Memoria histórica y muy actual:
–De los abusos de los curas:
Testimonio de Antonio Amador Trujillo, hijo de un desaparecido en la isla de Gran Canaria tras el golpe de estado fascista del 36.
«(…) En San Martín los curas abusaban de casi todos los chiquillos, solo nos salvábamos algunas veces los más feos, ellos querían a los rubios con ojos azules o verdes, aunque cuando no había «de ese material», como decía don Carlos Marrero Umpierrez, cura nacido en Juncalillo de Gáldar, se conformaban con lo que tenían delante, en esos casos los esperábamos con mucho miedo en nuestros camastros con colchones de paja, se acercaban en silencio en la oscuridad, parecían fantasmas con sus ropajes negros y las sotanas, se nos sentaban al lado y comenzaban los tocamientos, metían las manos bajo las sabanas, recorrían nuestra frágil piel atravesando los pijamas. Nunca he sentido tanto miedo, si los rechazábamos o decíamos algo nos pegaban o nos levantaban en peso por las orejas, a mi me las despegaron varias veces. Había noches que venían borrachos de las casas de putas de la calle 18 de julio en el Lugo, era terrible, porque entonces encendían las luces y se dejaban ver, elegían a unos cuantos y nos llevaban a sus habitaciones para hacernos de todo, mejor no te cuento el resto, no entiendo como todo esto no se ha castigado y muchos de esos curas siguen dando la comunión en parroquias de toda la isla…»
–https://viajandoentrelatormenta.com/de-los-abusos-de-los-curas/
-Marcelino Alvarez Calvo
Mi
abuelo, reposa en la Fosa Común del cementerio de Oviedo junto a más
de 1.700 personas. Esta Fosa fue el único destino permitido por la
barbarie franquista para los aquí asesinados.
Este lugar, la
Fosa, habla por sí sola en gran medida de lo que eran y fueron
durante cuarenta años los criminales creadores de «la Nueva
España», una España en realidad tan vieja como la Inquisición
y el brazo incorrupto de Santa Teresa, el caciquismo o la monarquía
del «vivan las caenas»…
La fosa tiene 21 metros de
largo por 12 de ancho, y profundidad desconocida, pero por el número
de los allí enterrados, debe ser profunda. Muchos fueron
transportados con vida al exterior del cementerio, y asesinados allí
mismo, en un emplazamiento mirando a la sierra del Aramo. Los que no
morían en el mismo fusilamiento eran enterrados moribundos, sin tiro
de gracia, cubiertos de cal viva y a menudo quedando al aire miembros
que eran comidos por los perros y los cuervos. Los gritos de dolor de
los que aún no habían muerto podían ser escuchados por quienes
vivían en las cercanías. Otros habían sido secuestrados, paseados
y ejecutados en otros lugares, transportados sus cadáveres en
camiones, dejando restos de su sangre por las calles de Oviedo y por
la cuesta que lleva al cementerio, y llevados a la fosa para cerrar
episodios oscuros y a menudo anónimos.
Hay que decir que no
todas las víctimas de la represión fascista en Oviedo están en la
fosa: muchos fueron los que desaparecieron y murieron de forma
extraoficial, siendo «paseados» y asesinados tanto por
civiles como por militares, sin dejar constancia escrita y con
flagrante impunidad y complicidad de las autoridades, ya terminada la
guerra.
Desde el momento en que la fosa comenzó a acoger
cuerpos, se convirtió a la honra a estos muertos en algo
clandestino. Incluso las flores debían ser arrojadas desde el
exterior, al estar siempre cerrada la puerta del cementerio civil.
Viudas que tenían allí enterrados al marido, a los hijos o a todos,
eran repelidas violentamente por la Guardia Civil. Sólo en 1967,
familiares de los allí enterrados, solicitaron valientemente la
construcción de un cerco de piedra como el que hoy día delimita la
fosa, obteniendo la negativa por parte del Gobierno Civil.
Sin
embargo eso no hizo que se arredraron y siguieron yendo allí, unas
veces sin problemas, otras con las amenazas de los uniformados, pero
siempre el recuerdo y el cariño a los familiares allí enterrados
como inaplazable e irremplazable bandera.
Para todas esas
personas, asesinados y familiares de los mismos, el mayor de los
abrazos en la memoria de los nuestros. Porque con esa labor de años
hemos conseguido, estamos consiguiendo, que aquel olvido de personas
e ideas que con estas muertes pretendieron decretar y hacer
permanente los fasciofranquistas y sus cómplices esté -como escribe
Mario Benedetti- cada vez más lleno de memoria, pero de la nuestra y
por ser nuestra democrática y antifascista.
De: Marcelo Álvarez Suárez
–https://www.facebook.com/media/set/?set=a.430659343689777&type=3
-Libro “Franquismo S.A.”
La historia empresarial de las grandes sagas familiares que componen las élites españolas.
De Antonio Maestre. (Páginas 60 y 61)
Méritos de los empresarios… que chuparon desde Falange
“Pilar Muro es una empresaria con muchos ceros en su cuenta que presidió el emporio de hospitales privados Grupo Quirón. La esposa del empresario Publio Cordón, secuestrado y asesinado por los GRAPO, cerró la lista de Ciudadanos para el Ayuntamiento de Zaragoza en las elecciones municipales de mayo de 2019. Pero, además de ser una empresaria de éxito, fue la heredera de un patrimonio fraguado durante la represión franquista. El Grupo Quirón fue creado por su esposo durante el franquismo, apoyado por las relaciones con el régimen de su familia y la estirpe de su esposa. A la boda de Pilar Muro y Publio Cordón -1- acudieron las fuerzas vivas del franquismo, incluidos los líderes falangistas Raimundo Fernández Cuesta, Tomás Romojaro o Santiago Pardo Canalís.
Pero fue el padre de Pilar Muro, uno de los falangistas con más poder en Aragón, el verdadero arquitecto de las relaciones privilegiadas de los Muro. Jesús Muro Sevilla fue un ferviente admirador de José Antonio Primo de Rivera, miembro de la Unión Patriótica y jefe de Somatén de la organización. -2-
Fue el promotor fundamental de los grupos fundacionales de Falange Española en Zaragoza, y uno de los participantes en el congreso fundacional de la organización en el Teatro de la Comedia de Madrid. Miembro del Consejo Nacional del Movimiento de Falange, y jefe territorial y provincial de Falange Española. Jesús Muro fue el fundador de Radio Zaragoza -3- en abril de 1938, una empresa posteriormente ligada durante décadas al Grupo Prisa como parte de la Cadena Ser y dirigida por su hijo, Julián Muro Navarro. Pero es que, además, Jesús Muro tuvo el cargo de jefe nacional de Sanidad de Falange, una casualidad que nada tiene que ver con que la familia política hiciera fortuna en la sanidad privada. Como se puede ver, siempre es una cuestión de mérito”.
Notas:
- 1. Nueva España (Huesca), 30 de junio de 1963.
- 2. Nueva España (Huesca), 18 de julio de 1937.
- 3. ABC, 22 de abril de 1938.