Movimiento obrero. Su brutal situación:
Lucha obrera:
-Los antecedentes de la huelga de Cádiz: cientos de demandas en la Inspección por incumplir anteriores convenios.
-Cádiz como síntoma: desindustrialización, deslocalización, rentismo y la España vaciada.
La España que se fraguo en los 80 ha devenido en una combinación explosiva en la que Cádiz se ve como síntoma y reflejo de todo ello.
Bolsillos obreros, vacíos:
-El IPC vuelve a subir dos décimas en noviembre por alimentos y gasolinas, y sigue en máximos desde 1992.
La tasa interanual es del 5,6%.
Destaca la subida de los precios de la alimentación y, en menor medida, de los carburantes y lubricantes para vehículos.
Vivir en una casa, mantenerla a una temperatura confortable y utilizar los componentes higiénicos de aseo personal y limpieza doméstica cuesta un 20,5% más que hace un año.
-Miles de familias piden ayudas para pagar la luz y el gas mientras los recibos siguen desbocados.
Los programas de ayudas de emergencia de ayuntamientos de todo el país reciben una avalancha de solicitudes para poder hacer frente a los crecientes costes que supone calentar una vivienda con electricidad, butano, gas o calefacción, cuyos precios alcanzan niveles de récord.
Sanidad y seguridad:
-El Zendal pone trabas a los sindicatos para acceder al hospital y revisar el cumplimiento de las medidas de seguridad.
Varios sindicatos confirman que la dirección del centro hospitalario ha puesto impedimentos de forma continua para que se realicen rondas informativas con los trabajadores.
Corrupción:
-PNV: 27 casos vinculados a la corrupción en Euskadi.
Casos: De Miguel, Epsilon, Hiriko, Dennokinn, Pinosolo, Ibarzaharra, Margüello, Purines, Balenciaga, Bravo, Ibarra, Zubiarre, Lezama, Alonsotegi. Alcaldes de Mallabia, Zierbana, Errigoiti, Lemoa, Orozko, Concejal Erandio. Abuso a vecinos, en Zamudio, Bermeo…
¿Jueces o curas?:
-El Supremo contravino a la Fiscalía en materia de protección de menores al absolver a dos hombres del abuso a una niña de 13 años.
La Fiscalía General del Estado indica en su circular sobre consentimiento sexual que los menores hasta los 13 años inclusive requieren una protección «intensa» y que sólo estarían permitidas en esa franja las relaciones consentidas con personas de 18 años como máximo. Pero el Supremo absolvió a dos chicos de 19 y 20 años que sometieron a una niña a todo tipo de prácticas sexuales.
Memoria obrera imprescindible:
-La huelga general de 1936 en Salamanca.
Fue la última muestra de resistencia en la provincia ante el golpe de Estado del 18 de julio.
Tras la declaración del estado de guerra en la ciudad de Salamanca, en la mañana del 19 de julio de 1936, los militares tomaron el control de los puestos clave de la ciudad. El día 21 ya habían logrado un control prácticamente absoluto. El siguiente paso fue llevar a cabo una depuración entre la población, que desencadenó una gran represión entre aquellos que se oponían a la sublevación. Fueron objeto de ella personalidades de todo tipo e ideología, como Casto Prieto, alcalde de Salamanca, Filiberto Villalobos, o José Manso.
La huelga fue una de las maneras de mostrar la oposición al movimiento subversivo. Tuvo mayor importancia en Salamanca capital que en los pueblos de la provincia. Una de las excepciones fue Retortillo, cuyo alcalde se negó a publicar el bando de estado de guerra y convocó la huelga el 21 de julio. La publicación del bando suponía la sumisión del poder civil ante el orden militar, por lo que la negativa a su divulgación implicaba fuertes represalias. Entre ellas estaban la toma del pueblo por parte de los militares y el inicio de un consejo de guerra hacia los insubordinados.
La huelga general en la ciudad de Salamanca tuvo una mayor intensidad, especialmente en el Ayuntamiento y el sector de la construcción. En algunos servicios públicos la parálisis fue bastante notable. El comandante militar de la plaza y nuevo alcalde de la ciudad, Francisco del Valle, aseguró que ninguna huelga paralizaría la actividad del Ayuntamiento. Por lo que el nuevo consistorio nombrado por el gobernador civil tomó cartas en el asunto, militarizando varios servicios y purgando a los huelguistas.
Esta militarización comenzó el 1 de agosto cuando, por orden del comandante del Valle, se sometió al personal de Electra, la empresa de suministro eléctrico. También se militarizó al personal de diferentes servicios municipales: Aguas, Alcantarillado, Beneficencia, Cementerio, Desinfección, Edificaciones, Incendios, Matadero y Mercados. Así como a la plantilla del servicio público municipal de autobuses.
Después de la militarización se dio de baja a 25 trabajadores. Como la huelga permaneció, en las siguientes sesiones del Ayuntamiento, continuaron los ceses del personal que no se presentaba ante sus puestos de trabajo. Los despidos se prolongaron durante el mes de agosto. En uno de los ceses, el 3 de agosto se expulsó a nueve guardias municipales por su “ideología marxista y ser enemigos declarados del régimen y situación actual”.
Poco a poco, la huelga fue perdiendo intensidad y derivó en una resistencia individualizada. A principios de septiembre la práctica totalidad de los huelguistas habían sido detenidos y encarcelados, e incluso fusilados. Esto supuso el fin de cualquier foco de huelga y resistencia en Salamanca. La pérdida de capital humano por la purga que se había llevado a cabo supuso el desmantelamiento de una parte importante de los servicios públicos del Ayuntamiento, especialmente los referentes a la sanidad y la enseñanza.
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