Recuperando materiales históricos:
Sobre presos políticos; enfermedad en prisión; Amnistía o muerte.
-Portada de la revista “Amnistía” n.º 12, de verano de 1984. Edita: AFAPP.
“III aniversario de la muerte de J. José Crespo en huelga de hambre”.
-Carta en la revista “Amnistía” de Marzo de 1986.
En honor a un luchador de la clase obrera
El pasado día cuatro de enero me enteraba en la cárcel de la muerte de mi hermano, Domingo Muiños Formoso (Txomin), militante del PCE(r). Había salido de prisión en marzo de 1984, tras cumplir cuatro años de condena por su militancia en el Partido.
Padecía una grave enfermedad desde hace varios años, enfermedad agravada por su paso por comisaría y sus largas estancias en la cárcel. A él, al igual que a otros probados revolucionarios -Luis Rodríguez, Angel Collazo, Goikoetxea- le fue destrozando la cárcel. Ellos son resultado del régimen de exterminio a que nos vemos sometidos los presos políticos en nombre de la “democracia”.
Las palizas sistemáticas, el aislamiento continuado, la pésima alimentación, la falta de asistencia médica adecuada, la amenaza con los “suicidios”, son una constante para los revolucionarios presos. A todo le hacemos frente con huelgas de hambre, enfrentamientos, denuncias y todo tipo de resistencia. Por parte del Gobierno la única alternativa que se nos ofrece es la claudicación vil y vergonzante a través del arrepentimiento, que nos “refugiemos” en los brazos de nuestros torturadores.
Soportar este régimen de vida no es tarea fácil; nuestra salud tanto física como mental se quebranta de forma irreparable siendo los más débiles los más afectados. No estando dispuestos a rendirse, la tortura y la continua presión psíquica tienen efectos terroríficos sobre ellos.
En el caso de mi hermano, ya en su primera detención (octubre del 79) durante los diez días de permanencia en comisaría, le impidieron tomar su medicación diaria. Así utilizaron su enfermedad como una tortura más llevándole al borde de la muerte. Meses después salió de la cárcel para incorporarse de nuevo a la lucha. Es en su segunda detención (finales del 80) cuando el régimen penitenciario y la policía consiguen destrozarlo de forma irreparable. Los meses de aislamiento, las palizas de los funcionarios, las amenazas, también de esta época datan las huelgas de hambre a tumba abierta que se llevaron a cabo en todas las prisiones -Herrera, Zamora, Yeserías, Carabanchel- como único arma para hacerles frente. Nuestro camarada Kepa hubo de dar la vida, otros quedaron disminuidos física y psíquicamente para el resto de sus vidas.
Tras cuatro años de cárcel padeciendo este régimen penitenciario, Txomin salió en libertad con graves trastornos físicos y psíquicos. No dejó por ello de incorporarse a la lucha, si bien poco después hubo de retirarse merced a las grandes limitaciones con que se encontraba para desempeñar las tareas revolucionarias que exigía la situación.
Hoy, casi dos años después, el fascismo ha conseguido matarlo. Su delito: no rendirse. Su entierro ha constituido un homenaje de todos los que le conocían y le recuerdan y recordarán como el luchador que siempre fue. Me hubiera gustado participar también en esta despedida, pero el gobierno del PSOE, por intermedio de la Guardia Civil, consideró que nuestra presencia, juntos por última vez, iba a ser un peligro para su orden público. Agradezco por todo ello la presencia de todos aquellos que fueron a darle su adiós y decirles que con ellos me sentía yo presente.
Txomin ha sido una víctima más del Estado represor, pero que no se llamen a engaño nuestros enemigos, las cárceles de exterminio pueden aniquilar a un hombre como persona, pueden incluso incapacitarlo para la lucha; pero no pueden hacernos claudicar. En la cárcel también se forjan los revolucionarios y comunistas.
Juantxu Muiños Formoso. Preso Político de los GRAPO. Cárcel de Soria.
*Txomin Muiños falleció el 3 de enero de 1986.
-Sobre presos políticos enfermos.
“Amnistía”, julio-agos-sep. 1987.
Campaña para sacar a los presos políticos enfermos incurables
Libertad para Pinin e Iñaki
Diez mil octavillas repartidas por toda España piden la libertad de Ernesto Fernández Portillo (Pinin) y de Iñaki Cuadra, dos presos políticos enfermos incurables que se encuentran en el Hospital Penitenciario de Madrid.
Pinin se encuentra paralítico en una silla de ruedas como consecuencia de un virus que los médicos no saben a que achacar. Iñaki Cuadra tiene los riñones enfermos y si no sale y puede curarse en condiciones puede morir en cualquier momento. Las AFAPP-ACPG-CAPPA-ASPPA han editado también un informe exhaustivo sobre la «situación médica sanitaria de los presos políticos», donde se hace un duro repaso a las graves deficiencias sanitarias de las cárceles.
-Revista “Amnistía”. Octubre-nov-dic. 1987.
«Pinin» en libertad.
La campaña por la libertad de los presos políticos enfermos, desarrollada por la AFAPP, ACPG, CAPPA y ASPPA, ha contribuido a la puesta en libertad de Ernesto Fernández Portillo, «Pinin». El ex preso, que padece una parálisis, se encuentra en la actualidad en su pueblo natal, Villaseca de Laciana, León, en donde se celebró un acto por la libertad de los presos políticos enfermos el pasado mes de junio. En la foto, un cartel al respecto, colocado por la AFAPP en Cádiz.