Alientos de lucha
Agenda
Kanikosen -El Pesquero-
Takiji Kobayashi
(Japón 1903 – 1933)
“Como cada año al acercarse el fin de la temporada de pesca, prepararon las latas especiales de obsequio para las personas importantes. Pero imperdonablemente no les dejaron hacerlo con los rituales de purificación necesarios. Después de lo sucedido, los pescadores se indignaron con el patrón por aquella desfachatez. Además, esta vez era distinto.
-Seguro que estas latas estarán deliciosas. Se hacen exprimiendo nuestra carne y nuestra sangre. Tendrán suerte si no les da un dolor de vientre después de comérselo.
Todos las prepararon con ese ánimo.
-¡Ponles una piedra! ¡Qué más da!
-Nuestros únicos aliados somos nosotros mismos.
Ahora, ese sentimiento había calado profundamente en todos sus corazones.
-¡Vais a ver ahora!
Pero con ese “vais a ver ahora”, aunque lo repitieran cien veces, ¿qué iban a lograr? Desde que la huelga había fracasado, el trabajo, “mierda, lo habéis comprendido”, se había vuelto más duro. A la dureza que habían sufrido antes, se habían sumado el rencor y las ansias de venganza del patrón. La crueldad del día a día había superado cualquier límite. El trabajo había llegado a un punto insoportable.
-Estábamos equivocados. No teníamos que haber dejado que nueve hombres se pusieran al frente. Estábamos anunciando claramente que ése era nuestro punto débil. Tendríamos que haber actuado de forma que se viera que lo hacíamos todos juntos. En ese caso, el patrón no hubiera podido mandar el mensaje al destructor. Porque no habría podido entregarnos a todos. Porque si lo hiciera no se podría trabajar.
-Sí, tienes razón.
-Sí, eso es. Esta vez, si seguimos trabajando así, nos matarán de verdad. Hay que hacer la huelga entre todos, sin que nadie tenga que sacrificarse por los demás. Como la otra vez. ¿No lo dijo el tartamudo? Lo más importante es unir nuestras fuerzas. Ya tendríamos que saber lo que podríamos haber conseguido uniendo nuestras fuerzas. Incluso aunque llamen al destructor, si vamos todos a una sin excepción, nos salvaremos.
-Sí, quizá tengas razón. Bien pensado, entonces sería el patrón el que tendría más que perder y el que más razones tendría para temer a la empresa. Porque no tendrían tiempo de mandar repuestos desde Hakodate, y la producción sería increíblemente baja. Si esta vez lo hacemos como es debido, nos puede salir bien.
-Nos saldrá bien. Curiosamente, nadie tiene miedo. Todos piensan “¡A la mierda!”.
-A decir verdad, aquí nadie tiene planes para el futuro. Se trata de morir o vivir. ¡Vamos todos, otra vez!
-¡Sí, otra vez!
Y volvieron a alzarse. ¡Otra vez!”
Sobre el autor:
En 1926 comenzó a colaborar con el movimiento sindical y con el Partido Comunista y participó en revueltas de trabajadores y huelgas campesinas. Paralelamente, su reputación literaria fue creciendo. La publicación en 1929 de Kanikosen (El pesquero) significó su consagración como el gran escritor del proletariado japonés. En la novela retrata la rebelión de la tripulación de un buque cangrejo contra su capitán, debido al trato despiadado que recibían y a las inhumanas condiciones de trabajo a que estaban sometidos. En 1933 fue detenido por la policía secreta. Murió al día siguiente como resultado de varias horas de tortura. Con solo veintinueve años, se convirtió en un mártir del movimiento obrero nipón. Cuando fue asesinado estaba escribiendo El camarada.
-Lituratura proletaria. Descarga de libros de Takiji Kobayashi: «Kanikosen. El pesquero» y «El camarada».