Memoria histórica imprescindible:
-«Esta noche hemos tenido carne fresca»
Eran las más niñas, las más nuevas, las más apetecibles porque querían carne fresca. Los golpistas las escogieron entre un grupo de 27 mujeres que iban a fusilar en la tapia del cementerio de Fuentes de Andalucía (Sevilla). Por desgracia correrían peor suerte que las fusiladas.
«No se van a librar por mucho que berreen y pataleen» les dijeron mientras las arrojaban al interior de una camioneta. Las condujeron hasta el cortijo abandonado del Aguaucho, cerca del cruce con la A-4.
Era finales de agosto de 1936 y los franquistas tenían ganas de divertirse.
La más joven contaba 16 años.
Las desnudaron y las obligaron a cocinar, mientras ellos bebían y reían. Las manosearon, las golpearon, las vejaron. Las forzaron a bailar y cantar mientras les servían la comida.
Con los estómagos llenos llegó la lujuria, las violaciones, el sufrimiento atroz. La ferocidad surgida de la radio por la bestia fascista y criminal del general Queipo de Llanos.
Después del desahogo carnal sobre sus mancillados y torturados cuerpos, vino la hora de la muerte. En una brutal venganza machista las asesinaron y las arrojaron a un pozo.
Ebrios de victoria, la manada de «héroes nacionales» regresó a Fuentes de Andalucía. Entre carcajadas y voces rompieron el silencio de la madrugada. Llevaban, como trofeos, ensartados en los fusiles, las bragas y los sujetadores de las chicas, mientras gritaban:
«Esta noche hemos tenido carne fresca»
Los familiares y los vecinos del pueblo, permanecían aterrorizados en sus casas, llorando impotentes el martirio y los asesinatos de las niñas.
Como en muchas ciudades y pueblos, en Fuentes de Andalucía no hubo combates, los golpistas simplemente se hicieron los amos.
Asesinaron a 117 fontaniegos, entre ellos 27 mujeres.
La represión de género era un fin del plan franquista, como cuenta Virtudes Ávila de 82 años;
«A mi madre la pusieron contra la tapia, tenía 24 años, estaba embarazada de 8 meses y la fusilaron. Ya muerta, el crío no paraba de agitarse en el vientre. El sepulturero que era un facha de los grandes, sacó su pistola y le descerrajó dos tiros en la barriga hasta que la criatura cesó de moverse.»
No solo se llevaron sus vidas, recuerda Virtudes, «Las casas se las quedaron los criminales más grandes.» sin atreverse a decir los nombres.
Las niñas del cortijo de Aguaucho se llamaban:
Josefa García Lora de 18 años.
Su hermanita Coral García Lora de 16 años.
María Jesús Caro González de 18 años.
Joaquina Lora Muñoz de 18 años.
María León Becerril de 22 años.
Según testimonios puede que fueran más las víctimas del cortijo de Aguaucho, como:
Josefa Miranda González de 17 años y Dolores García Lora de 25 años y hermana mayor de Coral y Josefa.
Todavía no han sido hallados sus restos mortales.
Como siempre, los nombres de los violadores y asesinos no se han publicado nunca, aunque están en la mente de muchos, y sus descendientes sigan mandando.
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-Paquita Sarmiento
Paquita Sarmiento, pedía limosna en la esquina de la Alameda de Colón, junto al Gabinete literario, la pobre mujer enviudó el 3 de octubre de 1936, cuando los falangistas entraron en su casa del Risco de San Nicolás, para en su presencia cortarle las manos y matarlo a golpes, luego la raparon y la violaron en grupo, destrozándole las entrañas.
Paca «la de Raymundo el harinero» la llamaban en el barrio, por ser hija de una familia de panaderos que se remontaba a varias generaciones, siempre viviendo en esta zona de la ciudad de Las Palmas, desde los tiempos en que los vecinos vivían en cuevas indígenas reutilizadas.
La mujer jamás se recuperó de la horrible violación donde pasaron por ella más de quince falangistas y guardias de asalto, su belleza fue la excusa perfecta para destrozarle la vida, por eso no quiso más hombres hasta su muerte, a pesar de su juventud, tenía en aquellos tiempos veintisiete años, siempre iba vestida de negro en un luto eterno, con un pañuelo oscuro en su cabeza fuera invierno o verano.
Mendigaba entre el mercado de Vegueta y las casas señoriales de la catedral, en la Plaza de Santa Ana, Francisca lo veía todo y callaba, miraba llegar los coches y camiones cargados de hombres y algunas mujeres para ser torturados y asesinados en el Gabinete, escuchaba los gritos en su interior de la mañana a la noche y lo que hacía era taparle lo oídos a su niño Silvestre, que llevaba con ella a toda hora mientras pedía para poder sobrevivir.
No le quedó otro remedio que echarse a la calle ya que nadie le daba trabajo, estigmatizada por ser la esposa de un comunista asesinado, lo intentó varias veces en los tomateros de Los Betancores o en las plataneras del Conde de la Vega Grande en la Vega de San José, pero desde los primeros días los encargados intentaban abusar de ella.
Por eso lo más seguro era pedir limosna, disfrazar su cuerpo bello y joven con ropajes de vieja, ocultar por miedo cualquier indicio de que era una mujer hermosa, joven, apetecible para todos aquellos nazis ansiosos de usarla como objeto sexual.
Nunca olvidó la tarde en que vio como bajaban de un coche negro a Sebastián Luján Perera, un joven de Tejeda, que era amigo íntimo de su marido, jornalero en las haciendas del sureste propiedad del Condado, un gran luchador, sindicalista de la Federación Obrera.
Chanito, como le llamaban en casa, venía con la cabeza abierta a la altura de la frente, sin pantalones, solo vestido con una camisa blanca manchada de sangre que le llegaba hasta las rodillas.
Su miradas se cruzaron, Chano, le sonrió por unos segundos, le picó un ojo, le dijo moviendo los labios:
-Tranquila Paqui, esto no es nada, tranquila mi niña-
Luego lo entraron a golpes en el selecto y elitista espacio cultural, reconvertido en centro de tortura, meses antes lugar de reunión, bailes y encuentros de la aristocracia isleña.
Publicado en el blog del autor: –https://viajandoentrelatormenta.com/
-5 de noviembre de 1971 los fascistas odian la cultura y destruyen 24 obras de Pablo Picasso.
El 5 de noviembre de 1971 un grupo terrorista autoproclamado como “Comando de lucha antimarxista” entró a la fuerza a la galería Theo, ubicada en la ciudad de Madrid, España, y destruyeron 24 de los 26 grabados del famoso pintor Pablo Picasso que se exponían en la Suite Vollard (conjunto de 100 grabados en estilo neoclásico del artista).
Medios de esa época, reseñaron que seis hombres, todos ellos vestidos de azul, con boinas y gafas de sol amenazaron a la encargada con navajas e insultos como “cerda marxista”, al tiempo que el primer visitante de la exposición era duramente golpeado.
Posteriormente, al intimidar y amedrantar a quienes estaban en la tienda arremetieron contra las obras del pintor, derramando pintura roja y un líquido corrosivo contra los cuadros.
-Expo y documental ‘Mujeres Resistentes’
El Centro Cultural Federico García Lorca de Rivas Vaciamadrid ha inaugurado la exposición fotográfica y documental “Mujeres Resistentes” que cuenta la historia de las mujeres europeas que lucharon contra el fascismo entre 1939 y 1945.
La exposición está acompañada por una serie de actos en torno a esa temática. ‘Mujeres Resistentes’ viajará en diciembre a Galicia, en enero a Italia y en marzo a Alemania. Bélgica, Croacia y Portugal también acogerán la exposición en el 2022.
-Libro: «La guerrilla Antifranquista en la provincia de Salamanca. La toma de Los Santos por los maquis. El suceso de Colmenar de Montemayor»
Es un trabajo póstumo de Javier Álvarez Merino.
La Diputación de Salamanca edita el libro “La guerrilla antifranquista”, que relata la toma del municipios de Los Santos por la guerrilla antifranquista en 1946 y los sucesos de Colmenar de Montemayor.