Memoria histórica imprescindible:
–Robar niñas para el entretenimiento sexual de los fascistas
“(…) Antonio Doreste, «El Pelao», estaba empeñado en que mi padre le diera en adopción a mi hermana Candelaria, sabía bien por la miseria y el hambre que estábamos pasando después del Alzamiento, por eso le dio por venir a la casa de Los Llanos de María Rivera, aparecía allí todos los días con el mismo coche que usaban pa detener a los republicanos. Mi hermana y yo nos escondíamos en el alpendre, el viejo le decía que la chiquilla estaba pa Las Palmas con la madre, pero el fascista insistía, no había quien lo parara. Estuvo varias semanas sin venir en marzo del 37 y un día a primera hora vino con Eufemiano Fuentes, que era el jefe de Falange de toda la provincia. Se bajaron del coche vestidos de azul con la boina roja y su camarilla armada hasta los dientes, entonces el tabaquero cogió a mi padre por la camisa y le dijo: -Queremos a tu hija sucio bastardo, queremos a tu hija o te llevamos con nosotros y no vuelves más a esta mierda de casa-
Mi padre le dijo que no se la daba, que la chiquilla era sagrada, Doreste le puso una pistola en la cabeza y lo obligó a ponerse de rodillas, entonces mi hermana salió del escondite y les dijo que se iba con ellos, Eufemiano la cogió por el brazo y le manoseó las tetas: -Está buena pa la casa el Conde en Cercados de Araña- dijo. Todos sabíamos que allí tenían a mujeres de republicanos asesinados y que las usaban como entretenimiento de los del Movimiento, que por allí pasaban todos los mandos del ejército y la guardia civil los jefazos falangistas pa abusar de las mujeres. Mi padre se quedó arrodillado mientras se la llevaban, Cande tenía 14 años, la metieron en el coche subiéndole el vestido, tocándole el culo, riéndose de ella, no la vimos más, nos quedamos allí en el pago desalados, mi padre les rogó que la dejaran y Eufemiano sacó la pistola y dio varios disparos al aire. Se fueron por la carretera el centro pa Las Palmas entre risas.
Siempre he querido saber que fue de mi hermana, pasaron los años y me enteré por un amigo de Las Lagunetas guardia de asalto, que la habían tenido en varias casas de putas hasta que cumplió los 25 años, que también estuvo viviendo con Doreste unos meses en una finca que le había robado a un asesinado en Pino Santo, que un capitán borracho le desfiguró la cara una noche con una navaja, que la usaron como quisieron y luego se la vendieron a un jefe de la Guardia Mora de Franco que vivía en Agúimes. Hasta ahí supe, mi padre se murió de pena a los dos años, casi no hablaba ni comía, mi madre enfermó de cosa mala, se quedó muda y se volvió loca, la ingresaron en el manicomio de Tafira, yo me vi solo con la casa, las tierras y las cuatro cabras y ovejas, nunca podré perdonarles lo que nos hicieron, como destrozaron a mi familia por el capricho de un criminal…”
Testimonio de Antoñito Cabrera Ramos, vecino en su infancia de Santa Brígida (Gran Canaria), en los años del genocidio.
Entrevista realizada por Francisco González Tejera, el 21 de diciembre de 1997, en Cueva Grande, municipio de San Mateo.
–https://viajandoentrelatormenta.com/
*La Saga mafiosa de «Los Eufemiano Fuentes»
El tío, militante destacado de Falange Española, criminal fascista, torturador y violador en el apogeo del franquismo en Canarias, miembro de las sangrientas Brigadas del Amanecer, de espeluznante recorrido. Los sobrinos: médico y prestigioso “dopador” y creador de martingalas con transfusiones sanguíneas para deportistas de elite, evasor de capitales y clave de bóveda de la conocida Operación Puerto. El otro: autor del “Crimen del Contenedor”, cocainómano que decapitó y troceo a una joven prostituta drogodependiente.
–https://kaosenlared.net/la-saga-mafiosa-de-los-eufemiano-fuentes/
-San Marcos de León: reabren un parador que fue campo de concentración franquista
Por allí pasaron entre 15.000 y 20.000 antifascistas, pero hay quien eleva la cifra hasta los 100.000 presos. De ellos murieron entre 1.500 y 2.900 por enfermedades o maltrato, o fueron fusilados
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica pide que se coloque una placa para recordar que en ese lugar se asesinó, torturó y ‘reeducó’ a miles de personas, y espera “poder instalarla en presencia del superviviente Josep Sala, de 101 años”.
-La fotógrafa republicana Benjamina Miyar regresa del olvido en el documental ‘La calle del agua’
La cineasta Celia Viada Caso presentó su primer largometraje, que traza la vida y obra de esta fotógrafa asturiana represaliada por el franquismo, en la reciente 58 edición del Festival Internacional de Cine de Xixón, donde recibió 7 premios.
La historia de Benjamina Miyar, que vivió entre 1881 y 1961, está inexorablemente unida a la fotografía y, como la de tantas otras, la oscuridad que cubrió España durante la dictadura fascista relegó su figura al olvido. Ahora, el documental de no ficción La calle del agua, de la asturiana Celia Viada Caso, ofrece una mirilla a través de la que se descubren esbozos de la vida de Benjamina como fotógrafa republicana a los pies de los Picos de Europa, en Asturias.
Benjamina, que nunca ocultó su ideología republicana, estuvo vinculada a la guerrilla. En su casa se hacían reuniones clandestinas y dio cobijo a muchos de los fugaos de Asturias. Según recuerda Celia, todo el mundo le mencionaba a uno en concreto, Fernando Prieto, alias “Alegría”, cuya madre había trabajado para la familia de Benjamina. “En realidad, resulta que había muchos más que pasaban por su casa y la prueba está en las fotografías que hizo de ellos. Les fotografió con mucha cercanía, se nota que están posando para ella, un poco como actuando, hay bastante de recreación y juego en esas fotografías, me llama mucho la atención esa complicidad y ese papel que ella debió jugar”. Algunas copias de esas imágenes acabaron en los archivos de la Guardia Civil, otras, en el exilio en Francia.
Entretanto, Benjamina, que fue encarcelada hasta cuatro veces, vivió su madurez vigilada, soportando registros constantes en su casa, palizas y torturas. Sus primas, Eloísa y Armida, murieron en casa, de frío, la Nochevieja de 1963, dos años después del fallecimiento de Benjamina. “Ellas fueron mujeres muy valientes porque vivieron como quisieron y como pudieron, hay que recuperar estas historias porque nunca se hizo justicia, yo creo que Benjamina merece un poco de reconocimiento. Hay muchas personas en Asturias, tantas mujeres que sufrieron, que lucharon, que hicieron cosas grandiosas, y nunca se ha sabido”…