Cartas desde prisión:
Pablo Rivadulla Duró
Prisión de Ponent, junio 2021
-Indultos, amnistía y autodeterminación
Con el objetivo de perpetuarse en el Gobierno (gracias al vergonzoso apoyo de ERC que estabiliza al Régimen), intentar calmar al independentismo y blanquearse internacionalmente, el PSOE otorgará unos indultos a los presos del Procés que ni pondrán fin a la represión, ni respetarán el democrático derecho a la autodeterminación. No serán una conquista de la lucha y la solidaridad, sino más bien un premio a su sumisión y contribución a apagar las calles, a reprimir y frenar el enorme potencial revolucionario que hay en Catalunya donde, el rechazo masivo al Régimen, se manifiesta en las ganas de luchar de una parte muy importante de la población como ha quedado demostrado en diversas fechas. El Estado es plenamente consciente de este potencial que lo llevó a ser derrotado el 1 de octubre y sabe que la mejor forma de dañar al movimiento es utilizando a quienes, en nombre del independentismo, anulan la combatividad y la desobediencia necesarias.
Coincido con la ANC cuando denuncia la maniobra del Gobierno con fines nada democráticos y cuando llama a retomar la única vía que deja el Estado, la unilateral. También aciertan al señalar que los indultos no sirven a los exiliados, ni a los miles de represaliados, ni a las libertades que se reivindican, pero no se puede omitir que tampoco es útil el papel jugado por la ANC al no llamar a defender en las calles la victoria del referéndum, al dar apoyo a partidos domesticados y desmovilizando, incluso criminalizando, la respuesta popular tras las sentencias, por ejemplo. Defender la autodeterminación de forma consecuente es defender que el resultado se aplique, de lo contrario, más que defender este derecho democrático se estará sirviendo al fascismo del Estado, sea o no la intención, además de mostrar nula seriedad a nivel internacional.
La ANC y Òmnium plantean, junto a otras organizaciones, una amnistía que no es total. Olvidan a muchísimos presos políticos de todo el Estado que sí han luchado de forma consecuente, desde hace décadas, por la autodeterminación y las libertades políticas, entre otros tantos derechos. Esto no solo es injusto e insolidario, sino que tampoco resulta útil si lo que se pretende es unir fuerzas contra el Régimen y conquistar el fin que se persigue. La Amnistía Total se logró en el 36 por el Frente Popular gracias a la unidad de distintas organizaciones que no olvidaron a ningún preso político. Desde el independentismo se habla mucho del apoyo internacional y muy poco del apoyo existente dentro del Estado que, no lo olvidemos, es un enemigo común. Es fundamental fortalecer este apoyo que debe ser recíproco.
El recién formado Govern catalán ha regalado 2 años más al Estado para la insultante farsa de la “mesa de diálogo” con un Gobierno que, si algo ha dejado claro, es que no habrá ni amnistía selectiva, ni autodeterminación. Están ayudando al Estado a ganar tiempo, a controlar la situación (con la que está cayendo a todos los niveles) y por tanto, a facilitar la estabilidad del Régimen. Argumentan que no debe abandonarse el diálogo, como si fuera posible establecerlo con quienes sólo ofrecen represión, cerrados a cualquier solución democrática, o como si ofrecer diálogo fuera incompatible con oponer la resistencia de la que huyen por cobardía inadmitida. Precisamente, desde una posición de ridícula sumisión, no se puede arrancar nada en una mesa de negociación.
Aunque la CUP discrepe, lo está legitimando sosteniendo al Govern con la justificación de que, pasados dos años, se volverá a la desobediencia para realizar otro referéndum cuyo resultado, aseguran, esta vez sí será defendido. Sin embargo, ERC y JUNTS no ofrecen ninguna garantía fiable de que esto será así, sino todo lo contrario.
Todo esto contribuye a enfriar ambiciones y acciones lícitas, justo lo que quieren tanto el Estado, como los colaboradores processistes. Cuestión aparte es que lo consigan. De hecho, crecen las ganas de enfrentamiento y combatividad en amplios sectores, como así se vio tras las sentencias del Procés o tras mi encarcelamiento.
La histórica desobediencia masiva del referéndum fue posible gracias a la potente presión popular, que forzó e impidió que los políticos processistes pudieran detenerlo como pretendían. El gran error fue que, por falta de organización (dejando al margen a los claudicadores) no vinieran muchos más días de desobediencia civil para hacer ingobernable Catalunya. Era y es posible ocasionar un problema mucho más serio al Régimen, entre otras cosas por causar pérdidas multimillonarias a la oligarquía que, realmente, ostenta el poder. Tal vez eso no conquistaría la independencia votada, pero los debilitaría y acercaría su fin y por tanto, esa libertad. Las ansias de ruptura masivas no se han apagado como pretenden vender algunos, al contrario. Se ha aprendido de las experiencias y existen mejores condiciones para avanzar al respecto. Cuando se desarrolle la organización, el siguiente choque será mucho más fuerte y prolongado.
La abstención de casi el 50% en la farsa electoral autonómica, pone de relieve el gran hartazgo que han querido encubrir con supuestos miedos derivados de la pandemia. Patética excusa cuando la ciudadanía sale a la calle por mil asuntos y cuando en Madrid la participación rozó el 80%. Los processistes han perdido 600.000 votos por sus falsas promesas, algo que también pretenden ocultar.
El “nuevo” Govern, en sus primeras horas, ya ha incumplido el compromiso de no enviar a los Mossos a desahuciar. Ni en el plano social, ni en el nacional, suponen un avance digno de tener en consideración y por ello, el apoyo de la CUP es más que cuestionable. Es evidente cuando, hasta tertulianos mercenarios del Régimen, hablan bien del Govern por tener a Catalunya calmada y controlada. Sin embargo, la agudización de la crisis, sumada al cóctel explosivo de la lucha nacional y la lucha de clases, amenaza con desbordarlos, por más que intenten retrasar el estallido desde sus cómodas poltronas desde las que ni conquistarán la Amnistía Total, ni la autodeterminación, ni otros tantos derechos y libertades que requieren derribar este Régimen en las calles.
–https://pablohaseldesdeprision.com/2021/06/14/indultos-amnistia-y-autodeterminacion/