Cartas desde prisión:
Israel Clemente López
Botafuegos, Algeciras, 1 de mayo 2020
(…) Sí que estamos viviendo tiempos curiosos con esto de la pandemia y el vasto experimento de ingeniería social que la acompaña. Si hace unos meses nos dice alguien que iba a suceder todo esto, nos hubiese sonado a guión de película de ciencia-ficción hollywoodiense, y de las llamadas de “serie b”. Una vez más, la realidad supera la ficción.
Como me han dicho que mis opiniones a este respecto son conocidas y accesibles, no me voy a repetir sobre todo ello.
Me sigue pareciendo muy instructivo el ir analizando con sentido crítico el tratamiento mediático prolongado y monotemático que le vienen dando a la epidemia. Han conseguido hacer desaparecer del radar otro tipo de noticias… Sirve de ensayo general a aplicar en otras coyunturas… bélicas, mismamente…
De golpe y plumazo han eliminado el 90% de las “noticias”…En el vasto mundo no hay más “actualidad” que el coronavirus…
De puro milagro he oído en la radio una noticia referente a que los secesionistas del antiguo Yemen del Sur han proclamando su independencia (¡!) Parece ser que estos cuentan con el respaldo de los Emiratos Árabes Unidos, ahora en pugna abierta con los saudíes por el control del bando “gubernamental” En lugar de dos bandos… ¡Ahora hay tres! Y espera y verás… No vaya a ser que acaben siendo más…
Una tendencia general de esta prolongada crisis del sistema capitalista parece ser la “multiplicación” de los aspirantes a “potencias regionales”. Todo el mundo quiere ser una potencia… Del mundo pretendidamente “unipolar” tras la caída del muro hemos pasado al caos generalizado y a la guerra de todos contra todos.
Si me encuentras alguna información sobre esto que te comento del Yemen, te estaría agradecido.
Por aquí sigo bien y con la rutina habitual. Con esto de que ahora no entran paquetes de la calle se me están acabando las lecturas. Voy apurando lo que tengo y dosificándolo.
Pienso que se va a agudizar la tendencia a la concentración monopolista con fusiones forzosas y absorciones de empresas por la gran banca y las grandes corporaciones. Habrá consecuencias políticas y de cuotas de poder.
Vamos a ser testigos de una pelea sin cuartel entre los grandes monopolios de la industria farmacéutica por ver quién se queda con la guinda del pastel de tratamientos antivirales y vacunas. Ahora mismo hay que dudar de la objetividad de tantos (y contradictorios) estudios científicos –en buena medida determinados por los intereses de sus promotores-, ¡como para fiarse de esos vampiros sin alma de la industria farmacéutica!
Tengo la impresión, pese a su carácter coyuntural, de que la intensidad de la pelea comercial… (pelea no, mejor batalla)… va a ser tal que se asemejará a la pugna que vienen manteniendo China y EE.UU. por el control y desarrollo de la tecnología 5G en las telecomunicaciones. Va a ser una pelea de perros a dentelladas sin freno ni bozal.
A todo ello se unirá la agravación de las tensiones geopolíticas: acusaciones de EE.UU. contra China y viceversa; crisis interna y descomposición paulatina del IV Reich (también llamado Unión Europea); las negociaciones del Brexit; el polvorín de Oriente Medio… y por encima de todo, condicionándolo todo, el lento e irreversible declive de la antaño hegemonía global de los EE.UU…
Vamos, que la pandemia va a actuar de gasolina que atice el incendio de las contradicciones entre los propios imperialistas y de todos ellos con los países “emergentes” y los que buscan sacudirse su yugo.
Pese a lo que cacarea la temerosa socialdemocracia, no hay fondos, ni en el UE ni en el mundo entero, que les permitan taponar las innumerables vías de agua que se van a abrir en la nave de la economía global.
Fíjate en que el mismo planteamiento de los “eurobonos” por parte de la Europa del Sur, más Francia, ha estado a punto de provocar fisuras irremediables en la UE. ¿A alguien le podría extrañar que Italia misma fuese el siguiente país en largarse dando un sonoro portazo?
Los socialfascistas y podemitas no paran de prometer medidas paliativas en lo social ante la brutal crisis que se avecina, pero es más que dudoso el que puedan llevar a la práctica tan siquiera una parte mínima de ellas. Con las promesas no se llenan las despensas ni se llega a final de mes.
Cambiando de tema, no se te ha escapado la coyuntura mediática tan propicia que eligieron en la Casa Real para distanciarse de los chanchullos juancarlistas. Bien sabían que toda esta polvareda de la pandemia global iba a ahogar la resonancia de un hecho tan políticamente destacado. Parece ser que la fiscalía suiza tiene cargas de profundidad demoledoras con lo de las comisiones millonarias de los saudíes. Un escandalazo en toda regla, más hiriente aún ante el calamitoso estado de la sanidad pública, puesto en evidencia ahora con toda su crudeza. Bien, pues han sido capaces de silenciarlo; de hacerlo desaparecer de los medios de prensa. Ya te digo que, a nivel mediático, todo esto es digno de estudio (y de denuncia política, por supuesto)
Hasta pronto.
ICL.