Recuperando materiales realizados en prisión
-Tarjeta, libreta notas, pin libertad de expresión, y pin nación gallega.
*Postal “Che. Venceremos. Amor y fuerza».
Realizada por presos políticos del Colectivo de comunistas y antifascistas.
*Libreta de notas.
Tela, bandera de Galiza a hilos, cartón y papeles.
Realizada por presas políticas del PCE(r) y de los GRAPO en la cárcel de Brieva, en 2004.
*Pin libertad de expresión
Tallado en un hueso de fruta.
*Firma en el reverso de los pin.
“Presas comunistas”.
*Colgante mapa y bandera Galiza.
Tallado en un hueso de fruta. Colgante con cuero.
–Sobre Herrera de la Mancha:
Recuperando estudios sobre las cárceles de exterminio.
Libro sobre la cárcel de Herrera de la Mancha.
Capítulo: Presos de GRAPO en una prisión de máxima seguridad: lucha y resistencia en Herrera de la Mancha (1979-1983)
Páginas 693 a 724 de la tesis.
Herrera de la Mancha, la prisión de castigo que acabó con la vida de cuatro presos políticos. Un libro del historiador Eduardo Parra Iñesta aborda la trayectoria del penal desde su construcción en 1979 de la prisión de castigo por excelencia de la transición. Editado en 2019.
De la realidad de Herrera de la Mancha en los 80 ya habían dado cuenta en sus libros algunos vascos que la padecieron en carne propia, como Anjel Rekalde, Mitxel Sarasketa o Jokin Urain. O el libro de homenaje a Kepa Crespo. O el ‘Crónicas de Herrera de La Mancha’. Esta tesis doctoral de Eduardo Parra, editada por Pamiela bajo el título ‘‘Herrera de la Mancha, prisión de castigo’’, la inserta en su época sin minimizar su historia trágica.
-La cárcel-guardia de la reforma estatal posfranquista
«Herrera funcionó como la cárcel de guardia del sistema. Si te portabas mal en la calle, ibas a la cárcel. Si te portabas mal en la prisión, ibas a Herrera de la Mancha –resume el autor–. Así, la prisión manchega recibió en cada momento al colectivo de reclusos que preocupaba más a la Administración». Fue inaugurada trasladando allí a los presos sociales de la combativa Coordinadora de Presos en Lucha (COPEL), les siguieron los de los GRAPO y más tarde fue la cárcel que concentró a los de prisioneros de ETA antes de optarse por su dispersión sistemática.
Herrera fue justificada desde el Gobierno de UCD como necesidad derivada de la Ley General Penitenciaria, que presuntamente buscaba «actualizar los métodos y los recintos» después del franquismo. Se entendió que para ello hacía falta un penal en el que encerrar a algunos colectivos problemáticos, «limpiando» el resto. Como sentenció el que fue director de Instituciones Penitenciarias desde 1978, Carlos García Valdés, «la reforma no es Herrera, pero pasa por Herrera».
Descarga. 32 páginas:
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