Luchas, derrotas, victorias… Antifascistas
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La Iglesia Católica y los grandes capitalistas apoyaron al nazismo
En Alemania fueron los grandes industriales de la BASF, Bayer, Agfa, Opel IG Farben, Siemens, Allianz, Telefunken los que diseñaron y financiaron a los nazis. Los capitalistas alemanes veían a Hitler como a un dirigente que no dudaba en tomar las medidas que la situación requería. Era el partido idóneo para acabar con los sindicatos, organizaciones y partidos obreros y cualquier tipo de oposición; necesitaban crear tal grado de terror que permitiera rebajar los salarios hasta el nivel de subsistencia para desarrollar la maquinaria de guerra con la que pretendían expandir su dominio.
Después de que el apoyo político y financiero sin reservas de la alta burguesía alemana hubo posibilitado el ascenso al poder de Hitler, los capitalistas norteamericanos comprobaron cómo los nazis eran unos fieles defensores de la propiedad privada y del sistema capitalista. Los capitalistas americanos estaban particularmente impresionados por las medidas adoptadas por Hitler: Lo primero que hizo, nada más llegar al poder en 1933, fue eliminar los partidos políticos socialistas y comunistas y disolver los sindicatos de trabajadores.
El rearme de Alemania en los años 30 fue realizado con la aportación de capital de EEUU. Casi el 80% de los créditos a largo plazo provenían de este país. Alemania no poseía más que el 25% de las materias primas estratégicas, cerca del 50% de importaciones de materias primas y material estratégico provenía de EE.UU., Inglaterra y Francia. El principal proveedor de petróleo en los inicios de la guerra en 1939-40 era EE.UU.
Empresas como Coca-Cola en Essen, General Motors en Russelheim, Ford en Colonia, IBM en Berlín o el socio alemán de la Standard Oil, IG Farben, todas de capital estadounidense fueron florecientes industrias bajo el régimen de Hitler. En 1939 General Motors y Ford juntas controlaban el 70% del mercado alemán del automóvil y se les confió el suministro al ejército alemán de toda clase de material necesario para la inminente guerra; a nivel de tecnología informática, fue IBM la que adquirió un gran desarrollo durante la época nazi y también en plena guerra. Por no hablar de la admiración, nunca ocultada, de Ford hacia Hitler y sus métodos o del Presidente de la General Motors que tras una visita realizada en 1933 describiría la Alemania nazi como el milagro del siglo XX. Otro ejemplo del “antifascismo” del que después harían gala todos estos capitalistas como paladines de la “democracia”, fue el papel de la Texaco estadounidense en el avituallamiento y el envío de petróleo para las tropas fascistas en España.
Por su parte, la Iglesia Católica tampoco dudó en alinearse con el fascismo. Ya en los años veinte, el Vaticano había apoyado entusiasmadamente al régimen de Mussolini. El Duce no había llegado al poder gracias a la orquestada marcha sobre Roma, que no fue más que un circo, sino gracias al apoyo directo del Papa, de Humberto de Saboya, a la sazón rey de Italia, del ejército, de los terratenientes y capitalistas italianos. La opinión favorable sobre el fascismo se reveló claramente en el Concordato firmado con la Alemania nazi el 20 de julio de 1933, apenas medio año después de la subida al poder de Hitler. Fue una iniciativa del cardenal Eugenio Pacelli, el germanófilo nuncio papal en Alemania que más tarde sería Pio XII.
Este concordato fue el primer gran triunfo diplomático de Hitler y legitimó su régimen a los ojos de los católicos alemanes. A partir de ahí la Iglesia en general siguió el ejemplo del Vaticano y proclamaron abiertamente sus simpatías por el fascismo. En España la simbiosis entre fascismo e Iglesia fue muy clara; y no se circunscribió solo a un apoyo moral sino que participaron en el expolio, la represión y el asesinato de miles de antifascistas. Fueron curas y monjas, los que se hicieron con el control de las cárceles y centros de detención.
Cuando veremos algo similar pero destinado a la ex-URSS y sus satélites? Siempre venden a la izquierda como víctima y son tan victimarios como es fascismo…
Pues lo desearían muchos, pero va a ser imposible. Un Estado con economía planificada y socializada, precisamente evita tener padrinos fascistas como los tuvo Hitler.