Alientos de lucha
Agenda
GB84
David Peace
(Inglaterra 1967)
“… diez mil personas ese día. Me acordé de mi padre… Había ido con él. Si siguiera vivo, ahora estaría jubilado pero habría venido al entierro de Joe…
Había pancartas y bandas. Arthur, Jack y todos los chicos. La mitad de nosotros teníamos los ojos morados y vendas. Un gaitero tocaba Flowers of the Forest en medio de un viento fortísimo. El funeral se celebró en el crematorio de Potendfract. Duró una hora. Entonces Arthur habló. Dijo: tenemos la obligación para con Joe Green y David Jones de ganar la batalla para mantener las minas abiertas, los empleos asegurados y nuestras comunidades mineras intactas, y que no os quepa la menor duda: vamos a ganar. Arthur estuvo espléndido. No podía ser de otra forma… No iban a acusar al poli de la tele. Crr, crr. Corría la voz de que el sindicato podía entablar demandas privadas contra ese cabrón. Él solo era uno de muchos, pero era uno al que habían pillado. Uno al que habían pillado ante la cámara, zurrando a un joven con su porra. Así era Gran Bretaña en 1984: un policía podía coser a hostias a un chico desarmado, sin camisa, retransmitido por la televisión nacional e irse de rositas. No solo eso, sino que todo el Estado salió en su defensa… Pero si un puñetero minero, que había servido a su país durante treinta años, quería formar parte de un piquete y convencer a otro hombre para que le ayudara a defender su trabajo, su familia, su comunidad, su forma de vida, te detenían y te acusaban… Ya había 3.444 de los nuestros desde principio de marzo. Probablemente hoy ya habría unos cuantos más… Otra vez en acto de servicio…(…)
Operación Venganza. Importada del Ulster. Adaptada a Yorkshire. Sistemas de grabación informáticos activados por la impronta vocal, la pronunciación de palabras seleccionadas, la coincidencia de números de teléfono particulares incluidos o no en la guía, y combinaciones de números de teléfono o prefijos. Grabaciones archivadas y cotejadas con informes de vigilancia de todos los empleados del Sindicato Nacional de Mineros, sus familias, amigos y simpatizantes conocidos. Eso incluía entre otras cosas, los números de teléfono de los domicilios y las oficinas de los dueños de todos los vehículos registrados en circunstancias reseñables en las zonas de minas de carbón de Yorkshire, Nottinghamshire y Derbyshire. Información cotejada con datos del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, Hacienda y el sindicato, cuentas corrientes empresariales y particulares de dichas personas a través de doscientas cincuenta terminales de todo el país. El movimiento de personas y activos se podría rastrear más a fondo gracias al GCHQ de Cheltenham en colaboración con la red del grupo C de la NSA a través de las estaciones de Mortewestow y Menwith Hill…”
Sobre el autor:
Vive desde hace años en Tokio, ya que la atmósfera de su país natal le resulta “asfixiante para escribir”. Una de sus novelas más representativas es GB84 (Gran Bretaña 1984), en la que narra la huelga de los mineros del carbón contra la política de reconversiones del gobierno de Margaret Thatcher y describe la vida en los suburbios obreros del norte de Inglaterra, sus dramas y su exclusión.