toda esta lucha estuvo enmarcada bajo la consigna de la amnistía total y no por un indulto general. ¿Por qué? ¿Acaso los presos políticos de entonces tenían menos prisa por salir en libertad? No, la lucha fue por la amnistía porque se trataba de sacar a los presos políticos que se habían enfrentado al terrorismo de Estado y que habían luchado por conquistar los verdaderos derechos y libertades democráticas. Pero, no bastaba con que salieran en libertad sin más, para eso hubiera servido un indulto general. De los que se trataba era de que salieran con la cabeza alta y no hundidos y humillados. Debían salir sin renunciar a sus ideales ni a sus principios revolucionarios.
Esto debe suceder en la actualidad de la misma manera. Queremos que salgan en libertad ¡ya! Pero no de cualquier forma. No los queremos derrotados, renegando de su lucha, arrastrándose por el suelo y renunciando de su propio nombre y hasta de su existencia. Solo manteniéndose firmes podrán incorporarse a la lucha junto a los de su clase. Solo así podremos conquistar nuestros ansiados objetivos.
MAR Madrid.