Video Xornada Antirrepresiva Asturies / Contra el fascismo, en Oñati / Cuando para el CMVT un GAL era un ‘empresario francés’ / Torturas: A Enrique Kuadra Etxeandia / 30 años de la masacre de Morlans.

Pantallazo video charla antirrepresiva en Asturies.

Muro de solidaridad y denuncias

Video Xornada Antirrepresiva 17 Xunetu 2021:

Mesa Redonda con:

-Manuel Arango: ‘La llucha revolucionaria dende’l franquismu’

-CNT Xixón: ‘Represión nel conflictu de La Suiza’

-Comité d’Asturies Pola Amnistía: ‘Represión y solidaridá’, ‘Nuevos modelos productivos y otres formes de represión’

Video. 99 minutos:

https://www.youtube.com/watch?v=0lkZRNjexp0

Dos fotos. Pintada fascista y respuesta.

Antifascismo:

-Pintadas fascistas en Oñati, denunciadas

Unas pintadas fascistas en el mirador de Udana. Su ideología y mensajes, no tienen sitio, ni en nuestro pueblo ni en ningún sitio. Oñati no se ensuciará del fascismo. Viva Oñati antifascista!.

Tras la pintada fascista “Ni rojos ni negros, ni maricones. Solo Blas Piñar y sus cojones”, tapada con la inscripción “Faxistak kanpora!” y la esvástica tachada.

Tuit de Igor Meltxor.

Guerra sucia:

-Centro Memorial V.T. : ‘Recordamos al industrial francés Clément Perret asesinado por ETA en Castellón en 1985’.

Respuesta: “Para el Centro de la desmemoria de Vitoria, un mercenario de los GAL era un simple “industrial francés”. El Memorial de los horrores regado con dinero público continúa humillando a centenares de víctimas”.

Dibujo. Tortura. Colgado de la barra.

Torturas:

-A Enrique Kuadra Etxeandia

En 1995, los mismos torturadores y médicos que en 1980

“(…) La cronología de nuestra detención comienza a las cuatro de la madrugada del día 3 de noviembre de 1995, en que los GEO, una vez volada la entrada de nuestra vivienda, la tomaron por asalto.

Lo demás ya se puede adivinar: me colocaron una capucha y me trasladaron a una zona rural. Ahí me tuvieron casi desnudo e hicieron un simulacro de asesinato poniéndome una pistola en la cabeza y «disparando». Bueno, para qué voy a contar el trago que me hicieron pasar esos cabrones, jugando a la ruleta rusa con mi cabeza, mientras me preguntaban hasta por los novios de mi abuela: que si dónde está Silva, que dónde está la pasta del Cordón; curiosamente no me preguntaban por él, luego sí, pero en ese momento se les había olvidado por completo y sólo hablaban de pasta, pasta…

No hace falta decir que con tales métodos no obtuvieron nada de lo que yo sé y menos aún, claro está, de lo que ellos sabían que ignoro por completo. De manera que decidieron trasladarme a una especie de local y continuar el interrogatorio con otros «métodos». Debo señalar que en ningún momento supe donde me encontraba, y que llegué a perder completamente la noción del tiempo. Hubo un momento en que me tuvieron que quitar la capucha ante el abogado de oficio y, entonces descubrí que, algunos de los policías que me interrogaban, en concreto el «instructor» y el «secretario», eran los mismos elementos que me detuvieron en esa misma ciudad hace ya la friolera de 15 años y me estuvieron machacando durante diez días con sus respectivas noches colgado de la barra. Fue tal el estado en que me dejaron en aquella ocasión que, cuando por fin me trasladaron a la prisión, los carceleros no se quisieron hacer cargo de mi cuerpo, al ver el estado en que me encontraba. Aquella fue mi primera detención y me chupé cinco años de cárcel solamente por militar en el PCE(r). Pues bien, os podéis imaginar mi sorpresa al verles allí, después de 15 años. Ni siquiera habían modificado sus viejos métodos ¡cosas de la democracia!

Como buenos profesionales, estos tipejos no se habían olvidado de mí. Así que nada más recibirme de nuevo en la sala de torturas, lo primero que me dijeron, y no cesaban de recordarme a cada momento, es que «la otra vez te fuiste sin abrir la boca». No adivinaban, los carniceros, que esta vez no iba a abrirla ni siquiera para comer, pues desde el mismo momento en que fui detenido decidí mantenerme en huelga de hambre y así permanecí durante diez días hasta que el juez me levantó la incomunicación y me permitió entrevistarme con mis abogados. Me negué, igualmente, a firmar declaración alguna.

Sin embargo, la lucha sí había cambiado algunas cosas. En esta ocasión en vez de 7 días sólo estuve 3 en dependencias policiales. La tortura no fue tan salvaje como la vez anterior, aunque sí más sofisticada. Al segundo día sufrí una deficiencia coronaria y lo primero que me trajeron fue un médico de su confianza. Cuando el policía me lo presentó, me dijo: Aquí tienes a un viejo amigo. Era el mismo médico que cuando me torturaron la primera vez y me habían reventado las plantas de los pies me vino a curar para que siguieran torturándome. Me dio unas pastillas para la garganta, pues también me había quedado sin voz y como la cosa no mejoraba, evidentemente, tuvieron que llamar al juzgado de guardia y a un equipo médico. Allí mismo, sobre una mesa del despacho policial me sometieron a un electrocardiograma y me diagnosticaron una taquicardia sin más.”

Cartel Tinko sobre asesinatos de Morlans.

-30 años de la masacre de Morlans

El de Morlans no es un suceso aislado, y a pesar de lo que diga el relato oficial, esta masacre que necesariamente hay que guardar en la memoria histórica de Euskal Herria, es un claro reflejo del conflicto que por medio de la violencia nos imponen los Estados Español y Francés: la actividad de ETA, con sus errores y sus aciertos, ha sido contra esos sanguinarios que sistemáticamente vulneran los derechos de las naciones oprimidas y de su clase obrera, y por lo tanto no podemos ver a sus miembros como otra cosa que militantes políticos.

Se cumplen 30 años desde que la Guardia Civil rodeara una vivienda del barrio donostiarra de Morlans y tiroteara y asesinara a los tres miembros de ETA que se encontraban en su interior. Horas antes habían iniciado una operación contra el Comando Donosti. Como consecuencia de ella, además de los tres asesinados, 10 personas fueron detenidas y otras ocho tuvieron que huir de sus casas.

La operación de la Guardia Civil fue dirigida por Galindo y por Roldán, siendo Felipe González Presidente del Gobierno Español y José Luis Corcuera Ministro del Interior, ambos del PSOE. Todos los detenidos fueron salvajemente torturados: electrodos, la bañera, la bolsa, golpes…

Los asesinados en Morlans fueron Jokin Leunda, Patxi Itziar e Iñaki Ormazabal. Después de aguantar durante 4 horas en un tiroteo contra la Guardia Civil, fueron asesinados cuando estaban desarmados y mediante disparos a bocajarro.

Si algo destaca de esta operación, además de los muertos y los detenidos, es la relación entre el Estado Español (no solo el PSOE), la guerra sucia, las fuerzas de ocupación, los partidos institucionales, los jueces y los mayores medios de comunicación. Mientras estos últimos difundían y defendían la versión oficial, el resto de los anteriores ofrecieron aspecto y apoyo legal a esos asesinos, que no son otra cosa que mercenarios.

Lo que entonces no contaron ni los medios de comunicación ni los políticos profesionales, lo contaron en 2018 dos de los mercenarios de la Guardia Civil que participaron en la operación: «Yo tuve el placer de escupir a las tripas de los etarras (sic). (…) A esos ya nunca los va a llevar Pedro Sánchez a su casa, ya no tendrán ni gusanos. Fueron vilmente acribillados. (…) Se disparaba sin mirar. (…) En las paredes había más de 600 impactos de bala. (…) Había compañeros que llevaban las tripas de los etarras en los tacones de las botas, se las hundieron en el pecho».

El de Morlans no es un suceso aislado, y a pesar de lo que diga el relato oficial, esta masacre que necesariamente hay que guardar en la memoria histórica de Euskal Herria, es un claro reflejo del conflicto que por medio de la violencia nos imponen los Estados Español y Francés: la actividad de ETA, con sus errores y sus aciertos, ha sido contra esos sanguinarios que sistemáticamente vulneran los derechos de las naciones oprimidas y de su clase obrera, y por lo tanto no podemos ver a sus miembros como otra cosa que militantes políticos.

La consecución de la amnistía total será la única garantía para la liberación de estos y estas militantes y para que la dignidad de nuestro pueblo y nuestra clase social sea respeta da. Jokin, Patxi e Iñaki: sois ejemplo de dignidad. ¡El pueblo no va a perdonar lo que os hicieron!

https://tinkoamnistia.org/es/2021/08/17/30-anos-de-la-masacre-de-morlans/

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