Muro de solidaridad y denuncias:
-Los nueve presos y carceleros de la cárcel de El Dueso que dieron positivo a la prueba de coronavirus son por contaminación en el laboratorio
La prisión de El Dueso (Santoña) ha vuelto a la normalidad en sus dependencias después de confirmarse que eran «falsos» los nueve casos positivos con la covid-19 que se dieron a conocer, por lo que continúa con las visitas, las salidas, los permisos y los traslados.
Los «falsos positivos» se han producido debido a que «un lote de muestras al procesarlas en el laboratorio se contaminaron unas con otras».
-Ante el fuego contra el gaztetxe de Portugalete
“En la tarde del 25 de agosto se manifestaron cientos de jóvenes para defender el gaztetxe de Portugalete. Ahora nos toca descubrir nuevos pasos para pasar de la respuesta a la autogestión. Nuestra presencia no va a cesar ya que de Sastraka no nos van a mover. Muchas gracias por todos los mensajes de apoyo y solidaridad que nos habéis hecho llegar desde diferentes puntos”.
*Hay serios indicios de que el ataque haya sido provocado
Hasta la tele vasca tuvo que reconocer la aparición de pintadas tras el fuego.
Gaztetxe Portu:
–https://www.facebook.com/115837396882661/posts/139961984470202/
–Solidaridad multada. No pagarán
Multan con 4.200 euros a un restaurante valenciano por dar comida a familias sin recursos
Los propietarios del restaurante La Lusitana Tasca y dos vecinas voluntarias han recibido tres multas de 4.200 euros totales por cocinar y repartir comida a familias sin recursos durante el confinamiento, sin ningún tipo de ánimo de lucro.
Los hechos ocurrieron el pasado 17 de marzo, en pleno pico de la pandemia. El restaurante disponía de bastante comida en la despensa, así que, ante la prohibición de abrir al público, decidieron cocinar para las familias más vulnerables del Cabanyal. Contactaron con la Cruz Roja, la Policía Local y una trabajadora social del centro de salud de Serrería, “el BOE permite esta entrega de comida sin ánimo de lucro”, y se hizo a través de las asociaciones Brúfol y Espai Veïnal Cabanyal. Sirvieron 84 comidas ese día, respetando todas las medidas de seguridad, tanto la higiene como el distanciamiento social y amparados en la Limitación de libertad de circulación de las personas, que permitía el libre tránsito para la Asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o especialmente vulnerables.
A las cuatro y media de la tarde los visitaron la Policía Local y los multaron. “Uno nos dijo que nos cerraría el local”. En la multa se denuncia “una cola de personas en la puerta recogiendo comida” y que “la puerta del establecimiento se encuentra abierta” con varias personas trabajando, “con dos mesas a modo de mostrador”. En la propia denuncia figura que se encontraban repartiendo comida “sin ánimo de lucro” en conjunto con la asociación Brúfol a personas desfavorecidas.
“Tanto desde el establecimiento como desde la red de voluntarios, asociaciones, colectivos y vecinos del Cabanyal, nos negamos a pagar estas multas, que ascienden a 4.200 euros. De manera colectiva denunciamos los hechos ocurridos, porque no se tiene en cuenta el carácter solidario y no lucrativo de la actividad, porque no se relatan de forma objetiva los hechos (el establecimiento nunca ha estado en funcionamiento durante el estado de alarma), porque nos acogemos al BOE del 14 de marzo, bajo la imperante necesidad de acción en solidaridad con las familias más vulnerables de nuestro barrio” denuncian.
–La verdadera cara de la okupación
*La situación de una okupa, obligada por la necesidad
Raquel Quiles Pérez es una madre soltera de Capdepera (Málaga) con un hijo de 13 años y una ayuda de 600 euros mensuales por tenerlo a su cargo. Ella lleva más de 8 años solicitando un piso de alquiler al Institut Balear de la Vivenda (Ibavi) y, a pesar de que cada vez que presenta la solicitud, sale en la lista de personas aptas para optar a la vivienda, no la consigue. Ha okupado una de esas viviendas por absoluta necesidad, y ahora le sacarán de la lista de solicitantes…
*Algún solo dato:
“Es más probable un desahucio que una okupación. En 2019: 162 desahucios al día. 19 okupaciones al día”
Sin especulación no habría okupación.
Distrito 14, Moratalaz.