Muro de solidaridad y denuncias:
Represión:
-Condenan a prisión a uno de los jóvenes detenidos en la caza de brujas de Nochevieja de 2019 en el Gaztetxe de Gasteiz
Uno de los detenidos por el desalojo del Gaztetxe el 1 de enero de 2019 ha sido condenado a tres años y nueves meses de cárcel. Tendrá que ingresar en las próximas semanas en prisión.
–https://halabedi.eus/en/carcel-gaztetxe-nochevieja2019/
Presos sociales en Lucha:
-Tensión, palizas, desesperación y lucha en el Aislamiento de Villena
Cárcel de Alicante II Salud compañerx, Te enviamos un fraternal abrazo, muchísima salud, prosperidad, ánimo y fuerza. Soy Mohamed El Hichou. Le mandaste carta a Juan Manuel pero él está jodido y bajo de ánimo, pero aquí nos tiene, animándole en todo lo que podemos. Y es que cuando pasan cosas fuera, des de dentro poco podemos hacer, y entonces nos come la impotencia y el dolor. Nosotros, aunque no estemos en la misma fase, renunciamos a salir al patio para poder hablar con él y que no lie ninguna.
Hemos realizado el ayuno y aquí te mandamos las instancias correspondientes. Nosotros denunciamos todo lo denunciable. Nuestros valores morales, igual que nuestros principios nos diferencian del rebaño. Aprovecho para agradecer todo el apoyo incondicional, vuestra sensibilidad y la impresionante labor que hacéis. Con vosotrxs nos sentimos mas fuertes y con ganas de seguir luchando contra un sistema podrido y corrompido. Dado nuestras denuncias, nos hemos ganado la enemistad de la Administración, pero aún asi, antes roto que doblado. El compromiso y la lealtad son nuestros compañeros.
Por aquí, en las otras galerías los ánimos han estado muy exaltados. En los últimos días se han quemado como tres celdas, ha habido autolesiones. Me apena porque muchos son chavales jóvenes y el aislamiento puede con ellos; necesitan un apoyo psicológico que aquí es inexistente. Llamar médicos a estos malditos desgraciados es insultar al noble arte de lxs médicos. Cuando hablamos con lxs carcelerxs la contestación es la de siempre “no podemos hacer nada”. Es nauseabunda la actitud de estos cerdos y la impunidad con la que actúan.
Aquí a un compañero se le fue la cabeza dado que no estaba pasando por un buen momento por temas personales, y por mucho que intentamos disuadirle, prendió fuego a la celda. Por suerte le sacaron a tiempo. Pero la cosa empeoró cuando, supuestamente, agredió a un carcelero. No te puedes imaginar la crueldad y la brutal paliza que recibió. Esto no pasó en nuestra galería, pero cuando salimos al teléfono lo vimos con la cara como un mapa…
Te comento que se une a nosotros un compañero, el que adjunta la instancia. Meterlo en el listado ¿ok?
Bueno X, aquí estamos unidos y nos apoyamos mutuamente. Nadie dijo que este camino iba a ser fácil, al contrario, pero hay que seguir unidxs. La coordinación es muy importante y “Resistir es Vencer”. La muerte viene sin dolor y no es tan dura como parece, lo mas triste es vivir como un cobarde.
Me despido con un fraternal abrazo y seguimos en contacto. Gracias por vuestro apoyo, fuerza y resistencia.
Mohamed El Hichou El Yaziji.
Guerra sucia:
-Persecución española contra Wikileaks
Un subinspector de la Policía Nacional y TEDAX vendió a UC Global equipos para espiar a Assange en Londres
Los equipos utilizados por UC Global en la embajada de Ecuador para espiar al creador de Wikileaks por encargo de la CIA fueron suministrados por una compañía española con sede en Madrid propiedad de un subinspector de la Policía Nacional y TEDAX, destinado en Galicia. La empresa, llamada Hispa Importaciones Deluxe, está especializada en software espía para móviles y tecnología digital de alta calidad, como cámaras de alta resolución, microcámaras y micrófonos camuflables.
El operativo de control y espionaje al que fue sometido Julian Assange por UC Global para la inteligencia estadounidense mientras permaneció refugiado en la embajada de Ecuador en Londres no hubiera sido posible sin la tecnología aportada por una empresa especializada en productos y software de espionaje, propiedad de un policía español experto en desactivación de explosivos.
Ignacio Oliva, subinspector de la Policía Nacional y especialista TEDAX, es el propietario de Hispa Importaciones Deluxe SL, una compañía creada en 2015 en Palma de Mallorca y domiciliada actualmente en Madrid, especializada en tecnología de última generación para el espionaje.
Torturas ‘democráticas’ y dependencia judicial:
-A Isabel Llaquet, militante del PCE(r)
De una entrevista:
-¿Te torturaron en tu paso por las comisarías?
Cuando me detuvieron (en la operación policial contra el Comité Central) en Benidorm en 1977 nos trasladaron a Alicante y de allí a Madrid a las pocas horas. Íbamos cada uno en un coche, encapuchados, con un policía a cada lado. Yo notaba que estaba lloviendo y que el que conducía era novato. Los otros policías le decían que tuviera cuidado. Pero nos la dimos, y yo iba esposada con las manos atrás todo el viaje. El coche dio una vuelta de campana y me di un golpe en la cabeza. Gracias a eso no me pegaron mucho. Me cambiaron de coche y me pusieron las esposas delante. En esa época, como ya estábamos en democracia sólo se podía estar tres días en comisaría. Nos llevaron a la Audiencia Nacional. Yo pasé con el juez Chaparro, el del Tribunal de Orden Público franquista, que prorrogó mi detención unos días más para volver a ponernos en manos de la policía. Era una maniobra para burlar la nuevas leyes. Ibas tan contenta pensado que pasabas a la cárcel y de repente te volvías a encontrar en la Puerta del Sol, en la Dirección General de Seguridad. Vuelta a los interrogatorios. Prorrogaron la detención unos días más, en total siete. Luego legalizaron la prórroga de las detenciones y hacían lo mismo pero sin pasar por el juez.
La siguiente detención fue en Barcelona el 1 de octubre de 1980. Se acababan de fugar los cinco de Zamora y creían que yo sabía su paradero. En esa época empezaron a utilizar algo que se puede calificar de desaparición. Al llevarte a Vía Layetana no te registraban ni te fotografiaban. No estabas detenido oficialmente. Te metían en un cuarto preparado con la barra. Te colgaban de ella boca abajo y te golpeaban en las plantas de los pies y en la cabeza. Perdí la noción del tiempo. Cuando ya no sentía nada me bajaron al suelo porque no tenía sentido seguir pegándome. Llamaron a un médico y dijo que me tenían que llevar a un hospital. Me trasladaron a una pequeña clínica de la zona del puerto, al Pere Camps. Recobré la noción y me di cuenta de que me inscribían con un nombre falso. El médico era un viejo colaborador de la policía acostumbrado a hacer ese trabajo sucio porque oí que les decía que no me siguieran golpeando en la cabeza ni en los pies. También la enfermera, que era una monja, me aconsejaba que obedeciera a la policía porque así no me pasaría nada. Son recuerdos confusos en cuanto al tiempo pero pude ver la hora: me habían detenido por la mañana y llevaba ya casi un día entero en comisaría. Luego me volvieron a llevar a Vía Layetana, me tendieron en el suelo y empezó la sesión de puñetazos en muslos, vientre y pechos, hasta que se cansaron. Ya no podía andar.
Me metieron en un coche y me llevaron a Madrid. Pero no figuraba que hubiera estado antes en Barcelona. Al llegar me estaba esperando un traumatólogo y todo un equipo médico. El traumatólogo, que se presentó como uno que trabajaba para el Real Madrid, me hizo radiografías y me escayoló un pie. Me tendieron en una colchoneta en el suelo y no me tocaron ya más durante los nueve días restantes. Entonces ya habían aprobado la ley antiterrorista, que fijaba el plazo detención en diez días. Yo estuve como 11 ó 12 pero los de Barcelona no contaban, así que todo era legal. Al llegar a la cárcel estaba negra como una africana en todas las partes del cuerpo donde tenía chicha. Así que el médico dio parte. Ahora lo hacen más sofisticadamente: con electrodos y otros métodos que no dejan tantas huellas. Pero entonces les daba todo igual. Hacían una campaña de que las cosas ya habían cambiado y casi nadie quería saber más”.
-(En tu estancia en cárceles francesas tras la detención de 2000) Hay una anécdota ocurrida en Francia después de salir la primera sentencia, cuando el presidente del tribunal se encontró en la cola de la caja del supermercado con tu abogada francesa y ésta le comentó que cómo era posible que te hubieran condenado, cuando no solamente no había pruebas sino que tu nombre apenas se había mencionado a lo largo del juicio, y el magistrado le contestó que así se lo había indicado la guardia civil, ¿es cierto esto?
Sí, y lo primero que choca ahí es la famosa independencia judicial, no solamente de los jueces respecto del gobierno sino que los jueces franceses son verdaderas marionetas que hacen lo que les dicen los policías de otro país. Quedó claro que no te condenan por los papeles sino por influencias políticas que no están en los papeles.