Cartas desde prisión:
Juan García Martín
Puerto, 13 abril 2021
(…/…) Recibí tu carta del 22 de marzo con la carta de Manuel (‘Arenas’) a la camarada rusa; entre otras cosas interesantes y atinadas sobre la situación general actual, de paso me entero bien de cómo le va al camarada en su nuevo “alojamiento”. En este tiempo también me llegó la noticia del traslado de Perkins (Israel Clemente) a León. Por supuesto que dispersados y solos en una cárcel de donde han sacado a los demás presos políticos, me alegro de que, por lo menos, los camaradas estén más cerca de su familia. Dicho lo cual, añado que estos traslados y otros que puedan producirse no acaban ni mucho menos con los dos problemas principales que tenemos los presos políticos (al margen, claro está de la falta de libertad): la dispersión y el aislamiento. La dispersión para nosotros significa, ante todo, la separación de nuestros camaradas encarcelados, impidiéndonos toda vida colectiva de estudio, trabajo y discusión. Y el aislamiento es la censura, la violación de la intimidad y el control y limitación de la posibilidad de relacionarnos de forma oral o escrita con nuestro entorno. Ahí está el ejemplo de Manuel, al que no le dan las cartas con el absurdo pretexto de que no tienen depósito legal.
Frente a esta política estatal contra los presos políticos nosotros siempre hemos tenido claras dos reivindicaciones:
El fin de toda censura y limitación de correspondencia y la reunificación de los presos políticos del PCE(r) y los GRAPO.
Y dada la actualidad que estos asuntos están cogiendo con el traslado de los vascos cerca de su tierra, su reivindicación “histórica” (otra cosa es el precio que tienen que pagar), y el de Manuel y Perkins, creo que es bueno hacer hincapié en la reunificación porque, desde los tiempos de la destrucción de las Comunas carcelarias, ha sido nuestra reivindicación histórica frente a la dispersión. Por ella hemos realizado huelgas de hambre y otras acciones de protesta, dentro y fuera, que han costado la vida a dos camaradas y ha dejado a media docena con graves secuelas. Nunca olvidaremos, el ejemplo de Kepa y Sevi y pienso que mientras existan aunque sea solo dos presos comunistas (y ahora somos una docena) nuestra exigencia inmediata será que nos pongan juntos, lo cual no quita, por supuesto, que nuestro horizonte reivindicativo siga siendo la Amnistía Total que, afortunadamente, tan de actualidad se está poniendo.
(…/…) Ayer recibí la postal de “despedida” de Arango; espero que la pandemia os deje, por lo menos, recibirlo uno a uno por eso de no haber más de cuatro personas.
Y ya no me enrollo más. Cuidaros, ¿vale? Un fuerte abrazo.
Juan