Cartas desde prisión:
Israel Torralba Blanco
Prisión de A Lama. Marzo-abril 2020.
(Relato y dibujo de I.T.B.)
Con los tiempos que corren, ¿en qué pensará el viejo proletario?… los cristales estallan, las calles vuelven a arder y ese viejo fantasma que un día recorrió Europa hace tiempo saltó sus fronteras…
¿En qué pensará entonces el viejo proletario?
Quizás, solo quizá, su rostro callado esconda una blasfemia para sus adentros.
Pero si el viejo proletario blasfema ¿sobre qué Dios lo hace? ¿El de Spinoza? ¿El de Leibniz?
Quizá el viejo proletario hace tiempo superó el espontaneo desahogo de una blasfemia.
Solo entonces pudo hallar en el conocimiento de la necesidad de Spinoza la más acertada definición de libertad.
Entonces, en coherencia, apartó los juicios morales para enfrentarse al pasado y descubrió, encubierto tras el dios de Leibniz, que con el conocimiento de la necesidad por sí solo no bastaba:
¡Había que hacerlo posible!
Mientras terminaba de barrer cristales rotos y rodamientos siguió pensando:
“la libertad es el conocimiento de la necesidad…!”
Lentamente se incorporó comprobando que, por fin, tras años de soledad y silencio comenzaba, aún fuera tímidamente, a organizarse la fuerza, ya indisoluble, que lo hará posible…
Así, entre las blasfemias y los jadeos de los más jóvenes, que agitados gritaban su rabia, el viejo proletario alzó su mirada sencilla y, simplemente, sonrió…