Muro de solidaridad y denuncias:
-Alfredo Grimaldos, semilla de lucha:
*Un imprescindible hablando de otra imprescindible
Entrevista con Alfredo Grimaldos, sobre la abogada antifascista Paca Villalba…
–https://www.youtube.com/watch?v=BlKJ158Ecso&feature=youtu.be
*Carta a Alfredo Grimaldos
Alfredo Grimaldos, militante de la gigantesca internacional de hombres y mujeres libres que, desde diferentes trincheras, han luchado, luchan y lucharán, por la emancipación de los oprimidos.
Querido camarada Alfredo:
Por fin después de volver de tu entierro puedo escribir.
Por fin el llanto ha conseguido aclarar la rabia impotente y la angustia oscura que me atenazaba, bloqueando la expresión misma de la pena.
No voy a glosar tu obra. Otros lo harán mejor que yo. Sólo quiero hacer llegar a quienes no te conozcan, sobre todo a la juventud, la necesidad ineludible de leer tu obra por dos razones inseparables:
Porque el trabajo de investigación que la sustenta –hoy que ese trabajo prácticamente ha desaparecido del periodismo– ha sido vital para constituirnos como clase, como pueblo, de la única forma posible: conociendo a nuestros enemigos, desvelando los crímenes cometidos, sus alianzas secretas, sus miserables lacayos, más miserables aún si aparecen disfrazados con nuestras banderas, nuestros símbolos y nuestras palabras.
Y también, y sobre todo, por tu vida honesta, intachable, con la dignidad incorruptible de quienes se juegan la vida al lado de los perdedores, de los fusilados, de los torturados, del inmenso ejército de camaradas oscuros.
Te habría gustado tu despedida. Hemos estado cincuenta o sesenta amigos del alma cantando bajito y con voces temblorosas las tranquilas y entrañables estrofas del Grandola vila morena, el himno de la revolución triunfante que marcó nuestra juventud. Las lágrimas serenas y ocultas iban empapando las mascarillas.
Un compañero, que te debe conocer muy bien, ha recitado estos versos del «Fulgor y Muerte de Joaquín Murrieta», de Pablo Neruda. Sus palabras, que describen perfectamente tu enorme humanidad, te han acercado a nosotros, mejor que el mejor retrato:
Adiós compañero bandido, se acerca tu hora, tu fin está claro y oscuro,
se sabe que tú no conoces –como el meteoro– el camino seguro,
se sabe que tú te desviaste en la cólera como un vendaval solitario,
pero aquí te canto porque desgranaste el racimo de la ira y se acerca la aurora,
se acerca la hora en que el iracundo no tenga ya sitio en el mundo
y una sombra secreta no habrá sido tu hazaña.
La Internacional, también temblorosa, nos reconfortaba. Nos ha recordado que tus manos, las nuestras, son las que van en otras manos tirando y que el paso por la vida de los combatientes constituye ese tesoro heredado que nos conforma y nos ayuda a intentar no traicionar, ni su memoria, ni la causa que compartimos.
¿Sabes Alfredo? Hay una imagen que tu nos contaste y que se me clavó en la memoria. Es cómo un fogonazo de tu historia, de la de todos. Tu madre cosiendo y recosiendo la bandera republicana desgarrada por los guardaespaldas de Carrillo, intentando arrancártela.
¡Hasta la victoria siempre, camarada!
Ángeles Maestro
–https://insurgente.org/carta-a-alfredo-grimaldos/
-Solidaridad con Pablo Hasél:
*Pancarta: “La indignació no impedirà l’empresonament del P. Hasél. La lluita contundent, sí. Organitzem-la!”.
*Pancarta: “Pablo Hasél ha expressat el que la majoria pensem! Si el tanquen a ell, també ens ho fan a nosaltres! Impedim-ho!”.
*Tema de Pablo Hasél – Sin arrepentimiento
–https://www.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=-i_I4guHFK0&app=desktop
Guerra sucia:
-Memoria de la desvergüenza
Sobre el asesinato del dirigente de los GRAPO Juan Martín Luna, el 5 de diciembre de 1982
Esto publicaba al día siguiente del asesinato el periódico Diario 16.
Mucha atención porque se explica perfectamente las circunstancias en las que Martín Luna fue asesinado, estando los GRAPO en tregua militar dada al primer gobierno del PSOE. Y cómo dicho periódico “nada objeta a su muerte”.
Diario 16. 6/12/1982.
EDITORIAL.
“Una investigación sobre el GRAPO.
El telediario del mediodía (5/12/82) comenzó ayer con un rótulo sobreimpreso, según el cual el grapo Martín Luna había sido «abatido» por la Policía.
El verbo tiene desagradables connotaciones cinegéticas que no se nos ocurriría sacar a relucir, de no ser por las especiales circunstancias del caso.
Parece de sentido común que cuando se acorrala a un individuo en la puerta de una panadería, con una ensaimada entre las manos, y cuando se dispone de un amplio contingente de hombres y de la ventaja del factor sorpresa, las técnicas policiales permiten organizar el servicio de forma que el delincuente sea capturado vivo.
Esto no significa que no haya ocasiones en las que todas las previsiones salten por los aires, como consecuencia del impulso, a la vez suicida y asesino, de un sujeto peligroso.
Martín Luna estaba, desde luego, dentro de esta categoría y nada hay que objetar a su muerte, si con ella logró evitarse la de algún agente del orden.
Una investigación sobre el GRAPO
Lo que provoca, sin embargo, la reticencia y el escepticismo del ciudadano medio no es este episodio en sí, sino la sucesión a lo largo de los últimos años de sucesos casi idénticos.
Hasta 12 miembros del GRAPO (incluidos sus principales jefes, Delgado de Códex, Collazo Araújo, Cerdán Calixto y ahora Martín Luna) han muerto en los últimos tres años en incidentes descritos por fuentes oficiales como «enfrentamientos con la Policía».
El hecho de que Delgado de Códex cayera como consecuencia de un único disparo, efectuado desde cierta distancia por un tirador de élite, sin que los testigos presenciales le descubrieran arma alguna, y el hecho de que en el mismo periodo de tiempo apenas hayan acaecido escaramuzas similares con activistas de ETA, a pesar de su muy superior número de militantes, son factores que no pueden escaparse a un análisis sereno y cuidadoso.
No es de extrañar que en determinados ambientes se haya propagado la leyenda de que existía el propósito de silenciar al GRAPO, de forma que nunca llegue a conocerse toda la verdad sobre su oscuro origen y sus terribles actividades.
Las piruetas del destino han querido ahora que el último logro de los actuales responsables de la lucha antiterrorista haya sido este servicio, en el que, según el telediario, era «abatido» el último superviviente de los líderes históricos del GRAPO.
Parece como si la diosa Fortuna quisiera acompasar el mutis de unos y otros (y nadie vea en este símil la menor comparación entre nuestros esforzados superpolicías y estos peligrosos asesinos) por el foro de la historia de la transición democrática.
Somos conscientes de que lo cómodo y lo educado en la guerra contra el terrorismo es mirar siempre para otro lado, con tal de que se produzcan resultados.
Pero de la misma manera que no podemos por menos que sentirnos estremecidos ante la divulgación de ciertas inapelables fotografías (¿pero cómo es posible que en nuestra sociedad sucedan todavía cosas como éstas?) tampoco queremos conformarnos con que el «dossier GRAPO» reciba este tipo de carpetazo.
Por eso creemos que el nuevo Gobierno socialista debe abrir una exhaustiva investigación sobre tan peculiar colectivo terrorista, partiendo del inestimable material que, según el ministro de Interior saliente, debe permanecer intacto en los archivos policiales.
Se ha derramado demasiada sangre y se ha pagado un coste político demasiado alto por culpa del GRAPO como para que no se sepa toda la verdad oculta, o, en su defecto, que no hay ninguna verdad oculta”.