41 aniversario del asesinato de Abelardo Collazo Arauxo
29 agosto 1980.
Abelardo Collazo nació en Teis, una aldea próxima a Vigo, en octubre de 1946.
Era el mayor de tres hermanos. Desde temprana edad conoció las duras condiciones de vida de los que tienen como único patrimonio su fuerza de trabajo, participando de los padecimientos y aspiraciones de los obreros. Durante los primeros años de su vida, la familia vivió en un horno abandonado que se inundaba cuando llovía, mudándose más tarde a una casita que reunía mejores condiciones. A los 12 años, dejó los estudios, para trabajar en la construcción. Los exiguos sueldos de sus padres apenas bastaban para mantener la familia y el hijo mayor sintió el deber de contribuir con su trabajo; no pudo permitirse el lujo de estudiar. Dos años estuvo trabajando como aprendiz en la construcción, hasta que a los 14 años su padre le consiguió un trabajo en su empresa, Seida, dedicada a la limpieza y reparación de coches. Desde esa temprana edad van despertando los principales rasgos de su carácter: es un niño serio, con gran capacidad de trabajo, que se entrega plenamente en todo lo que cree. Aunque tímido y reservado, pronto se gana la simpatía de sus compañeros. En Seida trabaja seis años, junto con su padre. Cuando aún no tiene 17 años, muere su padre. Entonces Abelardo queda como cabeza de familia; debe cuidar no sólo de sí sino de su madre y sus hermanos, y ha de buscar en la emigración una posibilidad de vida que en su tierra le está vedada.
En París entra a trabajar en la cadena de montaje de la multinacional Citroen. Se incorpora así al sector de vanguardia de la clase obrera: el proletariado fabril y se introduce de lleno en el mundo de la gran fábrica donde experimenta la solidaridad de los trabajadores y las grandes huelgas. Conoce y aprende a odiar a los patrones, a los esquiroles y a los chivatos; descubre los intentos de dividir a los obreros, la marginación y sobrexplotación de los trabajadores de segunda clase, los norteafricanos; vive la rígida disciplina de la gran empresa, disciplina que será una de sus virtudes más destacadas a lo largo de su vida de luchador clandestino. Tiene ocasión de hablar con trabajadores búlgaros y rumanos que le descubren un nuevo mundo, un cambio radical que se está produciendo en sus países de origen: el socialismo. Abelardo quiere conocer más y más del sistema socialista. Pregunta, discute, se apasiona. Lo que ha sido posible en esos países también puede serlo en su tierra. Compagina su trabajo en Citroen con el que realiza en una compañía de limpiezas. Tanto en un sitio como en otro traba numerosas amistades.
-La militancia política juvenil
Tras permanecer un año en Francia, Abelardo vuelve a Galiza, a Vigo. En poco tiempo ha madurado profundamente; ya no es el adolescente que salió dos años antes. Al poco de llegar encuentra trabajo en una empresa de construcción, la Termac, que participa en una de las fases del Polígono de Coia. Entra de listero y, posteriormente, trabaja como peón de albañil.
Sus inquietudes políticas, su conciencia de clase, lo llevan a buscar a otros que piensen como él, a una organización que luche contra el régimen de los explotadores, y toma contacto con las Juventudes Comunistas. La segunda década de los 60 son años de intensa labor política para Abelardo. Se encarga de organizar las Xuventudes Comunistas en la zona viguesa. Pronto se gana la confianza y el respeto de los obreros.
En esa época los carrillistas siembran ilusiones reformistas, llaman a cambiar el sindicato vertical desde dentro, pretendiendo llevar a votar a las elecciones para ir al copo del sindicato vertical. Abelardo se presenta en 1968 a las elecciones sindicales y es elegido jurado de empresa por los trabajadores de Termac, pasando también a formar parte de la representación sindical de la construcción en Vigo. Sin embargo, nada más lejos de sus intenciones que caer en la trampa de la legalidad y el servilismo. Unos meses después organiza una huelga por mejoras salariales y otras reivindicaciones junto con otros compañeros. Se hacen asambleas donde se adoptan las decisiones; las huelgas se acompañan con acciones propagandísticas y de protección, con manifestaciones y con los inevitables enfrentamientos con la policía, encierros en los sindicatos, etc. En esta lucha aparece un método hasta entonces casi desconocido en Vigo: la formación de piquetes para dar su merecido a los esquiroles y chivatos. La huelga de Termac tuvo gran resonancia por toda la ciudad, especialmente por los métodos de lucha utilizados. A raíz de la misma son despedidos los trabajadores que más se han destacado, entre ellos los dos hermanos Collazo. Abelardo tiene que buscar trabajo nuevamente y lo encuentra, con ciertas dificultades, de peón de albañil en otras empresas.
En 1969 se traslada a Francia como delegado de las Xuventudes Comunistas para asistir a las asambleas preparatorias del Congreso de las xuventudes carrillistas. A ellas asisten los principales dirigentes del partido revisionista, entre ellos el mismo Carrillo. Allí Collazo expone sus críticas a la línea organizativa, al liberalismo, con lo que levanta fuertes polémicas en las reuniones. No recibe contestación satisfactoria a sus planteamientos y vuelve de Francia sin obtener ningún resultado positivo. No obstante, sigue desarrollando con energía su actividad política contra el fascismo.
El proceso de Burgos en 1970 contra los patriotas vascos de ETA despertó en todo el país una ola de indignación y solidaridad. En Vigo se produjeron paros en todas las grandes fábricas, manifestaciones y saltos, pese a que el partido carrillista no pasó de una postura testimonial, argumentando que no había condiciones para sacar a la gente a la calle. Las xuventudes, sin embargo, desplegaron una actividad inusitada con octavillas, pintadas, pancartas y propaganda oral entre las trabajadores. El malestar existente entre las xuventudes contra la dirección se está dando paralelamente dentro del partido carrillista gallego. Un sector de este partido encabezado por Hierro Chomón propugna una línea realmente comunista y plantea la necesidad de utilizar la lucha armada contra el terror oficial.
Las contradicciones, tanto en las xuventudes como en el partido carrillista, se van agudizando.
Por este tiempo Abelardo recibe los primeros materiales de propaganda de la Organización de Marxistas Leninistas de España y los primeros libros y folletos comunistas. El conocimiento de las obras de Lenin, Stalin y Mao Zedong le causa un gran impacto. También tienen una gran importancia clave sus encuentros con un dirigente de la OMLE que viaja a Galiza, Manuel Pérez Martínez, el camarada Arenas. Juntos discuten la situación política del país, los problemas organizativos, el carácter de la revolución en España, las relaciones de la lucha del pueblo gallego con la del resto de los pueblos de España, etc.
Las tensiones con la dirección carrillista culminan en 1971 a raíz de una convocatoria para la huelga general. Abelardo es entonces representante de las xuventudes en el Comité Central del partido carrillista, un representante muy incómodo al que intentan apartar. Se convoca en Vigo una asamblea general de comisiones obreras, xuventudes y partido carrillista de Galiza para preparar la huelga general. En ella se produce un duro enfrentamiento entre la línea oficial y el grupo de Hierro y Collazo. Tras una tormentosa reunión, al ser imposible realizar una política obrera dentro del partido carrillista, deciden separarse de él y formar un nuevo grupo: la Organización Obreira. La casi totalidad de las xuventudes y un importante sector del partido carrillista de Galiza en Vigo abandonaron a los revisionistas siguiendo a Abelardo Collazo y a Fernando Hierro.
-Las luchas de Ferrol y Vigo
La Organización Obreira nace en oposición a la degeneración revisionísta en que han abocado los carrillistas y sin tener unos planteamientos políticos totalmente elaborados. En un principio desarrolló una actividad de tipo sindical y reivindicatíva con un carácter radical. Propugnaban métodos de lucha independientes de los sindicatos fascistas y la legalidad, con la celebración de asambleas, la elección de delegados revocables en todo momento, formación de piquetes, etc. Se plantean la necesidad de reconstruir el auténtico Partido Comunista, aunque no llegan a elaborar una línea política completa. Entre tanto, las relaciones con la OMLE se van estrechando y mejorando, aunque sería necesaria la prueba de la colaboración práctica, en las huelgas de Ferrol y Vigo, para llegar a los acuerdos de fusión.
Mientras, se ha avanzado en la estructuración de la Organización Obreira. El organismo central es el Comité de Dirección del que Abelardo forma parte. Disponen de un aparato de propaganda y también funciona el llamado comité militar, que puede disponer de cualquier miembro de la Organización para sus tareas. Sus funciones consisten en el acopio de explosivos y armas, la creación de un fondo económico para estos fines y la ejecución de acciones de sabotaje y castigo. Son numerosas las acciones realizadas contra directivos de empresas que destacan por su carácter fascista, chivatos falangistas, esquiroles: quema y voladura con dinamita de coches, lanzamiento de cócteles molotov contra chalets, etc.
Amplio eco tuvo en toda Galiza y, especialmente en Vigo, el asesinato de dos obreros durante una manifestación en Ferrol en 1971. Los sucesos de Ferrol sirvieron para acelerar el movimiento combativo en ascenso de los trabajadores vigueses. El malestar general iba creciendo hasta que estalló al año siguiente, en 1972, la Huelga General Revolucionaria. Por estas fechas se estaban celebrando los convenios en las fábricas más importantes: Citroen y Barreras. En ésta última saltó la huelga y fueron despedidos varios obreros, lo que provocó la solidaridad general del pueblo vigués, dando lugar durante dos semanas a una de las luchas de mayor relevancia de los últimos años del franquismo. La represión en Galiza y en todo el país fue muy importante. Vigo fue invadida por los cuerpos represivos traídos de distintas partes. En los cuarteles y centros militares de la zona se acuarteló a los soldados. La principal aportación al movimiento obrero de la Huelga General Revolucionaria de 1972 fue la aplicación, por primera vez en nuestro país, de los métodos de la guerrilla urbana en las luchas populares.
La Organización Obreira fue quien encabezó la huelga general viguesa, como tuvo que reconocer la prensa y el mismo partido carrillista. Se desencadenó en consecuencia una feroz represión contra ella. Muchos de sus militantes fueron detenidos y apaleados, destacando el caso de Casimiro Xil Arauxo encargado del aparato de propaganda. Fue torturado sádicamente: le arrancaron la mitad de la dentadura, le partieron las cejas, le dañaron la columna vertebral y marcaron todo su cuerpo con heridas y moratones. Abelardo se vio obligado a pasar a la clandestinidad pues la policía le buscaba como uno de los principales dirigentes de la huelga. La OMLE despliega una amplia labor en todo el país, en la medida de sus fuerzas, en apoyo de las luchas de Vigo e imprime las octavillas a la Organización Obreira cuando cae el aparato de propaganda de ésta. Poco después nace, en base a la Organización Obreira, la Organización de Marxistas-Leninistas de Galiza (OMLG), integrada en la OMLE. Abelardo fue el principal impulsor de la fusión, el que la defendió con mayor firmeza.
-De la I Conferencia de la OMLE al Congreso Reconstitutivo del Partido
En junio de 1973 se celebra la I Conferencia de la Organización de Marxistas-Leninistas de España. Con ella se culmina un trabajo de creación de núcleos comunistas en las nacionalidades y en las principales localidades y de asentamiento de las bases políticas de la Organización. Asisten delegados de Galiza, Euskadi, Cataluña, Sevilla, Cádiz, Córdoba. En ella se dan cita mujeres y hombres, comunistas que más tarde saltarán a las páginas de los periódicos, buscados como peligrosos terroristas por su labor de denuncia política del fascismo.
En la I Conferencia de la OMLE se marca claramente como primer objetivo la reconstrucción del Partido Comunista, para lo que hay que avanzar en la consolidación de la Línea Política y en la ampliación de las bases orgánicas del Partido. La Conferencia sirvió también para deslindar los campos con los revisionistas y con los oportunistas de izquierda. Hay que tener en cuenta que la OMLE nació en 1968 entre un marasmo de grupos y siglas, todos pretendidamente comunistas, de izquierda. El desarrollo de la Organización estuvo ligado a una constante lucha ideológica, de desenmascaramiento del oportunismo, tanto de derechas como de izquierdas.
Tras la Conferencia Abelardo es cooptado para el Comité de Dirección y pasa a ocuparse de la Sección Técnica de la Organización. Esta sección es la encargada de la realización de las expropiaciones, elaboración de carnets de identidad y documentos, recuperación de armamento, etc. Son los primeros pasos que se dan en el terreno militar, el embrión de un proyecto que desembocará años más tarde en el nacimiento de una organización independiente: los GRAPO.
Collazo y otros camaradas de la Sección Técnica realizan en este periodo numerosas expropiaciones de máquinas de impresión, necesarias para la edición de propaganda antifascista y comunista. Con ellas nutren el aparato central y los de las Organizaciones nacionales, regionales y locales. La vida de Abelardo y la del resto de los camaradas es dura, exenta de lujos, teniendo muchas veces el dinero escaso para comer ellos y sus hijos. Todos trabajan para mantenerse. Un comunista debe autosostenerse, comer con el fruto de sus manos, siempre que le sea posible. En este tiempo, Abelardo trabaja como albañil en varios tajos del polígono industrial de Fuenlabrada (Madrid).
La OMLE ha dado los pasos imprescindibles para la reconstrucción del Partido. Los planteamientos políticos de la Organización se van enriqueciendo y viéndose corroborados en la práctica. Los núcleos se han extendido, se han creado y asentado mínimamente grupos comunistas en todas las nacionalidades y en las principales zonas del país. El Congreso Reconstitutivo es convocado en 1975 y se celebra en junio de ese año en Santander. De él nace el Partido Comunista de España (reconstituido).
En el Congreso, Abelardo fue elegido por los delegados como miembro del Comité Central del Partido. Con ello se reconoció su valía y firmeza como obrero comunista y su importante papel en la tarea de la Reconstrucción del Partido.
-Creación de los GRAPO
Al finalizar el Congreso, Abelardo continúa su actividad en la Sección Técnica. Era consciente de que la lucha armada es imprescindible en las condiciones en que se desarrolla la lucha de clases en nuestro país. Un grupo de comunistas, especialmente Cerdán Calixto, Hierro Chomón y Abelardo, venían trabajando en el terreno militar con miras a sentar las bases de una organización guerrillera antifascista.
La ola represiva desatada en el verano de 1975 corroboraba esta necesidad del movimiento antifascista. El régimen, sembrando el terror, pretendía demostrar que su poder era invulnerable y que cualquier tipo de resistencia resultaba impotente, para desanimar al movimiento popular y acallar la resistencia cada vez más en aumento.
Los planes de creación de una organización militar están, en aquel momento, inmaduros, pero es necesario dar una respuesta inmediata: La dan el Primero de Octubre de 1975 en Madrid.
Luego vendrían los dispositivos contra Oriol y Villaescusa, la respuesta a los asesinatos de 5 abogados laboralistas y numerosas acciones armadas y políticas más.
-Torturas en la DGS. La lucha continua en la cárcel
Abelardo es detenido el 11 de febrero de 1977, permaneció 23 días, cuatro largas semanas, en los calabozos de la DGS, sometido a todo tipo de torturas y vejaciones.
Después de estos 23 horribles días es trasladado a la cárcel de Carabanchel. La prisión está hecha para destruir a la persona, someterla y humillarla. Por eso es fundamental en la cárcel conservar la dignidad, seguir luchando contra las humillaciones. Abelardo tenía esto muy claro y siempre fue un ejemplo para sus compañeros. Su alegría y sus bromas, su seriedad en el trabajo y la vitalidad, su confianza infinita en la causa emprendida y en los camaradas no podrán ser olvidados por quienes le conocieron. Tampoco la cárcel pudo doblegar a un hombre acostumbrado a llevar la cabeza alta y la verdad en la boca, seguro de la justeza de su lucha y con sólidos principios comunistas. Su comportamiento y trato fue y sigue siendo ejemplo para todos sus compañeros y cuantos le conocieron en todas las cárceles por las que pasó.
-La fuga de la cárcel de Zamora
El 17 de diciembre de 1979 es el día escogido. Pero han sido meses y meses de trabajo contínuo en la elaboración del tunel que les lleve a la libertad
Sale Abelardo. Le siguen Brotons Beneyto, Cerdán Calixto, Hierro Chomón y, por último, Martín Luna. Lo consiguen, aún de las enormes dificultades.
-Y continúa la lucha
Una vez en Vigo, busca un refugio en el monte. Tras numerosas citas, encuentros y acciones, por fin se reúne la dirección de los GRAPO, incluido Abelardo. Se estudia la situación política, las fuerzas orgánicas y se establecen los planes de trabajo. Abelardo es destinado a Galiza para montar la infraestructura de la Organización y realizar una labor de captación. Y de nuevo vuelve a su tierra.
Por medio de enlaces va desarrollando su actividad. Efectúa visitas, se reúne con gente dispuesta. Es un trabajo difícil y que requiere tiempo. Simultáneamente va enseñando a los nuevos combatientes, les transmite su experiencia.
A principios de mayo de 1980 Hierro Chomón se traslada a Vigo para realizar varias operaciones junto con Abelardo. Cuando ambos están realizando una llamada telefónica desde una cabina son reconocidos por dos policías. Hierro y Collazo, que han notado cosas extrañas, deciden salir de la zona. No han andado ni cien metros cuando son rebasados por un coche con cinco policías que frena unos metros más adelante y del que salen los sociales disparando sin previo aviso. Hierro resulta herido en una pierna y cae al suelo en medio de una lluvia de balas. Abelardo logra sacar su pistola y efectuar varios disparos, tras lo cual logra huir.
A finales de mayo se encarga de formar y adiestrar un comando en Madrid. Los combatientes son jóvenes, con escasa experiencia y poco compenetrados. En un principio les encarga pequeñas acciones: expropiaciones, etc., para que se familiaricen y se vayan fogueando. También se dedican a la recogida de información y a la preparación de futuras acciones.
A finales de julio se realiza una acción contra el general Criado, subinspector de Sanidad del Ejército. Tienen perfectamente estudiados sus movimientos. En un cruce de calles, el coche que conduce al general se detiene ante una parada. Abelardo, metralleta en mano, y otro combatiente abren fuego cruzado sobre los ocupantes de su vehículo, muriendo el soldado de escolta. Dan por muerto al general que sólo quedará herido y tras arrebatar el subfusil al policía militar, emprenden la retirada.
-Asesinato y entierro de un hijo del pueblo
En el mes de agosto, el comando del que es responsable Abelardo realiza algunas acciones menores y prepara otras.
El 29 de agosto sale temprano como todos los días y vuelven a la hora acostumbrada para comer. Desde hacía unos días estaba preocupado pues creyó que le habían reconocido en una parada de autobús, aunque posteriormente logró zafarse de la vigilancia. Sobre las 5 de la tarde vuelve a salir para entrevistarse con uno de los integrantes del comando, Xosé Lois Fernández González, El Che, obrero vigués como él. Sobre las 8’30 suben por la calle de Bravo Murillo y tuercen por la calle Coruña. Mientras, la policía ha ido preparando la emboscada. El lugar está poco transitado; es el sitio idóneo, sin testigos. Varios policías se aproximan por la espalda y, sin mediar palabra, descargan las pistolas en los cuerpos de Abelardo y el Che. Ya en el suelo, rematan a Abelardo con saña;. Tiene seis balazos por la espalda. Sólo le podían matar así, cobardemente, a traición. De frente, sus asesinos tenían miedo. Temían su cuerpo grande inmenso y generoso. Temían sus manos fuertes y callosas, acostumbradas al mazo y la pistola. Temían su frente despejada, su mente clara, su decisión y confianza en la causa del pueblo. No podía quedar vivo. A Xosé Lois también le acribillaron, postrándole en un silla de ruedas para el resto de su vida.
A su funeral en Vigo asistieron más de 4000 personas.
-Libro “Abelardo Collazo Araujo, un ejemplo a seguir”. AFAPP. 1981.
-Dibujo de Aurora Cayetano.
41 cabodano do asesinato de Abelardo Collazo Arauxo. Dirixente comunista do PCE(r) e dos GRAPO.